Contenedor llevaba 120 kilos de cocaína ocultos en cilindros sellados de máquinas industriales

Gracias a un trabajo especializado, la Policía pudo encontrar 120 kilos de cocaína que iban ocultos dentro de seis cilindros que simulaban ser motores eléctricos adheridos a equipo industrial, que saldrían por el muelle de APM Terminals, en Moín de Limón, hacia Canadá.

Por medio de las inspecciones ordinarias e incluso mediante un escáner era sumamente difícil dar con la carga de droga escondida entre carcazas de partes mecánicas y rociada con grasa para que los perros no lograsen detectar su olor característico.

El cargamento está valorado en unos $720.000 (aproximadamente ¢460 millones) en el mercado nacional, pero aumentaría en más de cinco veces su costo en mercados norteamericanos. Fue decomisado gracias a una llamada confidencial que advertía sobre la ilegal mercancía que llevaba un trailero a su paso cerca de la estación de servicio Río Blanco, en La Marina de Guápiles.

Ante las sospechas, la Fuerza Pública detuvo al conductor y luego de perforar uno de los cilindros con una broca especial, pues las ordinarias se quebraban, se acudió a Zeus, uno de los perros adiestrados que dio positivo para cocaína, de modo que ahí comenzó la operación que se extendió por más de 24 horas hasta dar con el cargamento completo. Lo anterior mediante una serie de labores mecánicas realizadas en la vía pública, frente a la sede del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Guápiles, la cual fue cerrada por las autoridades.

La Policía Judicial confirmó que el conductor, un costarricense de apellidos Bonilla Rojas, de 59 años, quedó detenido, mientras que las investigaciones siguen adelante para tratar de dar con la estructura que habría cargado la droga en una bodega de Alajuela.

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Los traficantes se las ingeniaron para pegar los falsos motores de diversos tamaños a unas piezas vacías, con la finalidad de exportarlas como equipo industrial muy bien pintado y presentado, de modo que no levantara sospechas ante las autoridades.

De acuerdo con Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública, la operación requirió equipo especializado y una coordinación interpolicial mediante la cual se pudo llegar al punto donde estaba la droga, en el núcleo de los supuestos motores eléctricos, cuya medida era casi de un metro de largo y unos 50 centímetros de ancho.

Estimó vital el apoyo de los canes, ya que gracias a su alerta se coordinó para tener los metabos, prensas, tecles, grúa y demás equipo especializado y así dar el golpe a la organización delictiva.

En otras ocasiones la Policía ha descubierto cargas de droga en esculturas, libros, piezas de madera, a lo interno de tiburones de exportación y de muchas otras formas, mediante las cuales las redes de narco se las ingenian para ocultar la cocaína que guardan en grandes bodegas y llevarla hasta los muelles simulando cargas legales que van hacia el exterior.

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Golpe a red de narcomenudeo en Limón

Este miércoles, seis allanamientos simultáneos realizados por la Policía de Control de Drogas (PCD) en Puerto Viejo de Cahuita, cantón de Talamanca, así como Carrandí y Cuba Creek de Matina, Limón, permitieron capturar a seis integrantes de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas en el Caribe, presumiblemente vinculada con la comisión de otros delitos.

La investigación reveló que, en apariencia, dicha narcoestructura se dedicaba a la distribución de drogas, en las mismas localidades caribeñas allanadas. En esta operación la PCD decomisó un total de 991 dosis de marihuana, 562 de cocaína y 244 de crack. Igualmente, llevaron a cabo la incautación de más de ¢2 millones y $188 en efectivo, un arma de fuego de alto calibre y 38 municiones.

Los detenidos, fueron capturados gracias a seis informaciones anónimas ante la línea confidencial y gratuita: 1-1-7-6.

Se trata del líder, conocido como Cebollón, de apellidos Ortega Medina, así como Ruiz Gallo, Ortega Loaiza, Brenes Ortega, Loaiza González y Quintero Herrera, este último nicaragüense. Las edades de los detenidos van de los 26 a los 42 años. La mayoría de ellos con antecedentes por tenencia drogas, uso de armas no permitidas e infracciones a la Ley de Tránsito.