Han pasado 25 años desde que la canción Corazón partío vio la luz, como parte del disco Más; el más vendido en toda la historia de los lanzamientos españoles.
Hasta entonces el flamenco nunca antes había sido tan pop y el pop nunca antes había sido tan flamenco. La voz suave, y a la vez resquebrajada, de aquel muchacho madrileño tallaba así una de las muchas canciones que, un cuarto de siglo después, conforman un repertorio brillante. Algunas son esculturas de pop, a veces son baladas, unas medio en rumba, otras más conmovedoras.
Cada una de ellas va cantada con el sentimiento que requieren: festivo, romántico, corta-venas, o hasta más jocoso (como un cómic Sanz). El artista repasó así cada una de las canciones interpretadas en su reciente paso por Costa Rica, revisitando momentos de una carrera ya extensa, ya bien conocida, siempre tan querida.
Alejandro Sanz se presentó en Costa Rica como parte de su tour 'La Gira 2022'. Fotos Mayela López (Mayela Lopez)
Su banda, con representación equitativa de hombres y mujeres –algo digno de mencionar– fue un lujo para presenciar y escuchar. La trompetista hacía coros, el percusionista tocaba trombón, un gran guitarrista flamenco, un pianista-guitarrista, una baterista incomparable. En total, 11 músicos, cuyos nombres nunca supimos por voz del cantante, se dieron todos los gustos que el setlist les permitía. El preferido de estos oídos: el solo de batería de Helen de la Rosa en medio de Lo que fui.
En Mi persona favorita y Looking for Paradise, la dominicana Karina Pasián hizo que uno olvidara que Alicia Keys y Camila Cabello existen, mientras que en Back in the City fue otro de los coristas quien tomó la voz originalmente de Nicky Jam.
El frontman, por su parte, eje y foco de la agrupación, nunca soltó la sonrisa, aunque a la vez fue poco elocuente. Apenas le habló al público en un par de intervenciones que alcanzaban a durar lo mismo que un story de Instagram.
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Sin embargo, olvidemos que a entre piezas el español fue un sin gracia, porque todo lo demás es más memorable. Los popurrís se agradecieron pues, aunque fuera con muestras, dejaron el rastro de varias canciones que no podían haberse quedado fuera del setlist, como Alma al aire en uno y Amiga mía en otro.
En algunos casos, las introducciones se adaptaron con partes instrumentales adicionales, como pequeños aperitivos antes de temas como La Marciana o Cuando nadie me ve. En varias de esas, cuando nadie lo veía, Sanz salía de tarima y volvía con guitarra en mano a sumarse a sus compañeros, para inclusive juntar cuatro guitarras, siendo tocadas en escena, simultáneamente.
Siete pantallas divididas en tres niveles sirvieron para darle color y luz a cada una de las piezas. En ellas también se mostraron algunos extractos de las líricas. Sin ellas, algunos –como yo– solo hubiéramos podido balbucear partes de las letras que pretendíamos sabernos.
El concierto de Alejandro Sanz se realizó el domingo 1.° de mayo en Parque Viva, en La Guacima, Alajuela. (Mayela Lopez)
Resultaba difícil no querer ser parte de aquel coro masivo que vociferaba pieza tras pieza.
El público, antes, también había recibido con agradecimiento al costarricense MADRIGAL, a quien le correspondió inaugurar la noche. Tocó varios temas de su autoría, como Yo ya no sé perder, y pidió otras cuantas piezas prestadas. Su carrera como solista empezó oficialmente este año y desde ya se le ve que tiene un futuro promisorio. Habiendo disfrutado de la segunda parte de su repertorio, doy fe de que se disfrutó su intervención con invitados como Perrozompopo y Cañas.
Volviendo a Sanz, para cerrar, no está de más valorar que no tiene grandes canciones únicamente, sino que, al compartirlas, genera un ambiente propicio para hermanarse y, por supuesto, para querer corearlas otra vez.
Artista: Alejandro Sanz
Artista invitado: Madrigal
Organización: Arceyut Producciones
Lugar: Parque Viva
Fecha: 1.° de mayo