Tegucigalpa, Honduras. El narcotráfico que mueve hilos de la política, unas fuerzas armadas cercanas a la izquierda en el poder y la cruzada antimigrantes de Donald Trump configuran las claves detrás de las elecciones del domingo en Honduras.
Los comicios se efectuarán bajo tensión porque los tres candidatos presidenciales favoritos se acusan de planear un fraude. Se trata de los derechistas Salvador Nasralla (Partido Liberal, PL) y Nasry Asfura (Partido Nacional, PN), y de la izquierdista Rixi Moncada (partido Libre, en el poder).
Además de presidente, los hondureños elegirán diputados y alcaldes para los próximos cuatro años.

La era Trump
A diferencia de hace cuatro años cuando llegó la izquierda al poder, esta vez Honduras sufre los embates de la política antiinmigrantes de Trump.
Estados Unidos ha deportado a 27.000 migrantes hondureños en 2025 y revocó el Estatus de Protección Temporal (TPS) a 51.000. Honduras, donde seis de cada diez personas son pobres, recibió 10.000 millones de dólares en remesas en 2024 (27% del PIB).
“Vendrán tiempos difíciles y paradójicamente los candidatos no tocan ese tema”, afirmó Manuel Orozco, director del programa Migración de Diálogo Interamericano.
Cada candidato ha lanzado, de acuerdo con su ideología, algún gesto hacia Trump.
Moncada dice que respetará el tratado de extradición con Estados Unidos, puesto en duda en su momento por Castro.
Nasralla prometió romper con Venezuela y, al igual que Asfura, un mejor diálogo con Washington. Ambos derechistas expresaron disposición de acercarse a Taiwán, luego de que Castro restableciera relaciones con China en 2023.
Honduras, al igual que Nicaragua, fue excluida este año de una gira del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, por Centroamérica.
El martes, en una reunión de la OEA, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, pidió exigir en Honduras un proceso electoral “libre de fraude y violencia”. Washington advirtió que si hubiera perturbaciones al proceso electoral responderá “con firmeza”.

Intervención de Trump en elecciones
El presidente Donald Trump intervino este viernes en la política de Honduras al indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado por narcotráfico, y amenazar con un recorte de la ayuda al país centroamericano si su candidato preferido pierde las presidenciales del domingo.
Trump anunció el indulto a Hernández, que cumple una condena de 45 años de cárcel en Estados Unidos, en una publicación en redes sociales.
El mandatario añadió en el mensaje que apoyaba a Nasry Asfura, el candidato del partido derechista de Hernández en los comicios hondureños.
“Si no gana, Estados Unidos no malgastará más dinero, porque un líder equivocado solo puede traer resultados catastróficos a un país, sea cual sea”, dijo Trump en su plataforma Truth Social.
Asfura, un magnate de la construcción de 67 años y exalcalde de la capital hondureña, compite en una carrera reñida contra la abogada Rixi Moncada, del gobernante partido Libre (izquierda), y el presentador de televisión Salvador Nasralla, del derechista Partido Liberal.
Hernández, presidente de Honduras de 2014 a 2022, fue extraditado a Estados Unidos pocas semanas después de dejar el cargo.
En marzo de 2024, un jurado de Nueva York lo declaró culpable de haber facilitado el ingreso a Estados Unidos de cientos de toneladas de cocaína -principalmente de Colombia y Venezuela- a través de Honduras.
Según la justicia estadounidense, esos hechos comenzaron en 2004, mucho antes de que Hernández fuera presidente.
El fiscal general del expresidente Joe Biden, Merrick Garland, dijo tras la sentencia de Hernández el año pasado que el dirigente había “abusado de su poder para apoyar una de las conspiraciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo”.
Trump escribió en Truth Social que Hernández había sido “tratado de forma muy dura e injusta”, según muchas personas a las que respeta.
Además, la candidata oficialista para las elecciones presidenciales del domingo en Honduras, Rixi Moncada, denunció este sábado acciones “injerencistas” del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los comicios.

Las Fuerzas Armadas
Ejecutores hace 16 años del golpe de Estado de la derecha que derrocó a Manuel Zelaya, esposo de la actual gobernante Xiomara Castro, los militares tienen ahora una estrecha cercanía con la familia presidencial de izquierda.
Hace unas semanas las Fuerzas Armadas pidieron al Consejo Nacional Electoral (CNE) acceso a las actas para verificar el conteo de votos, aunque la Constitución solo los faculta para custodiar el material de los comicios.
“Es preocupante porque actualmente responden a la presidenta” y esa “extralimitación de funciones” pondría los comicios “en un escenario muy adverso”, dijo a AFP la directora para Centroamérica de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Ana María Méndez.
Pese a ser rechazada por el CNE, la solicitud hizo temer una intromisión de los militares a favor del partido Libre si surgen alegatos de fraude el domingo, más aún en ausencia de un árbitro independiente pues el órgano electoral está politizado.
Castro estuvo a punto de cancelar el tratado de extradición con Estados Unidos, luego de que Washington criticara una reunión de la cúpula castrense hondureña con un general venezolano que acusa de narcotráfico.
Castro, aliada del presidente venezolano Nicolás Maduro, sospecha que la Casa Blanca busca la extradición de militares leales al gobierno para incitar otro golpe de Estado.
Influencia narco
Aunque el gobierno y los candidatos presidenciales se desmarcan del narco, desde hace años los carteles locales Los Cachiros y los Valle Valle influyen en la política hondureña.
“Hay políticos, diputados y alcaldes de los tres partidos que están metidos. El narcotráfico no distingue” ideologías, comentó a la AFP el exagente de la DEA Mike Vigil.
Acusado de hacer de Honduras una superautopista para la cocaína y un narco-Estado, el expresidente Juan Orlando Hernández, máxima figura del PN, fue extraditado a Estados Unidos y condenado en 2024 a 45 años de cárcel.
En el PL, el poderoso dirigente Yani Rosenthal, candidato presidencial en 2021, cumplió condena en Estados Unidos por lavar dinero del narco.
Y en 2024 se filtró un video donde aparece el diputado Carlos Zelaya, hermano del expresidente, reunido con capos en una supuesta negociación de aportes a la campaña de Libre de 2013. El gobierno negó tener conocimiento de ello.
“Los narcotraficantes tratan de manipular las elecciones porque no pueden funcionar si no tienen la protección de ciertos políticos”, alertó Vigil.
