
Una mujer británica recurrió a un donante de esperma que conoció en Facebook para tener a su segundo hijo.
La decisión, impulsada por un deseo profundo de ampliar su familia, derivó en una serie de consecuencias que hoy la llevan a advertir sobre los riesgos de este tipo de inseminación fuera del marco médico.
Laura Coldman, una madre de 33 años, concibió a su hijo en 2022 tras contactar a un hombre por medio de un grupo dedicado a la donación de esperma en esa red social.
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Coldman ya tenía un hijo de 6 años y vivía sola desde 2018. Su objetivo era darle un hermano al primogénito. Esa meta la llevó a buscar opciones alternativas, ante la imposibilidad de acceder a un tratamiento clínico.
La mujer ingresó a una comunidad digital donde usuarios ofrecen donaciones sin intermediación médica. Aunque inicialmente pensó que se trataba de una idea poco confiable, al revisar las publicaciones encontró múltiples testimonios positivos.
Dos meses después, un donante se comunicó con ella directamente y le ofreció su esperma de forma gratuita.
Antes de avanzar, la madre buscó referencias dentro del grupo, y tras ver que otras mujeres lo recomendaban, decidió seguir adelante con el proceso.
Así fue la inseminación fuera del sistema de salud
La inseminación se realizó en la casa del donante, ubicada en Yorkshire, Reino Unido. Coldman explicó que realizó varios viajes a esa vivienda para recoger las muestras. El primer encuentro ocurrió seis meses después de establecer contacto.
En ese momento, el hombre la llevó al sótano de su vivienda, donde ella se aplicó la muestra en una habitación que describió como similar a una sala de espera. Luego de esperar 20 minutos en un sofá, se retiró. Fueron necesarias cuatro donaciones para lograr el embarazo.

Aunque alcanzó su objetivo y hoy tiene un hijo llamado Calum Anthony Ryan, Coldman no recomienda este método. Señaló que existe una ausencia de control médico, antecedentes de salud desconocidos y riesgos legales y psicológicos. Afirmó que nunca tuvo certeza sobre el historial del donante.
Sospechas sobre el desarrollo del niño y conexión con el donante
Calum nació en abril de 2022. Actualmente, no se comunica verbalmente y no reconoce peligros como lo haría un niño de su edad. Ante esas señales, la madre inició un proceso médico para determinar si tiene algún trastorno del espectro autista, aunque el diagnóstico aún no está confirmado.
Debido a sus necesidades, Coldman modificó su vivienda para mayor seguridad, incluso retiró todos los muebles de su habitación. También planea someter al menor a terapias de lenguaje y pruebas auditivas.
La mujer cree que el origen genético del donante podría tener relación directa con la condición de su hijo. Indicó que ella no presenta ningún rasgo neurodivergente, por lo cual sospecha que el hombre sí lo hace. Esta hipótesis, según explicó, se reforzó al conocer los casos de otras madres que recurrieron al mismo donante, cuyas hijas e hijos presentan características similares.
Coldman mantiene su postura: este tipo de inseminación implica riesgos importantes y puede traer consecuencias graves a largo plazo.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
