El precio del dólar experimenta una situación atípica en la historia de Costa Rica: una caída de casi tres años consecutivos, tan pronunciada que los registros de hoy se comparan con los de hace más de 10 años.
Los precios actuales del dólar, sin embargo, están lejos de los más bajos en la historia del país. Eso sería una exageración imprudente.
Por el contrario, basta con recordar que el dólar se tasaba en ¢5,6 por unidad en 1945 o que, apenas a inicios de este siglo, todavía se situaba cerca de los ¢300.
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En este Explicador, le mostramos la evolución histórica del precio del de la moneda estadounidense y le ponemos en contexto el tamaño del fenómeno que vivimos en la actualidad.

Una nota metodológica: Para este artículo utilizamos como referencia los datos del artículo académico “Tipo de cambio: Políticas cambiarias aplicadas en Costa Rica, 1960-2020″, publicado por la académica Rosa María Vindas-Chaves en la Universidad Estatal a Distancia (UNED). Asimismo, se utilizan las bases de datos más recientes del Banco Central de Costa Rica (BCCR) para complementar la información con los registros actuales.
Valor actual
El tipo de cambio volvió a situarse cerca de los ¢500 por dólar después de más de 10 años. Esto ocurrió luego de la ya citada caída de los precios del dólar de los últimos tres años.
La última vez que tuvimos registros similares fue en 2014, cuando Laura Chinchilla todavía era presidenta de Costa Rica y la Selección Nacional de Fútbol apenas se preparaba para jugar el Mundial de Brasil.
¿Cómo volvimos al precio del dólar de 2014?
Los precios de la divisa norteamericana cayeron abruptamente desde mediados de 2022. Aquel año, el valor del dólar llegó a su máximo histórico y se acercó a los ¢700 por unidad; sin embargo, desde entonces ha retrocedido más de un 25%.
Esa pronunciada caída se explica por una multiplicidad de motivos, desde cambios estructurales de la economía costarricense en los últimos años hasta cuestiones coyunturales como la pandemia de la covid-19 que sacudió al mundo a inicios de la presente década y cuyos efectos no se dejan de percibir desde entonces. Al menos así lo explicaron varios economistas consultados por La Nación para publicaciones recientes.
José Luis Arce, director de la firma de asesoría FCS Capital, señaló factores como los ingresos sostenidos de inversión extranjera directa (IED) y el crecimiento también sostenido de las exportaciones; mientras que Marco Otoya, director del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (UNA), apuntó al impacto de la emergencia sanitaria por el coronavirus. Ese fenómeno primero redujo considerablemente la entrada de dólares al país por el golpe que significó para las exportaciones y el turismo (es decir, afectó el precio del dólar al alza); pero, ahora que pasó, genera el fenómeno contrario.
Otro efecto de la pandemia fue el que se originó con la crisis inflacionaria que la prosiguió, y la consecuente subida de las tasas de interés para frenarla. Esto también ha incidido en la demanda de dólares y lo sigue haciendo.
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Momentos históricos
A pesar de que el dólar de hoy vale lo mismo que el dólar de inicios de 2014, la situación actual es incomparable con la de tiempos más lejanos.
Basta con decir que el tipo de cambio de ¢5,6 por dólar que se registraba en 1945 tendría que multiplicarse por 90 veces para alcanzar los niveles de hoy.
En aquella época, sin embargo, la moneda norteamericana era raramente utilizada por el público en general y usualmente se relacionaba más con la actividad gubernamental.
No obstante, el precio del dólar subió rápidamente a partir de la crisis de los años 1980 y el trabajo para estabilizarlo tomó varias décadas.
¿Qué tan rápido subió el precio del dólar? Una buena referencia es revisar los momentos históricos en los que el precio de la divisa superó las barreras de los ¢50, los ¢100, los ¢300 o los ¢500.
El precio del dólar:
— Superó los ¢50 en junio de 1985
— Superó los ¢100 en noviembre de 1990
— Superó los ¢200 en marzo de 1996
— Superó los ¢300 en febrero de 2000
— Superó los ¢400 en julio de 2003
— Superó los ¢500 en julio de 2006
En palabras más sencillas, el precio de la moneda norteamericana se multiplicó por 10 entre 1985 y 2006.
La crisis de los años 1980 derivó fuertes devaluaciones del colón frente al dólar en los 1980 y 1981, y luego en devaluaciones menores pero sostenidas hasta inicios de este siglo. De hecho, el país aplicó un sistema que precisamente se conoció como “minidevaluaciones”, el cual consistía en hacer subir el precio de la moneda norteamericana “en forma gradual y en cantidades relativamente pequeñas, en lugar de las devaluaciones discretas y aisladas” hasta alcanzar cifras relativamente adecuadas en cuanto a paridad de poder adquisitivo.
Así lo explicó el exgerente del Banco Central, Felix Delgado, en un libro que publicó la Academia de Centroamérica cuando el país se disponía a dejar atrás las minidevaluaciones, en 2006. Según redactó, el objetivo era llegar a un tipo de cambio lo más neutral posible para los intereses de los sectores a los que más les importaba el asunto (los exportadores y los importadores), cuyos intereses son contrapuestos.
Ese modelo coincidió con el crecimiento del uso del dólar por parte de la población en general. El público fue acercándose cada vez más, conforme el país fue cambiando su modelo productivo y abrió su economía.
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Nota aclaratoria: Los intereses del sector importador y el exportador (incluido el turismo) se contraponen por una razón sencilla. Un precio bajo del dólar supone para un importador gastar menos colones a la hora de comprar sus mercancías en dólares; mientras que, para un exportador, implica recibir menos colones cuando logra vender sus productos o servicios en dólares. En cambio, con un valor del dólar más alto, la situación es la contraria.
La historia más reciente
Una vez superado el proceso de minidevaluaciones, a mediados de los 2000, Costa Rica entró en una etapa de relativa estabilidad; y los precios del dólar usualmente oscilaron entre los ¢500 y los ¢600.
En el país primero se aplicó un modelo de fijación del tipo de cambio de bandas cambiarias, el cual se mantuvo por ocho años. El sistema establecía montos mínimos y máximos en los que se podía situar el precio del dólar, según la oferta y la demanda.
Sin embargo, dicho sistema se planteó como un esquema de transición.
Con la salida del modelo de bandas, llegó el sistema de flotación administrada que sigue vigente. Este se planteó para permitir que el precio del dólar suba o baje según condiciones de oferta y demanda, sin la existencia de límites artificiales, aunque siempre dejando que el Banco Central intervenga en el mercado cuando lo considere pertinente para evitar fluctuaciones abruptas.
Esa intervención ha sido cuestionada por entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha subrayado varias veces en comentarios para el país que “la intervención cambiaria frecuente puede obstaculizar el desarrollo del mercado cambiario, incentivar la dolarización y debilitar la transmisión de la política monetaria”.
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