
Este 2 de noviembre se conmemora el Día de Muertos y en la vecindad de El Chavo del 8 no dejaron pasar la oportunidad para dar un tributo a quienes hicieron reír a miles de personas en el mundo con sus ocurrencias.
En un emotivo tributo, la página oficial de Instagram de Roberto Gómez Bolaños Chespirito, mostró cómo en la vecindad también recordaron a sus personajes fallecidos con un hermoso altar de muertos en medio de la celebración del tradicional mexicana.
El altar fue colocado en las instalaciones de Grupo Chespirito, empresa que resguarda el legado del genio de la comedia latinoamericana. El montaje se ubicó en el centro del icónico patio donde el Chavo y sus amigos jugaban siempre.
En la empresa hay un espacio que emula el set donde se grabaron los episodios de la icónica serie a lo largo de más de siete años.
La publicación en el Instagram de Chespirito muestra la ofrenda justo al frente de la puerta de la casa número 14 donde vivían doña Florinda y Quico.
Las fotos están acompañadas por la música icónica de La llorona y además por un emotivo mensaje: “La ofrenda ya está lista en nuestra bonita vecindad para recibir a nuestros seres queridos. Ya los estamos esperando, como cada año, con cempasúchil, pan de muerto, el recuerdo de todas las risas que nos dieron y muchísimo cariño”.

El colorido altar está adornado con las tradicionales flores de color amarillo, calaveras pintadas de colores, banderines, dos barriles, un triciclo y las fotografías de los actores que participaron en El Chavo del 8 y que ya fallecieron.
En el centro de la ofrenda se ve un retrato de Gómez Bolaños, quien murió en noviembre del 2014. También están las fotografías de Angelines Fernández (la Bruja del 71) y Raúl Chato Padilla (Jaimito el cartero), quienes fallecieron en 1994. A un lado se ve la imagen de Horacio Gómez (Godínez), muerto en 1999, así como de Rubén Aguirre (el profesor Jirafalles) cuya muerte sucedió en el 2016.
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Más abajo, también en una posición de privilegio destaca el retrato de Ramón Valdés (don Ramón), quien perdió la vida en 1988.
Alrededor de las fotografías hay varias velas, que según la costumbre, iluminan el camino de los muertos para llegar a visitar a sus seres queridos. Por supuesto que en la ofrenda no podían faltar el agua y el pan para recibir las visitas de la vecindad como se lo merecen. Ojalá que al Chavito le hayan dejado una sabrosa torta de jamón.

