La Financiera Desyfin, entidad declarada inviable y en proceso de cierre, quedó debiendo miles de millones de colones de fondos públicos al Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD).
Se trata de ¢4.388 millones que el SBD había entregado a Desyfin para que otorgara créditos con tasas de interés preferenciales a pequeñas y medianas empresas. La financiera se encargaba de formalizar los préstamos y cobrar las cuotas, a cambio de una ganancia.
Los recursos provienen del Fondo Nacional para el Desarrollo (Fonade), administrado por Banca para el Desarrollo.
“Desyfin mantiene una deuda con el Fonade, bajo un esquema de segundo piso, forma en que se trabaja con los operadores financieros del Sistema de Banca para el Desarrollo”, confirmó Marlene Villanueva Sánchez, directora ejecutiva interina del SBD.
Bajo ese esquema de segundo piso, la institución financiera no trata directamente con los usuarios de los créditos otorgados, sino que transfiere esas colocaciones mediante otras entidades.
Es decir, el SBD otorga el financiamiento a través de algunos operadores financieros; en este caso, Desyfin. Para optar por los créditos, solo es posible hacerlo mediante uno de los intermediarios autorizados, que ofrecen programas para la colocación de recursos.
Se pagaría al SBD con cartera de crédito
Los recursos otorgados por Banca para el Desarrollo a Desyfin son privilegiados, lo que significa que su pago está completamente garantizado en el proceso de resolución de Desyfin.
Sin embargo, existen negociaciones para que, en lugar de recibir el dinero en efectivo, a la institución pública se le traslade cartera crediticia dada en garantía por la Financiera.
El Fonade, cuyos fondos provienen principalmente de fideicomisos de entidades públicas, cuenta con un patrimonio autónomo, administrado por la Secretaría Técnica del Consejo Rector del SBD. Este fondo se creó mediante una ley del 14 de febrero del 2019 e inició operaciones en octubre de ese mismo año.
Sus recursos se utilizan como capital para el financiamiento de operaciones crediticias, de factoraje financiero, arrendamiento financiero y operativo, microcréditos y proyectos del sector agropecuario.
También se utilizan como capital para el otorgamiento de avales que respalden créditos otorgados por los participantes e integrantes del SBD, y para servicios no financieros y de desarrollo empresarial, como capacitaciones, asistencia técnica, elaboración de estudios, investigación y desarrollo.
Además, los recursos se emplean para capital semilla y de riesgo, para financiar primas del seguro agropecuario y otras actividades. El SBD también cuenta con dos fuentes de recursos más: el Fondo de Crédito para el Desarrollo (FCD) y el Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (Fofide).
El monto adeudado al Fonade, con corte a marzo, fue publicado por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) en el acuerdo mediante el cual se aprobó el método de resolución para Financiera Desyfin. Este implica el pago directo a ahorrantes y acreedores, sin que medie una tercera entidad que asuma los activos y pasivos.
Con corte a junio, el saldo de la cartera con recursos del SBD asciende a ¢935.876 millones y cuenta con 47.920 clientes. Solamente en Fonade, la suma de préstamos es de ¢196.651 millones.
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La negociación
La Administración de Resolución de Desyfin confirmó que existe un crédito privilegiado; sin embargo, señaló que no es posible identificar a la entidad involucrada, en apego al secreto bancario.
No obstante, en el acuerdo de Conassif publicado en el diario oficial La Gaceta, el pasado 4 de julio, se menciona que se “debe proceder con el pago del crédito privilegiado con el Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD)”.
El equipo de resolución indicó que, tal como acordó el Conassif al aprobar el mecanismo de resolución, actualmente se encuentran en un proceso de negociación con la entidad para cancelar la deuda mediante dación en pago; es decir, con la entrega de cartera de crédito que respalda la operación.
El pasado 7 de julio, Rodolfo González, resolutor adjunto de Financiera Desyfin, confirmó a La Nación que las negociaciones para que la entidad asuma cartera de crédito en lugar de recibir un pago en efectivo están avanzadas.
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Sin embargo, González no reveló el monto ni la entidad involucrada. El Conassif ordenó reservar el monto correspondiente al crédito privilegiado, mientras se valora realizar la cancelación de la deuda mediante dación en pago, con el propósito de “maximizar el efectivo que pueda distribuirse a los ahorrantes”.
La directora ejecutiva interina del SBD manifestó que, en relación con los mecanismos de cancelación de la deuda, se realizan todas las gestiones dentro del marco legal, con el objetivo de velar por la recuperación de los recursos públicos del Fonade.
La Nación también consultó por qué se valoró esta negociación en lugar de la recepción del dinero y si, en caso de recibir créditos, los negociaría con otra entidad o cómo gestionaría esta cartera.
Además, se preguntó si serían suficientes los eventuales préstamos que asumirían para saldar la deuda y cubrir posibles gastos administrativos. Sin embargo, el SBD únicamente indicó que se velará por recuperar los recursos.
Cartera de crédito
Una de las particularidades de la Financiera Desyfin es que su cartera crediticia no está altamente deteriorada. Este activo, que es su principal, ascendía a ¢100.009 millones en abril pasado.
Para ese mes, el 72% de los préstamos registraba morosidad menor a 90 días; solo el 28% restante superaba ese plazo. Uno de los factores que ha evitado el deterioro es que, desde el inicio de la resolución, se han ejecutado procesos importantes de cobro.
A inicios de julio, el resolutor adjunto de Desyfin comentó que los principales clientes de la cartera eran pequeñas y medianas empresas, sobre todo en servicios de factoreo y arrendamientos.
A mayo del 2025, los activos de Desyfin sumaban ¢176.611 millones, incluyendo recursos destinados al pago de ahorrantes. Una vez efectuados esos pagos, quedarían ¢107.250 millones en activos, entre ellos el edificio central, otros bienes y la cartera de crédito.
Desyfin fue intervenida por orden del Conassif, el 13 de agosto de 2024. La decisión se fundamentó en un informe de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), el cual reveló deficiencias en la gestión de la cartera de créditos y debilidades en la administración de la financiera.

