Quizás le ha pasado. Busca una cerveza artesanal y se tiene que enfrentar a una góndola o cámara fría llena –más bien repleta– de bebidas enlatadas o embotelladas con coloridas etiquetas y sugestivos nombres.
“Es cierto, el mercado está saturado”, así lo aceptó Fernando Mora, presidente de la Asociación de Cerveceros Artesanales de Costa Rica (Acacr). Pero, no todo está perdido para un sector que ha crecido como la espuma desde el 2010, y que apuesta por la diversificación y la innovación para alcanzar un único objetivo: expandirse dentro y fuera del país.
Para poner en contexto esta situación basta con acercarse a la sección de bebidas de una cadena minorista como Automercado, en la que se ofrecen 70 tipos diferentes de cervezas artesanales. Eso sí, la sobreoferta no es mala para los puntos de venta.
“Percibimos que la categoría se mantiene fuerte y competitiva, y gracias a la alta variedad de opciones que se maneja, las personas varían su consumo de una a otra”, comentó José Alberto Mora, gerente del Departamento de Compras de esta marca de supermercados.
Pero, ¿qué pasa con los productores quienes fabrican una cerveza que debe competir, por ejemplo, contra otras 69 bebidas similares en el supermercado?
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La ruta de la sobreoferta
El boom de estas bebidas permitió la consolidación de algunas casas cerveceras como Costa Rica’s Craft Brewing Company y Treintaycinco, ambas fueron pioneras en la apertura del mercado en el país en los últimos nueve años.
Sin embargo, cuando algunas compañías se afianzan, aumentan su producción y empiezan a exportar, se genera un ecosistema óptimo para que otras personas pongan en marcha proyectos para convertirse en cerveceros artesanales con las mismas ambiciones.
De acuerdo con datos de la Acacr, en Costa Rica operan más de 100 cervecerías artesanales, de las cuales solo 42 están afiliadas a la asociación.
“En el país hay sobreoferta. Son alrededor de unas 100 cervecerías operando comercialmente en el país, 60 están al día y cumplen con todos los registros formales, y hay unas 40 identificadas que operan totalmente en la ilegalidad”, comentó Mora.
El crecimiento de este producto también trae problemas, subyacen las aperturas –casi a diario– de pequeñas cervecerías que operan en casas o con permisos de restaurantes y que rápidamente logran llevar sus bebidas a las góndolas de los supermercados, licorerías y comercios en general.
Benjamín Chaverri, director de Mercadeo de Costa Rica’s Craft Brewing Company, recordó que su empresa fue la precursora en el país. En el 2010, esta cervecería lanzó al mercado sus bebidas Libertas, Segua y Malacrianza que abrieron camino en este segmento.
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“Sí, por supuesto, en materia de mercadeo siempre existe ruido de esta gran cantidad de marcas, pero el reto de cada empresa es buscar esos aspectos diferenciadores que tienen que ver con calidad , consistencia y estética visual del producto, que son características que pueden ser reconocidas por el consumidor final”, recalcó Chaverri.
Para José Acosta, gerente de ventas de Treintaycinco, dentro del gremio de cerveceros artesanales existe una “camaradería” que es inusual en otros mercados, lo que permite que las empresas más grandes ayuden, asesoren y apalanquen a quienes apenas inician con un proyecto de fabricar la bebida en su casa.
“El mercado no está saturado, sin embargo, sí está un poco mezclado en esa parte, en que la gente tiene que empezar a identificar que haya calidad. Lo que no queremos y lo que a nadie le sirve, es que una persona compre una cerveza artesanal y que mañana no sea la misma que me tomo hoy. Eso afecta a todo el gremio en general”, apuntó Acosta.
Retos y claves
El 2018 fue un año duro para el comercio y el sector de la cerveza artesanal no escapa de esta realidad. Fernando Mora, presidente de la Acacr y propietario de la Cervecería Irreverente lo pone en perspectiva con cifras.
“En 2018, mi empresa reportó una caída del 40% en las ventas con respecto a lo que se había proyectado a inicio de año. Sin duda el menor ritmo de crecimiento económico del año pasado nos pasó factura en el comercio y particularmente en la cerveza artesanal”, puntualizó.
El sector cervecero artesanal de Costa Rica enfrenta el reto de expandirse en una economía que crecerá menos de lo esperado este año (3,2% en lugar de 3,4%, según el Banco Central de Costa Rica) y en un mercado con saturación.
Atrás quedó la estrategia de atraer y conquistar a los consumidores nacionales, la de aumentar su capacidad productiva y la de llegar a más puntos de venta.
Los productores de cerveza artesanal ahora apuntan a lanzar productos de bajo costo, mantener y mejorar la calidad, y exportar sus productos a otros mercados.
En diciembre del 2018, Treintaycinco dio el primer paso en esa línea. La empresa lanzó a mercado la cerveza artesanal 35 Extra Premium Lager con un precio de ¢1.300 para aumentar sus ventas y llegar a consumidores que prefieren pagar menos por este tipo de bebidas.
Con el objetivo de certificar los procesos de calidad en la fabricación de sus productos, la Acacr anunció, en junio del 2018, un acuerdo con el Centro Nacional de Alta Tecnología (CENAT) para hacer análisis de laboratorio a las cervezas artesanales que producen 42 compañías en el país.
El gremio también lanzó, en julio del año pasado, el Sello Indie con el que buscan diferenciar las bebidas producidas por fabricantes independientes de las que comercializa Florida Ice & Farm (Fifco) por medio de su subsidiaria La Micro Brewing Company.
Clúster y exportaciones marcan diferencia
En enero del 2018 arrancó en Costa Rica la creación de un clúster para que un grupo de cuatro empresas iniciaran procesos de exportación de cerveza artesanal a otros países.
La iniciativa se desarrolla con el apoyo de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) y está integrada por las cervecerías artesanales Gracia, Costa Rica’s Craft Brewing Company, Treintaycinco y la productora de hidromieles Costa Rica Meadery.
Ese grupo de casas cerveceras viajó a París, Francia, el año pasado, para participar en una feria internacional de negocios en la que Treintaycinco logró cerrar exportaciones a Rusia y China.
El clúster podría crecer este año con el ingreso de nuevos participantes. Las compañías viajarán a España y Alemania para promocionar sus productos y buscar negocios de exportaciones en dos ferias internacionales más.
Los productores consultados para este reportaje coinciden en que el mercado costarricense puede crecer todavía más pese a que existe una sobreoferta de marcas y tipos de bebidas, todo depende de que más personas se aferren a la cultura que rodea la cerveza artesanal en el país, que va desde propuestas gastronómicas en bares y restaurantes, hasta los Indie Fest que se celebran en el país desde hace dos años.
Este año, la segunda edición del festival cervecero Indie Fest se realizó a mediados de enero y congregó a unas 20 cervecerías artesanales.