Desde octubre pasado los precios de los bonos de deuda externa de Costa Rica mantenían una tendencia al alza; no obstante, a partir de junio se perdió ese impulso y en los últimos días su valor incluso ha bajado.
Por ejemplo, el bono que vence en el año 2023 alcanzó un valor máximo de 102,51, el 31 de mayo, y el 14 de julio se cotizó a 101,48 (una baja cercana a un punto porcentual). Similar comportamiento tuvieron otras emisiones de deuda externa.
Los bonos de deuda externa son valores que vende el Gobierno en los mercados internacionales para captar recursos. Cuando se emiten, su valor facial es 100. Se colocan por primera vez por medio del mercado primario, y posteriormente se siguen negociando en el secundario, donde su precio cambia y es inverso al rendimiento (a mayor precio, se reduce el rendimiento).
Un 101,48 por ejemplo, significa que el bono se cotizó en el mercado secundario en 101,48% de su valor original.
La tendencia al alza que tenían los precios de los bonos costarricenses era positiva para el país porque es señal de que los inversionistas aumentaron la confianza en la capacidad del Gobierno para pagar y por lo tanto aceptan rendimientos más bajos (esto abarata el costo de la deuda pública).
Dos analistas consultados por La Nación, Adriana Rodríguez, gerente general del puesto de bolsa del Grupo Financiero Acobo, y Melvin Garita, gerente del puesto de bolsa BN Valores; así como el ministro de Hacienda, Elian Villegas, coinciden en que las tensiones alrededor de la aprobación del proyecto de Ley Marco de Empleo Público y del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), han minado parte de esa confianza.
Rodríguez explicó que los inversionistas ya contemplan atrasos en la discusión fiscal, entonces, cuando se posterga alguna votación o algún aspecto de este trámite, los bonos no sufren tanto porque era algo que se esperaba.
“Quizás lo que no se esperaba es el punto en el cual caímos esta semana, en el que las repercusiones eran más serias que un simple atraso; puede ser que ya no estén los votos que se necesitan para aprobar el préstamo del Fondo Monetario, y esa incertidumbre que no gusta nunca a ningún inversionista, no estaba descontada”, comentó Rodríguez.
El acuerdo con el FMI y la Ley Marco de Empleo Público que forma parte de él, han afrontado varios retrasos. El último fue cuando los diputados de oposición amenazaron con no aprobar, en segundo debate, el acuerdo con el FMI debido al nombramiento del economista Ottón Solís como representante de Costa Rica en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En medio de fuertes presiones, Solís renunció al cargo este miércoles 14 de julio.
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Para el Ministro de Hacienda, la aprobación de toda la agenda del acuerdo con el FMI es materia que los inversionistas siguen con cuidado.
“Se observa una ligera caída de los bonos nuestros, probablemente es un tema de expectativas asociado básicamente a la aprobación del crédito y la aprobación de la agenda general del Fondo, creo que es un tema que ha sido muy comentado por los distintos compradores de bonos”, dijo Villegas.
Recordó que solo un tercio del programa con el FMI está en la Asamblea Legislativa. El resto, añadió, lo están trabajando desde el Gobierno y por eso hubo un superávit primario (ingresos sobre gastos, excluidos los intereses) de 0,4% de la producción, en los primeros cinco meses del año.
Garita añadió al traspié en el proceso de consolidación fiscal otros factores que también pueden estar influyendo, como una toma de ganancias de los inversionistas para aprovechar el aumento que se venía dando.
“También la incertidumbre, el traspié, el retraso que se ha tenido en el proceso de consolidación fiscal y la aprobación de la reforma de empleo público y por último las presiones de inflación que se han venido dando tanto en el mes de junio, como en el mes de julio para el caso de Estados Unidos”, indicó Garita.
Inflación es la nueva amenaza
Melvin Garita comentó que uno de los principales riesgos de los mercados internacionales, y del mercado local, es el aspecto inflacionario.
El 13 de julio pasado, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos informó de que la inflación interanual en ese país subió al 5,4%, la más alta en 13 años.
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Garita comentó que la posición oficial de la Reserva Federal (banco central de Estados Unidos) es que la inflación estaría desacelerándose en los próximos meses; sin embargo, dadas las condiciones de los estímulos monetarios y fiscales que se presentaron alrededor del mundo todavía se sigue teniendo una gran incógnita sobre la actual evolución de la inflación.
“De acrecentarse los problemas inflacionarios lo que veríamos es que los precios de los bienes y servicios que todos compramos se encarecen, las tasas de interés tanto en colones como en dólares aumentarían y en el caso de nuestro país, tendríamos incluso presiones en el tipo de cambio”, comentó Garita.