¿Cómo logra un macho de delfín o ballena asegurar su descendencia cuando las hembras de su especie pueden copular con varios machos, andan dispersas y se mueven en grandes distancias en el océano?
Un equipo de científicos, entre los que se encuentra una costarricense que participará como expositora en el TEDx Pura Vida 2016, se hizo la misma pregunta. Por ello se dedicó a analizar datos como el tamaño testicular y el diformismo sexual (diferencias anatómicas entre machos y hembras) en 58 de las 90 especies de cetáceos que existen en el planeta.
Así, descubrieron que si las hembras se congregan en ciertas áreas y están accesibles, entonces el macho podría aplicar estrategias como cantar, pelear y mostrar sus atributos físicos para que esta lo seleccione por encima de los otros.
“Como las hembras son las que, por lo general, invierten más en el cuido parental (se encargan de la cría), ellas son el sexo que escoge. Entonces, el éxito reproductivo de los machos dependerá de las oportunidades que estos tengan para aparearse”, explicó a La Nación Laura May Collado, bióloga tica que contribuyó a este estudio con el análisis filogenético (relaciones de parentesco entre seres vivos). Asimismo, aportó datos de bioacústica en cetáceos.
La investigación también mostró otro escenario. Por ejemplo, puede ocurrir que si las hembras están dispersas y los machos no pueden controlar su acceso a ellas, entonces la estrategia de reproducción de la especie dependerá más del tamaño testicular del macho, lo que garantiza cantidad y calidad del esperma.
“Este estudio sobre selección sexual es muy interesante porque nos da herramientas para predecir, en el caso de especies que aún no conocemos, el tipo de estrategia que usarían a partir del tamaño de los testículos o la existencia o no de dimorfismo sexual”, comentó May.
Las conclusiones de este trabajo fueron publicadas en la revista científica Evolution.
Eso sí, la científica aclaró que este es un primer esfuerzo y aún se requiere más investigación.
Entre los narvales, los machos tienen un colmillo que puede medir dos metros y pesar 10 kilogramos, por lo que aquellos con los más largos atraen a las hembras.
En las orcas, los machos también apuestan a la apariencia física y por eso tienen una aleta grande que llama la atención del sexo opuesto.
De esas 17 especies, 11 evidenciaron competencia entre machos. Por ejemplo, las ballenas jorobadas usan el canto para conquistar hembras, pero también para establecer dominancia con respecto a otros machos.
Las ballenas picudas usan los dientes como ornamento; también optan por mostrar marcas (cicatrices) de los combates que han tenido; estas los hacen más atractivos para las hembras.
Tamaño testicular. Las especies que apuestan al tamaño testicular (tácticas poscopulatorias) se debe principalmente a que los machos están en capacidad de generar grandes cantidades de esperma y de mayor calidad, para así competir con el que otro macho ya depositó en la hembra.
Se ha visto que estos machos también son capaces de producir esperma rápidamente para tenerlo disponible en cada oportunidad de cópula.
Híbridos. En algunas especies se da una combinación de estrategias: las precopulatorias ayudan a los machos a tener acceso a las hembras y las poscopulatorias garantizan el éxito reproductivo.
Por ejemplo, los delfines nariz de botella, en el océano Indo-Pacífico, forman alianzas entre dos o tres machos para controlar el acceso a las hembras y se quedan con ellas por un tiempo para asegurar su descendencia.
Otro caso es el del delfín del Plata, una especie que no presenta dimorfismo sexual y en la que los machos tienen los testículos relativamente pequeños. En este caso, su éxito de reproducción se basa en la monogamia.