En el 2013, después de cuatro años de vivir en isla Colón (Bocas del Toro, Panamá), el empresario y ambientalista canadiense Robert Bezeau tuvo la idea de acumular un millón de botellas de plástico y construir una inmensa "tierra flotante" en esta zona.
Sin embargo, algunos de sus amigos le desalentaron y le advirtieron que iba a tener problemas con las autoridades ambientales, pues cada vez que vieran botellas plásticas en el mar asumirían que estas provenían de su isla.
Ante esto, Bezeau decidió esperar un tiempo para ver si se le ocurría otro plan para reutilizar las botellas plásticas que ya había recolectado.
El 5 de agosto del año pasado, mientras dormía, soñó que se encontraba en un pueblo en el que las casas estaban hechas de ese material. Tanto le entusiasmó la idea que enseguida aprovechó la oportunidad de materializarla.
Así planeó construir toda una comunidad que utilizaría botellas de plástico dentro de su estructura.
La aldea se denominará Plastic Bottle Village (Aldea de botellas de plástico, en español) y se ubicará en un terreno de 330.000 metros cuadrados. Podría estar totalmente lista en alrededor de 10 años, pero Bezeau espera que en menos de ese tiempo.
La idea es construir 15 o más casas al año, según la demanda.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/ZEYNGW6A4RDVTG3QSF4OMWGSEY.jpg)
Se construirán un total de 120 viviendas. Esta es la cuarta casa, aún en construcción. (Plastic Bottle Village para LN)
Ya hay algunas casas
Bezeau le explicó a La Nación que el proyecto se divide en dos partes. La primera consiste en 120 viviendas privadas, destinadas a la venta o alquiler. Ya se han levantado tres casas que sirvieron como prototipo y en este momento están construyendo la cuarta.
La otra iniciativa será un centro turístico, denominado Sea & Tree Vacation. En este, las personas podrán vivir unos días en las casas, las cuales estarán ubicadas cerca de la naturaleza para contemplar árboles, aves tropicales y monos.
Además, las viviendas contarán con muebles también hechos de botellas de plástico.
Los turistas, de igual manera, tendrán la oportunidad de pasar algunos días en un hogar de plástico que flotará en el mar para completar su experiencia en una zona tropical y bajo una visión sostenible.
Todo el concepto de este pueblo está dirigido a "ciudadanos conscientes del mundo", dijo Bezeau.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/AJZ7MORVSNHB5BEQSBHCCUA6EE.jpg)
Las botellas de plástico se colocan en estructuras de acero, que luego son cubiertas con concreto. (Plastic Bottle Village para LN)
¿Cómo se edifican las viviendas?
Bezeau, de 66 años y quien se mudó a Panamá en noviembre del 2007, detalló que las botellas de plástico se colocan en estructuras de acero que se cubren de concreto por ambos lados.
“El concepto es usar la menor cantidad de materiales posible. Solo empleamos varillas de acero, mallas metálicas de acero, botellas de plástico y concreto”, precisó.
Según el empresario, este tipo de material es resistente a temblores, es un aislante de temperatura, tiene un menor costo, se construye rápidamente y se puede diseñar de manera ecológica.
Una casa completa de dos pisos -de 140 metros cuadrados por nivel, 280 metros cuadrados en total- tendría un costo aproximado de $70.000, calculó.
Una vez que la casa esté finalizada no se verán las botellas. Para los incrédulos, se dejará un pequeño espacio con algunas expuestas y se colocará vidrio en lugar de concreto.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/QNLBKSZI4RFQLACWIBNJALZIYA.jpg)
Este fue el primer prototipo realizado. En este momento se construye la cuarta casa, que sí será totalmente completada, tras perfeccionarse el método de edificación. (Plastic Bottle Village para LN)
¿De dónde salió tanto plástico?
Bezeau fue acumulando el millón de botellas plásticas que se están usando para la iniciativa gracias a diversos programas de reciclaje.
En el 2012 condujo un estudio sobre la basura de Bocas del Toro en el que trabajaron 15 empleados por un período de seis meses.
La labor de los colaboradores consistió en abrir alrededor de 6.000 bolsas plásticas que eran remitidas al basurero de la municipalidad y segregar el plástico, vidrio, aluminio, latas y cartón. De allí provino el 50% de las botellas.
Posteriormente, empezó a recolectar -en un camión, dos veces por semana- botellas plásticas de hoteles y restaurantes del área, con el apoyo de un conductor que servía de voluntario y de tres empleados. De aquí provino el otro 50% del material.
LEA: Costa Rica apuesta por materiales reciclados para construir edificios y mobiliario
Tejas de plástico con sello tico
En Costa Rica también existe una iniciativa que recicla plástico para ser utilizado en el levantamiento de techos.
Se trata de la empresa Agua Costa Rica, cuya agua se adquiere en algunos supermermecados con la opción de retornar las botellas al sitio de compra. Luego, estas son empleadas como tejas para techos en comunidades que lo requieran.
Uno de los primeros proyectos de la empresa es un tragaluz, que se encuentra instalado en la biblioteca de la Escuela Linda Vista, en Río Azul, en el cantón de La Unión.
La construcción se empezó a trabajar en noviembre del año pasado, se montó en diciembre y se inauguró en el inicio del curso lectivo del 2016.

"Es una comunidad de bajos recursos. Resulta que los muchachos de la asociación de empleados en el Hotel Hyatt Place -en Momentum Pinares- se acercaron a la escuela y querían hacer una donación de una biblioteca.
"Cuando llegaron a conocer el lugar, se dieron cuenta de que la habitación que la escuelita había asignado para el uso de la biblioteca era muy caliente y oscura... Nos contactaron y nos preguntaron si teníamos material listo para ejecutar un techo y les dijimos que sí", narró Marianella Rodríguez, encargada de mercadeo y ventas de Agua Costa Rica.

Otro proyecto que está desarrollando la empresa es la construcción de paradas de buses con botellas de plástico en San Carlos.