Según Hollywood Life, el rapero Kanye West está muy relajado pues piensa que Kim Kardashian olvidará pronto sus intenciones de divorciarse.

“Kanye no cree que lo haga. Ve todo esto como un movimiento de ajedrez. Por eso él aún no ha movido ficha. Parece que él no tiene planes de hacer nada y toda la familia está alucinando”, dijo una fuente anónima al medio estadounidense.

“Kanye conoce bien a Kim y sabe que ella no quiere esto”, agrega la misma fuente.

A pesar de las esperanzas de West, lo cierto es que la pareja está separada desde hace varios meses. El rapero vive Wyoming, mientras que la famosa socialité reside en Los Angeles junto a los hijos de ambos: North, Saint, Chicago y Psalm.

Antecedentes

A mediados de febrero, los medios de prensa estadounidenses anunciaron que Kim Kardashian le había pedido el divorcio a Kanye West.

La pareja está casada desde mayo de 2014 y habría pedido la custodia compartida de sus cuatro hijos. Sobre la repartición de bienes no habría mucho que litigar, pues ellos habían firmado un contrato prenupcial.

Los problemas entre ambos se iniciaron el año anterior cuando West empezó a tener aspiraciones políticas, alterno a ello llegaron los explosivos mensajes que West publicó en Twitter contra Kim y su madre, Kriss Jenner.

El momento más crítico fue cuando en un acto público, en julio, el rapero reveló que Kim y él pensaron en abortar a North, su primera hija.

“Estando yo en el apartamento de París, el mismo donde después robaron a Kim, tenía mi ordenador abierto, todas mis ideas creativas, mi línea de calzado, la portada de mi próximo tema… Y la pantalla se puso en blanco y negro. Llamé a mi novia y le dije vamos a tener a este bebé”, dijo en aquella ocasión.

Fuentes cercanas a Kim contaron a People que ella estaba realmente asombrada e incluso furiosa al ver que su esposo detalló asuntos tan íntimos, pues en su discurso dijo que la socialité tenía las pastillas en la mano para abortar pero que no lo hizo porque él fue iluminado por Dios.

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Justo cuando el matrimonio empezó a volverse insostenible, trascendió que el artista atravesaba por una crisis de trastorno bipolar.

De inmediato, Kanye volvió a Twitter y escribió: “Kim estaba tratando de volver a Wyoming con un doctor para encerrarme, como en la película Get Out, porque lloré acerca de salvar la vida de mi hija ayer”, dijo el rapero a finales de julio. Después borró el mensaje.

Los mensajes continuaron al punto de que Kim tuvo que sincerarse en su cuenta de Instagram.

“Aquellos que entienden las enfermedades mentales o incluso el comportamiento compulsivo saben que la familia es impotente a menos de que el miembro sea menor de edad. Entiendo que Kanye está sujeto a críticas porque es una figura pública y sus acciones a veces pueden causar fuertes opiniones y emociones. Es una persona brillante pero complicada que, además de las presiones de ser un artista y un hombre negro, experimentó la dolorosa pérdida de su madre, y tiene que lidiar con la presión y el aislamiento que aumentó su trastorno bipolar”, detalló. Después de esto fueron de vacaciones para “tratar de remediar lo ocurrido”, pero al regresar ella estaba convencida de la separación.

Otras razones

La decisión, además, estaría relacionada con que tras llegar a sus 40 años, Kardashian retomó sus estudios en leyes y atraviesa por una etapa en la que, asegura, se quiere superar profesional y emocionalmente. Kanye no formaría parte de ese nuevo proceso.

“Ahora este divorcio está sucediendo porque Kim ha crecido mucho: se toma en serio sus estudios en leyes y su campaña de reforma penitenciaria. Mientras tanto, Kanye está hablando de postularse para presidente y decir otras cosas locas, y ella ya ha tenido suficiente”, aseguró la revista Page Six.

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TMZ, por su parte, dice que ella se habría separado antes, pero que le parecía “cruel” dejar al padre de sus hijos cuando pasaba por una crisis mental.

Kim y Kayne se conocieron en el 2000; en 2013 nació su primera hija North y en 2014 la pareja se casó en una espléndida boda en un castillo en Florencia, Italia.

Este es el tercer divorcio de Kim y el primero de Kanye.

La pareja vacacionó en Costa Rica en el 2019.