Así como la sociedad tiene sus normas de convivencia, en el mundo digital también se han gestado lineamientos que los usuarios deberían seguir para comportarse de manera correcta en las redes. A estas normas se les conoce como netiquette o netiqueta.
Este término acuñado a mediados de los años 90, consiste en una unión entre los anglicismos net (red) y etiquette (etiqueta) y básicamente se refiere a la manera correcta o aceptable de comunicarse en el Internet.
Si bien las reglas varían según cada situación, hay algunas normas base que se deben respetar en todo momento.
Lo principal y más importante, es tener en mente que al publicar algo, son seres humanos los que lo van a leer, personas con sentimientos, inseguridades y con diversas maneras de interpretar la realidad.
Por lo tanto, nunca se debe escribir con la cabeza caliente, puesto que las palabras podrían hacer daño a terceros o entenderse de una manera distinta a lo que usted quiso decir.
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La advertencia se da porque podría ser común pensar que como lo que se tiene al frente es una pantalla y no gente, entonces es válido usar, por ejemplo, apodos o realizar publicaciones pasadas de tono. No obstante, el respeto debe primar en todo momento.
Si usted fuere el afectado, lo mejor sería evitar la discusión pública. Ignorar a quien le agrede puede ser difícil, pero es más complicado cambiar su manera de pensar o de quienes lean el intercambio de mensajes.
Lo segundo es mantener en las redes los mismos estándares de comportamiento que cumple diariamente, en el mundo real.
Recuerde que así como la ley castiga el hurto de bienes y demás crímenes, en las redes también sucede lo mismo. No ofenda, no amenace, no haga nada que pueda ser considerado ilícito.
Cuando utilice una imagen con derechos de autor, haga referencia a la persona. Si acordó una compra en línea, haga el pago del bien de la forma correcta y segura.
Las leyes se aplican con la misma severidad en el universo cibernético.
Tercero, respete la privacidad de los demás. ¿Cómo?, no publicando contenido, información o imágenes personales sin consentimiento de la persona, especialmente si denigran a un tercero.
El uso de este contenido puede causar un severo daño a la reputación del otro, así como causarle un problema a usted por injurias y calumnias.
Cuarto, tenga en mente que sus posteos son públicos, los puede ver todo el mundo, desde los miembros de su familia, hasta su jefe.
Muchos de los empleadores, antes de hacer la contratación de un colaborador, realizan una revisión de sus redes sociales para determinar que este cumpla con los valores más valiosos para la empresa.
En ese sentido, no haga publicaciones que pongan en riesgo su trabajo o su nombre.
Finalmente, no crea que el “anonimato” que ofrecen las redes lo hacen intocable.
Si bien puede crear un perfil falso para propagar información engañosa, realizar actos fraudulentos o ser un “troll” (perfiles que publican comentarios malintencionados o irrelevantes para generar descontento en una publicación), su dirección IP siempre puede ser rastreada.
‘Spam’, ‘emojis’ y demás
Ahora, también existen otros aspectos que se deben de tomar en cuenta antes de publicar algo en redes sociales, para evitar un mal momento con los demás usuarios.
Por ejemplo tenga cuidado con el spam, es decir, publicar en reiteradas ocasiones el mismo contenido.
Si hay alguna información que desea compartir o promocionar, sea cuidadoso de no saturar a sus seguidores. En vez de lograr interés, podría tener el efecto contrario.
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También es común que cuando está teniendo una conversación utilice emojis (ideogramas que representan una emoción, expresión u objeto) para acompañar su palabras, sin embargo, tome en cuenta que estos tienen el problema de que se pueden malinterpretar.
Al momento de usarlos, recuerde que hay emojis a los que se han dado connotaciones sexuales como el emoji de la berenjena o el durazno, que se utilizan para representar un pene y los glúteos, respectivamente. Otros emojis tienden a cambiar su significado.
Todo depende de la manera en que el receptor interprete la imagen. Puede que usted envíe el emoji de las manos juntas (🙏) para denotar agradecimiento, pero que la persona que lo reciba lo interprete como una oración.
Un estudio dirigido por el laboratorio de investigación GroupLens de la Universidad de Minnesota, determinó que el 40% de los emojis son malinterpretados.
Este tipo de interpretaciones erróneas suceden también debido a las diferencias que hay entre los dispositivos. Los diseños de cada imagen son distintas según el sistema operativo, por ende, su interpretación podría también ser otra.
De igual manera, el uso de las mayúsculas en ocasiones es visto como si la persona estuviera gritando o que desea hacer énfasis, de manera brusca, en su opinión o comentario. En ese caso, mejor evite el uso de esta tipografía para evitar malas interpretaciones.
En fin, tenga cuidado con lo que publica y cómo lo publica, no haga nada en el mundo virtual que no haría en el mundo real.