
Una falla en Cloudflare provocó este martes 18 de noviembre una interrupción masiva de servicios digitales en múltiples regiones del mundo. X, ChatGPT, Canva y otras plataformas dejaron de funcionar o mostraron errores intermitentes durante varias horas. Aunque pareció una caída de múltiples sitios aislados, el punto en común fue la infraestructura: Cloudflare, una de las piezas centrales que sostiene la Internet moderna.
Cloudflare es una empresa estadounidense que opera una de las redes de distribución de contenido (CDN) más grandes del mundo. Funciona como un intermediario entre los sitios web y las personas usuarias. Almacena copias de páginas, imágenes, herramientas de IA y servicios completos en 330 ciudades de 120 países. Esa arquitectura permite que la información viaje menos, cargue más rápido y sea más barata de distribuir. Además, la compañía protege a esos sitios contra ciberataques, filtra amenazas y verifica que cada visita sea legítima.
En la práctica, cuando usted entra a X, ChatGPT o Canva, no se conecta directamente al servidor de esa plataforma, sino a la copia más cercana que opera Cloudflare. Esa capa intermedia acelera la navegación global, pero también concentra cerca del 20% de los sitios web de Internet. Cuando esa capa falla, los servicios que dependen de ella se vuelven inaccesibles.
Eso fue lo que ocurrió este martes. La compañía confirmó que su red global experimentó un fallo que afectó múltiples regiones. Activó sus protocolos de emergencia y aseguró que trabaja para estabilizar el tráfico. No existe, por ahora, una causa oficial. Cloudflare tenía programado un mantenimiento para su centro de datos en Santiago de Chile, aunque la empresa no lo vinculó de forma directa con el incidente.
El impacto se sintió en minutos. X registró fallas desde las 8:30 a. m. Usuarios en todo el mundo reportaron pantallas vacías, mensajes antiguos que no se actualizaban y errores internos. ChatGPT permaneció fuera de servicio a nivel global por lapsos prolongados. Canva mostró problemas para cargar archivos y proyectos. Incluso herramientas diseñadas para medir interrupciones —como Downdetector— tuvieron dificultades, ya que parte de su propio funcionamiento depende de la red distribuida de Cloudflare.
El apagón recordó otros eventos recientes: una caída de Amazon Web Services (AWS) afectó servicios críticos hace un mes, y un fallo de Google Cloud dejó sin acceso a Spotify y Twitch en junio. En todos los casos, la causa es la misma: la enorme concentración de la infraestructura digital mundial. Aunque imaginamos Internet como una red descentralizada, una parte importante del tráfico pasa por un número reducido de empresas que administran nodos, copias, filtros de seguridad y rutas de datos.
Cloudflare informó que varios de sus servicios ya muestran señales de recuperación. Sin embargo, otras funciones siguen bajo observación. La normalización completa podría tardar mientras se reorganiza el flujo global de datos, pues el incidente afectó un entramado que sostiene millones de conexiones por segundo.
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