
El estadounidense Dannion Brinkley dice haber sido declarado muerto durante un período de 28 minutos después de haber sido alcanzado por un rayo, en 1975. El hombre cuenta que vio, en ese momento, lo que hay “después de la vida”. El evento, conocido como experiencia de casi-muerte (ECM), ocurrió cuando un rayo “atravesó” la cabeza y la columna de Brinkley, haciendo que, según él, su corazón se detuviera.
Sin embargo, el estadounidense dice haber sorprendido a los médicos al recuperar los signos vitales repentinamente, en la morgue. Desde entonces, comparte sus vivencias en conferencias y libros, defendiendo que la conciencia continúa después de la muerte.
En ese momento, Brinkley contó que sintió un dolor intenso antes de tener la sensación de dejar su cuerpo. Afirmó haber visto a los propios médicos intentando reanimarlo y, luego, desistiendo de las maniobras. Sin pulso, fue enviado a la morgue, donde permaneció durante 28 minutos. Para sorpresa de todos, despertó repentinamente.
El retorno a la vida, sin embargo, no fue inmediato ni fácil. Brinkley dice haber quedado completamente paralizado durante seis días, pasó siete meses sin recuperar totalmente los movimientos y le tomó dos años volver a caminar.
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Además de afirmar que vio su propio cuerpo inerte, describió haber sentido paz al “caminar hacia la luz”, un relato común entre las personas que han pasado por ECM. Según Brinkley, la sensación no era de miedo, sino de acogimiento.
Tres años después, fue alcanzado por otro rayo, pero, en esta ocasión, no tuvo una nueva experiencia de casi-muerte. Ya en 1984, durante una cirugía cardíaca, relató haber regresado al “otro lado”. Lo mismo habría ocurrido años después, durante un procedimiento cerebral.
Brinkley defiende que estas vivencias son una prueba de que la vida continúa después de la muerte y que comprender este proceso puede transformar la forma en que se vive.
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