
Kiev, Ucrania. Luego del anuncio del presidente estaodunidense Donald Trump sobre la reunión con su homólogo ruso Vladimir Putin, el 15 de agosto en Alaska, Ucrania se pronunció al respecto.
Esto es lo que se sabe hasta ahora:
Ucrania no cederá su territorio a Rusia, advirtió el presidente Volodimir Zelenski el sábado, horas después de que Washington y Moscú acordaran una reunión entre sus dirigentes para poner fin a la guerra iniciada hace más de tres años.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se reunirán en Alaska, cerca de Rusia, el 15 de agosto para intentar poner fin al conflicto, a pesar de las múltiples advertencias de Ucrania y Europa de que Kiev debe formar parte de las negociaciones.
Al anunciar la cumbre el viernes, Trump dijo que “habrá algún intercambio de territorios para el beneficio de ambos”, refiriéndose a Ucrania y Rusia, sin dar más detalles.
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“Los ucranianos no entregarán su tierra al ocupante”, declaró Zelenski en redes sociales horas más tarde.
“No pueden tomarse decisiones en nuestra contra, no pueden tomarse decisiones sin Ucrania. Sería una decisión contra la paz. No conseguirán nada”, advirtió el mandatario. La guerra “no puede terminar sin nosotros, sin Ucrania”, agregó.
Zelenski también instó a los aliados de Ucrania a dar “pasos claros” hacia una paz sostenible, durante una llamada con el primer ministro británico Keir Starmer.
“No sin los ucranianos”
El dirigente ucraniano dijo haber conversado igualmente con su homólogo francés, Emmanuel Macron, con quien intercambió “puntos de vista sobre la situación diplomática”.
Tras esta conversación, Macron afirmó en la red X que “el futuro de Ucrania no puede decidirse sin los ucranianos”.
I have just spoken again with President Zelensky, as well as with Chancellor Merz and Prime Minister Starmer.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) August 9, 2025
We remain determined to support Ukraine, working in a spirit of unity and building on the work undertaken within the framework of the Coalition…
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que mantuvo una conversación con Zelenski en la que le expresó su “pleno apoyo” y abogó por “una paz justa y duradera que respete la independencia y la soberanía de Ucrania”.
Los asesores de seguridad nacional de los aliados de Kiev, incluidos Estados Unidos, los países de la UE y Reino Unido, se reúnen este sábado en Reino Unido para armonizar sus puntos de vista antes de la cumbre entre Putin y Trump.
Las tres rondas de negociaciones entre Rusia y Ucrania celebradas este año no dieron frutos, y sigue sin estar claro si una cumbre contribuirá a acercar la paz.
La invasión rusa de Ucrania, lanzada en febrero de 2022, ha dejado decenas de miles de muertos, millones de desplazados y grandes destrozos.
Putin se ha resistido a los múltiples llamamientos de Estados Unidos, Europa y Ucrania para que se declare un alto el fuego.
Zelenski presiona para que se celebre una cumbre a tres bandas y afirmó en numerosas ocasiones que reunirse con Putin es la única forma de avanzar hacia la paz, pero este último descartó conversar con Zelenski en este momento.
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Lejos de la guerra
La cumbre en Alaska, territorio que Rusia vendió a Estados Unidos en 1867, sería la primera entre los presidentes en ejercicio de Estados Unidos y Rusia desde que Joe Biden se reunió con Putin en Ginebra en junio de 2021.
Alaska está “muy lejos de esta guerra, que se libra en nuestra tierra, contra nuestro pueblo”, declaró Zelenski sobre la ubicación de la reunión.
Trump y Putin se reunieron por última vez en 2019 en una cumbre del G20 en Japón durante el primer mandato del estadounidense, aunque han hablado por teléfono en varias ocasiones desde enero.
Avance ruso
Después de más de tres años de combates, las posiciones ucranianas y rusas siguen siendo irreconciliables.
Sobre el terreno, los enfrentamientos y ataques mortales continúan, con lanzamientos mutuos de drones durante la noche, y el ejército ruso sigue avanzando en el este frente a un adversario menos numeroso y peor equipado.
El ejército ruso afirmó haber tomado Yablonovka, una aldea de la región de Donetsk, escenario de los combates más intensos en el este y una de las cinco regiones que Putin considera parte de Rusia.
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Las fuerzas rusas amenazan importantes posiciones ucranianas en Donbás, entre ellas la ciudad de Pokrovsk, una pieza clave para la logística de las tropas de Kiev.
En la región de Donetsk, cuatro personas murieron este sábado tras bombardeos rusos y otras dos en la región de Jersón, en el sur, informaron las respectivas autoridades. Estos ataques han dejado una veintena de heridos.
¿Qué pide Rusia para poner fin al conflicto?
