René Montiel y su apasionante relación con YouTube

El video sobre su edad se unirá a un catálogo de unas 170 producciones que Montiel ha realizado hasta hoy, entre las cuales destacan contenidos referentes a la realidad costarricense y entrevistas con figuras de la sociedad que responden a 50 diferentes preguntas cada uno.

Setiembre del 2016 marcó el debut de Montiel como vlogger y youtuber. El corto El tico promedio vs. Nery Brenes fue el punto de partida del proyecto de este periodista de profesión.

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En ese video, Montiel abordó la punzante forma en que los costarricenses critican a los atletas nacionales que participan en competencias como los Juegos Olímpicos.

“Simplemente me indigné por la crítica que se hacía de los atletas nacionales que participaron en las anteriores Olimpiadas (Río 2016). Los llamaban ‘vagos’, que solo iban a pasear y reclamaban que ninguno ganaba medallas. Entonces pensé en cómo demostrar que eso no era así y que ser un atleta olímpico requería de un gran trabajo y esfuerzo”, explicó Montiel.

Con un experimento vivencial, el entonces incipiente vlogger intentó explicar a su discreta comunidad virtual lo difícil que era disputar una competencia de 400 metros, categoría de la que es experto Nery Brenes. La expectativa era que el video alcanzara las 1.000 vistas; empero, la cifra se quedó corta.

“Con ese número estaría feliz (1.000), pero a hoy ese video alcanza casi 60.000 views. Se movió bien y a partir de ahí empezaron a surgir otros cortos sobre las aceras, el acoso callejero, la movilidad urbana, el uso del plástico..., cosas que hacemos todo el día pero que no lo pensamos y que a partir de una reflexión podríamos cambiar esa actitud”, comentó Montiel.

Su faceta como productor de contenido audiovisual la llevó –y la lleva– de la mano con su trabajo como locutor de Radio Hit 104.7 FM (emisora del Grupo Musical) y su afición se ha consolidado con el paso del tiempo, a tal punto que en su página web se describe como “productor audiovisual, creador de contenido digital, vlogger y youtuber”.

“La vida se va muy rápido, entonces uno tiene que buscar hacer lo que quiere o lo que aspira a ser lo más pronto posible para aprovechar ese tiempo. Creo que lo que más me motiva es seguir haciendo cosas nuevas y diferentes”, dijo Montiel en entrevista con Viva.

Médico o actor

Durante la conversación, Montiel, vecino de Tres Ríos (La Unión, Cartago), aceptó que sus oficios actuales reflejan el espíritu curioso que lo caracterizó desde niño, a pesar de que en algún momento de su vida pensó en estudiar actuación o medicina (siguiendo los pasos de sus padres).

“Siempre me gustó mucho la lectura, la cultura popular, cuestiones de video... pero sí recuerdo que desde pequeño tenía cierto interés por lo visual. Quise ser actor cuando descubrí que Harrison Ford era quien interpretaba a Indiana Jones y Han Solo o sino doctor porque mis papás son médicos, pero eran dos cosas muy disonantes entre sí. Al final me incliné por el lado más artístico”, reveló.

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En la cabina de Radio Hit, en Tres Ríos, recordó que antes del rollo audiovisual, estuvo la radio, medio que lo impulsó frente a la masa, en el 2012. “Cuando empecé en la radio tenía cero seguridad y experiencia en medios. Ingresé a la radio por motivación de Michelle Fúster (director de cabina de Radio Hit). Me decía (a él mismo) que no podría hacer algo así, pero finalmente acepté y eso en gran medida fue abriendo camino y confianza en el asunto de comunicar”, recordó.

Esa oportunidad fue el punto de inflexión para luego debutar frente a su propia cámara, inspirado por gigantes de la industria como Michael Moore, Morgan Spurlock (el famoso realizador de Super Size Me que comió McDonald’s durante 30 días) y Anthony Bourdain.

“Los documentales en primera persona eran una corriente que se estaba dando en el mundo y que sigue aún vigente”, afirmó.

Así, reseñando historias en primera persona, fue como comenzó su popularidad en YouTube. Más tarde su nombre efervesció en las redes sociales más populares como Facebook, Twitter, Instagram y Snapchat conviertiéndolo no solo en productor de contenido viral sino en una figura apetecida por marcas comerciales.

De esa manera, en poco tiempo, René Montiel cruzó la angosta línea que separa a los vloggers y youtubers de los llamados influencers, aunque como tal no se siente del todo.

“Me gusta más el concepto de ‘afinidad’. Creo que si la gente tiene afinidad con uno y con lo que uno propone y quiere, y de alguna forma, se inspiraran o siguen los consejos de uno, genial. Es para mí lo más satisfactorio”, aclaró.

Si bien René Montiel celebra los abultados números de seguidores que suma entre todas las redes sociales, para él esa acogida trasciende las cifras y desencadena en agradecimientos.

“Para mí cada persona es invaluable y no es solo un número o un seguidor más que abulta mis cuentas, por ello siempre trato de responder todos los mensajes que me comparten porque esa gente es la que me permite seguir haciendo lo que amo. Hay que ser agradecido con esa audiencia que consume su contenido, que lo comparte y que lo valora. Aprecio mucho al público”, consideró.

La identificación que ha generado con su audiencia –que dice es mayoritariamente de adultos jóvenes y casi en porcentajes iguales hombres y mujeres– es la que quiere consolidar para interesarla aún más en sus otros proyectos, como el cine, otra de sus grandes metas.

“Quiero hacer cine de ficción. ¿Para qué? Para comunicarme con la gente. Por eso quiero consolidar mi proyecto de YouTube para después dedicarme a lo demás. La primera historia que llevaría al cine sería de superación, exploración y autodescubrimiento”, adelantó este aficionado a los gatos, a la cocina vegana (desde hace seis años), a la música de los 80 y a la cocina.

Su proyecto cinematográfico lo proyecta hasta para dentro de dos años, pues además de posicionarse entre la audiencia tica, pretende aumentar sus seguidores foráneos, como los guatemaltecos, quienes en los últimos meses se han interesado mucho por el contenido que comparte.

En YouTube, por ahora, hay suficiente espacio para su curiosidad. Para empezar, le faltan tres personajes a quienes hacerles sus 50 preguntas: Celso Borges, Christiana Figueres y Franklin Chang.