Indígenas de Ecuador piden liberación de líder arrestado en protestas

Iza, presidente de la poderosa y opositora Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), fue arrestado en la madrugada del martes entre forcejeos con policías y militares, según un video divulgado por la organización, que entre 1997 y el 2005 participó en revueltas que derrocaron a tres presidentes.

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El mandatario conservador Guillermo Lasso denunció, en un video por Twitter, que la víspera se produjeron “actos vandálicos” como invasiones de productoras agrícolas y el ataque a una instalación de bombeo de petróleo en la selva amazónica. Este último hecho fue negado por varios ministros del área de seguridad la noche del lunes.

La Conaie, que en el 2019 encabezó más de una semana de violentas manifestaciones contra el gobierno que dejaron once muertos, reclama rebajas en los precios de combustibles y la renegociación de las deudas de los campesinos con la banca. También protesta por la falta de empleo y la entrega de concesiones mineras en territorios de aborígenes, y exige el control de precios de los productos agrícolas.

Iza espera una audiencia de juzgamiento en Latacunga, en cuya jurisdicción fue arrestado para ser trasladado en principio a Quito. En un video divulgado por el ministerio del Interior se observa al líder indígena de pie, luciendo un sombrero y poncho rojo, y a un policía que le dice que fue detenido por “sabotaje”, un delito sancionado con hasta diez años de cárcel.

El arresto se hizo “de manera violenta”, expresó a periodistas Lenin Sarzosa, abogado del dirigente de la nacionalidad kichwa-panzaleo. Según autoridades, otros cuatro manifestantes también fueron detenidos en Quito. En la aldea San Miguel del Común, en el norte de Quito y donde la gente protesta, Yolanda Guamán clamaba a los policías que se apostaron en la vía por la liberación de los capturados.

“Pedimos de favor que se suelte a nuestro compañero (Iza) y también a cuatro compañeros muchachos que fueron sacados (...) a la fuerza” de San Miguel del Común, expresó a la AFP Guamán. Junto a ella estaba un grupo de manifestantes que le prendió fuego a una camiseta de la campaña electoral de Lasso.

Caos y vandalismo

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Las manifestaciones, convocadas por la Conaie, se mantienen en al menos once de las 24 provincias ecuatorianas, incluidos los accesos a Quito, según el estatal Servicio Integrado de Seguridad ECU911. La Policía no ha reportado enfrentamientos. En el sur de la capital, ramas y neumáticos envueltos en llamas impedían el paso de vehículos, constató la AFP.

El ministro del Interior, Patricio Carrillo, dijo en una rueda de prensa que la “estrategia” de los manifestantes es “paralizar, saquear, secuestrar, agredir”, de tal manera que “el desorden, el caos, el vandalismo sea lo que genere el desasosiego social ante un gobierno que trata de generar las oportunidades para los ecuatorianos”.

Cuatro policías en Quito y un fiscal en la provincia de Cotopaxi (cuya capital es Latacunga) fueron retenidos temporalmente por manifestantes, de acuerdo con autoridades. La oenegé de derechos humanos Inredh consideró que la detención de Iza, un ingeniero ambiental de 39 años, “provocará mayor indignación y una ola de violencia”.

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Lasso en su alocución enfatizó: “Quienes cometan actos vandálicos van a responder ante la justicia”. Autoridades estimaron que unas 6.000 personas llegaron a participar en las protestas del lunes a nivel nacional, ante lo cual Iza había expresado que el Ejecutivo está “minimizando” las manifestaciones y advirtió que éstas seguirán de manera “indefinida”.

La Conaie, que ha asistido a varios diálogos infructuosos con el gobierno de Lasso, plantea que los precios de los combustibles se reduzcan a $1,50 para el galón de 3,78 litros de diésel y a $2,10 para la gasolina de 85 octanos. Entre mayo del 2020 y octubre del 2021, los precios eran revisados mensualmente, por lo que el diésel casi se duplicó (de $1 a $1,90) y la gasolina corriente subió un 46% (de $1,75 a $2,55).

En octubre pasado, Lasso —un exbanquero de derecha que asumió el poder hace un año— fijó aumentos antes de congelarlos, lo que avivó el descontento de los pueblos originarios, que componen al menos un millón de los 17,7 millones de ecuatorianos.