El 2 de setiembre del 2015, tuve la oportunidad de participar en un foro organizado por la Asamblea Legislativa: Política Fiscal y Perspectivas Nacionales. Vista la coyuntura en la que estamos, aporto cuatro conceptos que entonces expuse.
Para comenzar, la discusión fiscal no debe siempre iniciar por la discusión de impuestos, pero esta es inevitable, luego, tenemos que hacer las cosas de forma diferente a la que hemos intentado desde hace casi 20 años pues arreglar esto, urge.
Primer concepto: el sistema debe generar suficientes recursos, con potencia recaudatoria mediante un IVA (impuesto al valor agregado) y con normas de cierre a nivel de impuesto de renta.
Segundo concepto: el sistema debe generar adhesión de la ciudadanía al ser percibido como justo, persiguiendo la evasión, no a la producción, y eliminando, en la medida de lo posible, las exenciones.
Tercer concepto: debe ser un mecanismo de política fiscal para que suba impuestos en épocas de bonanza y los baje en épocas de crisis.
Cuarto concepto: debe ser sencillo, de fácil comprensión para el ciudadano medio.
Luego, cuatro acciones en que un futuro gobierno debe concentrarse: 1. Reducción significativa del Estado (programa CERRAR) 2. Pasar el IVA generalizado y con la menor cantidad de exenciones posibles. 3. Reformar el impuesto de renta para que incentive generación de empleos, mejore la competitividad de las empresas (créditos por capacitación e investigación) y genere controles (crédito por pagos a médicos e hipotecas). 4. Un remozamiento del Código Tributario y la creación de una Agencia Autónoma que dependa del Congreso o la Contraloría.
Con este 4x4 podríamos avanzar sin quedarnos atorados, como nos hemos quedado en los últimos 20 años que hemos intentado una reforma fiscal, sin éxito.