Durante años, la dupla Nakury y Barzo brilló en la escena musical costarricense con canciones que cautivaron a sus fans ticos y que incluso lograron trascender fronteras. Sin embargo, lo que alguna vez fue una exitosa colaboración, terminó en una disputa que puso en pausa su obra compartida. Hoy, ese conflicto llegó a su fin de manera positiva.
El desacuerdo entre los artistas tiene raíces en una relación profesional y sentimental que llegó a su fin con los años, y puso en evidencia la confrontación en torno al registro de sus obras. El principal desacuerdo radica en cómo están consignadas varias canciones en la Asociación de Compositores y Autores Musicales de Costa Rica (ACAM), entidad nacional encargada de recaudar y distribuir regalías.
Esta semana se dio a conocer el desacuerdo a partir de videos que ambos artistas publicaron en sus redes sociales.

En ACAM, canciones como Wine, Ríos, Selva y Para mi gente, entre otras, están consignadas con una participación equitativa en la autoría (letras) y composición (música) para ambos artistas. Sin embargo, lo correcto es que Nakury es la autora y Barzo el compositor.
Este viernes 20 de junio, la rapera costarricense solicitó formalmente por correo electrónico a ACAM la corrección en el registro de las canciones que figuran de forma incorrecta. En la misma línea, el productor Barzo también expresó por escrito su conformidad con la modificación de los créditos, reconociendo que él es el compositor de la música y Nakury la autora de las letras.
Un caso particular es la canción Lobas, cocreada por Nakury y Debi Nova. En esta producción (que aún no se ha publicado), Nova aporta la composición musical y ambas figuran como autoras de la letra. Sin embargo, en el registro de ACAM, Barzo también aparece como compositor de la música. El propio productor solicitó a ACAM retirar de esta obra su participación como compositor y también de su sello disquero Lácteo Cósmico, como editor de la misma.
Ambos artistas, en diferentes entrevistas y comunicación con La Nación, confirmaron que estaban dispuestos a colaborar con los trámites necesarios para que la información registrada coincida con los aportes reales de cada uno. El conflicto, según confirmaron ambos, tiene más de tres años y esta semana llegó a una solución positiva para ambos.
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La disputa entre Barzo y Nakury
La disputa se hizo pública luego de que Nakury publicara un video en sus redes sociales, donde denunció lo que estaba viviendo a nivel profesional. En sus declaraciones, afirmó ser víctima de acoso y violencia patrimonial por parte de Barzo.
En respuesta, también mediante redes sociales, el productor sostuvo: “Esto no es acoso ni violencia, es una disputa legal sobre derechos de autor y propiedad intelectual. Es falso que me he apropiado de los derechos autorales sobre las letras”.
En entrevistas con La Nación, ambos ampliaron sus posturas. “Él tiene derecho a seguir trabajando, tanto como yo tengo derecho a seguir trabajando. Que haga lo que quiera con la música que él compuso, que salga adelante, que le ponga más, que le vaya muy bien, pero que me deje a mí seguir trabajando con mis letras”, expresó Nakury.
Por su parte, Barzo manifestó su agotamiento ante la situación: “Para mí, la situación ya cobró más energía y más creatividad de lo que quiero invertir en ella”.
La consecuencia directa de este error, según Nakury, es que le limita el uso de sus propias letras con nuevas composiciones musicales, un impedimento que afecta su desarrollo artístico y el lanzamiento de nuevas producciones, tal como se detallará más adelante en este artículo. Además, este conflicto ha derivado en la retirada de todo el catálogo musical de Nakury de las plataformas digitales.
La disposición para llegar a una solución
Ante la solicitud de Nakury de corregir los registros, Barzo afirmó estar en total acuerdo con los cambios.
Sobre este aspecto, Barzo aclaró que el acuerdo es sobre la corrección de los roles en ACAM para que coincidan con las obras musicales registradas correctamente con BMI (Broadcast Music, Inc., entidad homóloga de ACAM en Estados Unidos). Agregó que “Esto no le permite (a Nakury) separar la obra musical ni usarla sin acreditar a todos los autores/compositores originales, ya que una obra musical es indivisible una vez que es editada (publicada)”.
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Ante esta declaración, Nakury respondió: “Si Barzo tiene alguna diferencia de criterio, como hemos insistido, su abogado puede contactar con mi abogado Wálter Brenes para que puedan comunicarse desde el conocimiento legal”.
Ante consulta de La Nación, ACAM confirmó que, en caso de requerirse una corrección o modificación en el registro de una obra ya declarada, esta puede ser solicitada por cualquiera de las personas que figuren como participantes en la creación de dicha obra. Para que la corrección sea procesada, es obligatorio que todas las partes involucradas en la declaración original comparezcan ante ACAM y manifiesten formalmente su conformidad con el cambio solicitado.
Repercusiones en sus carreras
La necesidad de ambos artistas de hacer los cambios recae también en la afectación que han vivido en sus carreras. Nakury aduce que este 2025 ha visto disminuida su cantidad de conciertos, ya que no puede interpretar libremente sus canciones. Por su parte, Barzo afirma que otros artistas de Lácteo Cósmico (su sello discográfico) han experimentado afectaciones debido al conflicto y la percepción asociada a la empresa.
Ambas partes coinciden en un punto fundamental: la urgente necesidad de clarificar el registro de las obras y de reconocer los aportes reales de cada uno. Este consenso abre una ventana de esperanza para el cierre de un capítulo que ha generado tensión, permitiendo a ambos artistas seguir adelante con sus respectivas carreras por separado. Además, este conflicto podría sentar un precedente que guíe a los demás artistas del medio a la hora de registrar sus obras, firmar contratos y gestionar sus relaciones profesionales.
