Un par de acordes súbitos dan la bienvenida a Pianotopía, el universo que se encierra con las paredes de la mente de Édgar Brenes-Soto y que este mes saldrá al oído público.
Tras varios años en el oficio de pianista y acordeonista, el músico costarricense decidió grabar su primer álbum a su propia manera. El resultado es un subibaja de sensaciones que derivan de su eterno acompañante: el piano.
“El disco es un viaje con el piano como instrumento principal en diferentes formatos, como solista, con música de cámara, concertante y hasta de una big band. Fue un proceso bastante largo, tanto en lo creativo como en la gestión, para que sucediera. Por fin lo logramos”, dice el músico.
Brenes-Soto debuta con material discográfico, pero su trayectoria no es incipiente. Anteriormente, el músico compartió experiencias con Patiño Quintana, Percance, Tamela Hedstrom, New Jazz Project, Filarmónica de Costa Rica y más recientemente con el grupo Coalición Costa Rica.
“El disco es muy especial porque al fin puedo mostrar mi música. He trabajado con otros artistas, me ha fascinado, pero este es mi oportunidad de mostrar lo mío. El repertorio fue elegido porque son las que más me gusta y por fiebre quería que las obras más cercanas, más íntimas fueran las que estuvieran contempladas”, asegura.
La idea del disco le llegó a su mente desde hace unos años, cuando comenzó a estudiar composición musical en la Universidad de Costa Rica. Tras comentar la idea de grabar su recital de graduación como disco con su mentor Carlos Castro, la emoción le sobrevino.
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“La universidad me pedía presentar ciertas obras que compuse. De ahí elegí y seleccioné otras. Las obras describen distintos estados emocionales que se fueron creando desde que empecé mi carrera de compositor hasta hoy”, señala.
Eso sí; a pesar de la variedad de la paleta de sonidos, que por momentos toman aires de jazz, Brenes-Soto categoriza al disco como música clásica contemporánea costarricense.
“Es un ejercicio donde quise exprimir toda la creatividad para que se sintiera dinámico”, añade.
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El disco
El 3 de enero, el músico liberó en formato digital un adelanto del álbum: la pieza Luciérnagas, compuesta para quinteto de cuerdas.
“El tema nos sumerge en un bosque, en una pequeña pradera o en una zona verde donde al caer la tarde salen estos animalitos a hacer brillar la noche poco a poco, hasta generar una danza con el oyente”, indica el compositor.
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Seis piezas más completan el disco, que fue grabado en el Teatro Eugene O´Neill en octubre del año pasado. Además del propio Edgar, otros pianistas tocan en el álbum. Se trata de Izmael Pacheco, David Saravia, Valeria Gamboa, Virginia Villalobos, Catalina Ramírez y Kevin Sequeira.
El 14 de enero se podrá escuchar el disco en todas las plataformas digitales (Spotify, iTunes, Deezer, Apple Music, entre otras) y después del 31 de enero se puede adquirir en físico contactando al músico a su página de Facebook Edgar Brenes-Soto.
En febrero, también se podrá disfrutar del álbum en versión DVD. Estará disponible en YouTube.