Moscú exige que Ucrania ceda cuatro regiones parcialmente ocupadas (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón), además de Crimea, anexionada en 2014, y que renuncie a los suministros de armas occidentales y a cualquier adhesión a la OTAN.
Estas exigencias son inaceptables para Ucrania, que exige la retirada de las tropas rusas de su territorio y garantías de seguridad occidentales. Esto incluiría más suministros de armas y el despliegue de un contingente europeo, a lo que Rusia se opone.
25 años de tensas relaciones entre Putin y los presidentes de Estados Unidos
Vladimir Putin, que se reunirá con Donald Trump, ha mantenido relaciones turbulentas con los cinco presidentes estadounidenses con los que ha tratado tras su llegada al poder a finales de 1999.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha llevado a cabo un acercamiento sin precedentes con el mandatario ruso, en un intento por poner fin al conflicto con Kiev al tiempo que afirma querer mantener la presión sobre Moscú.
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Bill Clinton: el peso de Kosovo
Si bien las relaciones entre el entonces presidente ruso, Boris Yeltsin, y su homólogo estadounidense, Bill Clinton, eran cordiales, la guerra de Kosovo empañó la luna de miel posterior a la Guerra Fría.
Desde la dimisión de Yeltsin el 31 de diciembre de 1999, Washington desconfía de su delfín, Putin. Es “un hombre duro (...) muy decidido, orientado a la acción”, dijo por esos días quien era la encargada de la diplomacia estadounidense, Madeleine Albright. “Tendremos que vigilar sus acciones con mucha atención”.
Sin embargo, durante la primera cumbre Clinton-Putin en junio de 2000, el estadounidense elogió en público a un presidente capaz de construir una Rusia “próspera y fuerte, protegiendo al mismo tiempo las libertades y el Estado de derecho”.
George W. Bush: de la camaradería a la desconfianza
Tras su primer encuentro, el 16 de junio de 2001, George W. Bush afirmó haber mirado al presidente ruso a los ojos: “Pude percibir su alma: la de un hombre profundamente dedicado a su país (...) Lo considero un líder extraordinario”.
Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Putin, que había iniciado la segunda guerra de Chechenia, ofreció inmediatamente al presidente Bush su solidaridad en la “guerra contra el terrorismo”.
Pero en diciembre de 2001, Washington se retiró del tratado antibalístico ABM de 1972 para crear un escudo antimisiles en Europa oriental, criticado por Moscú.
En 2003, Rusia también condenó la invasión estadounidense de Irak y, un año más tarde, denunció la influencia de Washington en la “revolución naranja” de Ucrania.
Barack Obama: un “reinicio” fallido
En 2009, el presidente Barack Obama lanzó un “reinicio” de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Un año antes, Putin se había convertido en primer ministro de Dmitri Medvédev, su hombre de confianza.
“Lo que me interesa es tratar directamente con mi homólogo, el presidente, y tender la mano al primer ministro Putin”, declaró el entonces mandatario estadounidense en Moscú durante su primera visita a Rusia en julio de 2009.
A pesar de los éxitos iniciales, como la firma en 2010 de un nuevo tratado de desarme nuclear, el intento fracasó.
En agosto de 2013, Moscú concedió asilo político al fugitivo estadounidense Edward Snowden. Pocos días después, Obama, lamentando el retorno a “una mentalidad de Guerra Fría”, canceló una cumbre con Putin, quien ya había vuelto a ser presidente.
La anexión rusa de Crimea en 2014 y las sanciones económicas decretadas contra Moscú, seguidas de la intervención de Rusia en Siria en 2015, lastraron aún más las relaciones bilaterales.
Donald Trump: el fantasma del “caso ruso”
En su primera campaña presidencial, Donald Trump prometió restablecer las buenas relaciones con Rusia. Tras su elección, se vio lastrado por las acusaciones de injerencia rusa en los comicios.
“El presidente Putin acaba de decir que no fue Rusia (...). Y no veo por qué habría de serlo”, aseguró a pesar de las conclusiones del FBI en una conferencia de prensa en julio de 2018 con Putin.
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Ante la polémica que sacudió incluso a su propio bando republicano, afirmó haberse expresado mal.
“Me gusta Putin, él me aprecia. Nos llevamos bien”, volvió a decir en septiembre de 2020 durante un discurso de campaña.
Joe Biden: Ucrania e insultos
La relación entre Joe Biden y Putin se anunciaba tensa. Incluso antes de que el estadounidense asumiera el cargo, el ruso calificó a su futura administración de “rusófoba”.
La invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022 marca un punto de no retorno.
Biden rompió inmediatamente los contactos y se posicionó del lado de Ucrania. Washington proporcionó bajo su mandato cerca de 70.000 millones de dólares en ayuda militar a Kiev.
El presidente estadounidense no escatimó en calificativos hacia su homólogo, al que tildó sucesivamente de “asesino”, “criminal de guerra” o “tirano”.
