César ya no es el mismo. Dominado por sus sentimientos más oscuros y plantado como una fiera tras su presa, esta vez mira con una bravura infernal y no parece tener un gramo de misericordia con los humanos.
Los tiernos recuerdos de cuando era cría, y un tal Will Rodman (James Franco) lo protegió con especial cariño, ya no hacen efecto en los polos racionales de su cabeza. En La Guerra del Planeta de los Simios (2017), filme dirigido por Matt Reeves, nada podrá contrarrestar su rabia.
El combate, la guerra, la masacre, todo es indetenible.
Con una crítica internacional que la eleva a las alturas y que muy probablemente tendrá a la cinta en los tops de la taquilla mundial, el filme promete en los cines ticos un espectáculo para complacer todos los sentidos: una historia magistralmente hilvanada, virtuosas escenas de acción y un deleite sin igual en efectos especiales.
Así, con estos grandes atestados, recibe el mundo a la tercera parte de una saga fílmica que comenzó con El origen del planeta de los simios, en el 2011, y cuyo nivel fílmico ha sido elogiado desde entonces.
"Magia tecnológica y narración de primera clase se combinan en una película de acción y aventuras llena de energía. Sin duda, la cinta concluye la mejor trilogía de ciencia ficción desde la trilogía original de Star Wars", comentó sobre la película Eric Kohn, de Indiewire.
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Pero, ¿por qué César (Andy Serkis) tiene tanta sangre en el ojo? ¿Porqué ha dejado de lado sus esfuerzos por mantener la mínima cordialidad entre su especie y los humanos?
Ni César mismo lo entiende bien. De lo único que está consciente es que tiene tanto odio como Koba (Toby Kebbell)–el simio más rencoroso y pusilánime de la saga– y que tanto él como sus monos son forzados a encarar un conflicto mortal.
"César siempre trató de mantenerse entre el mundo del hombre y de los animales, porque eso es exactamente lo que él representa. Ahora ya no puede hacer más eso. Así que emprenderá un camino, un viaje, a un lugar muy oscuro, donde buscar venganza sobre la humanidad", dijo Serkis sobre el personaje que representa en el filme.
Para Reeves, quien dirige la segunda película de la franquicia después de El planeta de los simios: confrotación (2014), "la guerra más grande de la película es la que César libra consigo mismo, con su alma".
"Lucha para mantener algún sentimiento de empatía respecto a los humanos contra los que está luchando. Puede que pierda esa batalla, pero es el pasar ese test lo que certificará la leyenda de quién es y la idea de convertirlo prácticamente en un personaje mítico", agrega el cineasta a la cadena RTVE.
Perdido en las tinieblas de la amargura, que es atizada por la pérdida de varios congéneres en el camino, el enemigo que César y su banda tendrán que aniquilar será un sangriento ejército de humanos.
Nada detiene a los que se creen superiores y dominadores de los simios, sobre todo porque son liderados por un brutal coronel: J. Wesley McCullough (Woody Harrelson).
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"Mi personaje se ve a sí mismo como un héroe, pero en cuanto veas la película lo vas a considerar un villano", expresó Harrelson en RTVE.
Un villano porque para el Coronel, en el afán de conseguir sus objetivos, toda estrategia está permitida.
"Dice que quiere salvar la humanidad, pero sus métodos son perversos", añade Harrelson.
El caso es que el salvajismo imperará en la trama. Ningún involucrado quiere ceder, pues en el conflicto de la nueva película ambas partes se jugarán el todo por el todo, es decir, la sobrevivencia de las especies sobre la faz de la Tierra.
O viven los simios, o viven los humanos. No hay más.
En esa mortal y definitiva situación, eso sí, César respirará un poco de tranquilidad gracias al apoyo incondicional de sus fieles compinches: Rocket (Terry Notary), Maurice (Karin Konoval) y Luca (Michael Adamthwaite).
Además, sin ahondar mucho, César contará con un par de nuevos aliados en la cinta: el llamado Simio Malo (Steve Zahn) –un chimpancé que es capaz de hablar y que se encargará de aportar las notas de humor a la película – y la pequeña humana Nova (Amiah Miller) –una niña hallada por César en medio de la masacre.
Enlace de oro. Comenzando con El planeta de los simios (1968), filme original dirigido por Franklin J. Schaffner y protagonizado por Charlton Heston, La guerra del planeta de los simios es la novena película de la franquicia simia.
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Recordemos que la cinta original tuvo cuatro secuelas –1970, 1971, 1972 y 1973–. Luego se suman las precuelas de la presente trilogía y también el remake del 2001, filmado por Tim Burton.
Pero lo interesante de todo esto es que, según los expertos, el enlace que hace La guerra del planeta de los simios con la película del 1968 es realmente estremecedor.
"El cierre de la película establece espacios abiertos, que sirven como puente para apreciar de forma preciosista la narrativa de la película de Charlton Heston. Uno sale emocionado al apreciar esos detalles", mencionó William Venegas, crítico de La Nación.
De hecho, aunque La guerra del planeta de los simios es supone el cierre de la trilogía, Reeves reveló que no significa el cierre de la franquicia.
"Toda la historia que hemos desarrollado es de los cómos: cómo este mundo se convierte en ese mundo y cómo es que se concibe nuestra naturaleza y la de las personajes. Es como una gran novela rusa y quedan muchos capítulos por venir. Están Simio Malo, Nova, Rocket... Hay todavía un viaje por hacer para llegar desde aquí hasta allí", añadió Reeves a RTVE.
En Costa Rica, a partir del jueves, La guerra del planeta de los simios (2017) se puede disfrutar en todos los cines del país, en formatos 2D, 3D, Atmos y 4DX.
Eso sí, la cinta solo puede ser vista por mayores de 12 años.
FICHA TÉCNICA:
Nombre original: War for the Planet of the Apes
País: Estados Unidos
Director: Matt Reeves
Elenco: Andy Serkis, Woody Harrelson, Amiah Miller
Duración: 142 minutos
Cines: CCM, CINEMARK, CiNÉPOLIS, CITICINEMAS, NOVACINEMAS.