
Oficiales de la Fuerza Pública detuvieron, la mañana de este viernes, a un individuo en pleno centro de San José, luego de que mostrara signos de nerviosismo e intentara evitar la presencia policial.
Al arrestarlo, los oficiales notaron que el hombre no llevaba consigo ningún documento de identidad y exhibía varios tatuajes relacionados con las maras de El Salvador.
Los oficiales llevaron al sujeto a registrar sus huellas dactilares y, tras consultar con Interpol, confirmaron que se trata de un salvadoreño de apellido Amaya, de 33 años, quien al parecer pertenece a una pandilla en su país.
También se determinó que Amaya era buscado en su país por el delito de homicidio, crimen por el cual incluso tiene una sentencia en firme.
Según informó el Ministerio de Seguridad Pública (MSP), el extranjero fue trasladado a las celdas judiciales para su posterior deportación.
El Salvador mantiene un régimen de excepción desde marzo del 2022. Bajo esta jurisdicción especial, el gobierno de Nayib Bukele encarceló cerca de 73.000 presuntos pandilleros.
Sin embargo, a pesar de que este mecanismo ayudó a controlar la criminalidad en el país centroamericano, también resultó en la detención injusta de numerosas personas, algunas de las cuales incluso perdieron la vida en prisión.
Desde su implementación, el régimen es objeto de fuertes críticas por parte de diversas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que velan por los derechos humanos.
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