
José Manuel González Santamaría, un comerciante de 44 años, oriundo de la zona sur, es la víctima colateral de la balacera registrada el fin de semana pasado en un bar de Santa Ana y que dejó tres hombres fallecidos. Un de sus primos alzó la voz para decir que los enfrentamientos armados dejaron de ocurrir entre grupos criminales y ahora afectan a personas sin relación con esos conflictos.
El viernes 15 de agosto, mientras el país celebraba el Día de la Madre, sujetos armados entraron al Bar Howard´s y dispararon indiscriminadamente. Además de José Manuel, en la escena fallecieron dos hombres identificados como José Garbanzo Rodríguez, de 39 años, alias Mufasa; y Kenneth Sanabria Salas, de 36, alias Chuta, quienes supuestamente estaban relacionados con un grupo criminal en Pavas, conocido como los Coqueros. A Garbanzo también se le asociaba con la banda de los Myrie, en los barrios del sur.
González era de la zona sur del país, específicamente de La Cuesta de Corredores, pero tenía aproximadamente 25 años de vivir en San José, según relató su primo, Luis Serrano Acosta, a La Nación.
Agregó que José Manuel era padre de tres menores, quienes eran totalmente dependientes de él: de 15 años, 10 y un año de nacido. La víctima vivía junto con su pareja y los niños y ese viernes estaba comiendo en el restaurante tras su jornada de trabajo.
El crimen sacudió a la familia, que no es ajena a la ola homicida que golpea al país. “Aquí van a pagar muchos inocentes, porque la guerra ya no es entre ellos mismos y no mueren solo ellos. Tal vez hay alguien inocente... está ocurriendo ya: los inocentes están pagando”, dijo su primo Luis Serrano.
Esa frase de Serrano hace referencia a una manifestación del presidente de la República, Rodrigo Chaves, el 31 de agosto del 2023, durante una conferencia de prensa, cuando comentó que algunas personas le dijeron que no se preocupara por la criminalidad, ya que “eso es entre ellos que se matan”. Chaves respondió: “¿Y saben qué? Sí es cierto“.
Serrano también instó a los poderes Legislativo y Judicial a actuar con mayor firmeza, al considerar que es frecuente que delincuentes sean detenidos y, pocos días después, vuelvan a las calles. “Debería haber una mano más dura; Asamblea, Judicial y Ejecutivo deberían enfocarse más en eso”, reclamó.
“Ahora usted ya no tiene la tranquilidad de ir a un restaurante, de ir a comprar algo, porque ya usted no sabe ni a la par de quién está. Usted ya no puede ir ni a la pulpería a comprar el café. Los inocentes, los del pueblo son los que están pagando. Yo pienso que eso es responsabilidad de las autoridades más altas: de la Asamblea, del Gobierno y el Poder Judicial”, dijo.

“Ha sido muy duro”
Serrano explicó que la noticia fue sorpresiva para su familia porque su primo “no andaba en malos pasos”. “Para nosotros ha sido duro porque uno jamás en la vida se esperaba una cosa así. Uno se pregunta por qué él: yo lo conocía desde joven, un muchacho limpio, sin ninguna adicción”, lamentó.
“El lugar equivocado, en el momento equivocado, en la mesa equivocada”, así describió el lamentable hecho que terminó en la muerte de su primo. Según el familiar, González tenía permiso de armas, pero desconoce porque no la usó. Explicó que su primo murió fuera del lugar, pues salió corriendo tras las detonaciones.
El subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto Rojas, fue quien confirmó que José Manuel fue una víctima inocente y que otras dos personas heridas también lo serían.
Según el funcionario, el perfil del fallecido no coincide con ninguna persona con actividad criminal. Añadió que, con base en el análisis de los videos y testimonios, González Santamaría y los heridos estaban en el lugar como clientes sin tener contacto directo con las dos personas fallecidas, que sí eran los objetivos. González estaba detrás de las víctimas, en otra mesa.
Según el OIJ, la tesis inicial es que una de las víctimas, apodada “Mufasa”, publicó en sus redes sociales una fotografía en el bar alrededor de las 2:30 p. m. del viernes. Esa publicación habría delatado su ubicación a un grupo rival, que envió a dos gatilleros al lugar.
Según la policía judicial, los supuestos sicarios llegaron en motocicleta y dispararon contra el local. Un agente de Organismo de Investigación Judicial pasaba por el sitio e intervino cuando empezaron los disparos.

Serrano explicó que su primo se dedicaba a la venta de productos, mediante la modalidad de “outlet”. “Los primeros negocios que él se puso fue una venta de discos quemados. Así fue creciendo y ahora tenía las tienditas de outlet. Él vivía día y noche ahí. Él tuvo la oportunidad de ir a Estados Unidos un par de veces a comprar de esos contenedores y ya luego los vende”.
Añadió: “Él era muy dedicado a su negocio, su familia. Él no era de salir, andar ahí en San José, ni de andar con nadie”. González fue enterrado en San José a petición de esposa, según detalló.
Serrano defendió el honor de su primo porque “la gente se dedica atacar sin saber, pero todo sale a luz”. “Los delincuentes eran otros y se identificaron, él era un inocente que solo fue a comerse algo”, sentenció.
