Después de una llamada sospechosa, la escritora Anacristina Rossi se dio cuenta de que había perdido cerca de $6.000 de su cuenta del Banco de Costa Rica (BCR). “Eso duele, porque yo no soy rica. Eran de los derechos de autor que me habían pagado en dólares, que yo los iba guardando para mi vejez, porque ya yo tengo 71 años”, relató a La Nación la reconocida autora de obras como La loca de Gandoca y Limón Blues.
Rossi contó que el 27 de julio del 2023 recibió una llamada de alguien que decía ser funcionario de la Municipalidad de Santa Ana, quien tenía conocimiento de que ella tenía un apartamento en ese cantón. Le dijo que le podía ayudar a pagar menos impuestos por el apartamento, lo cual le pareció extraño a Rossi pues ella ya pagaba una cifra reducida por ese inmueble. En ese momento, colgó.
Más tarde fue a revisar su cuenta para un asunto personal y notó que no tenía su dinero en dólares, lo que representaba unos diez años de ahorro. “Yo estuve como en estado de shock varios meses. Yo creo que todavía me dura un poco”, aseveró.
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Al revisar las transacciones, notó que alguien movió los dólares a su cuenta en colones y después los sacó por medio de transferencias Sinpe. También señaló que entre el 19 de julio y el 16 de agosto de ese año, periodo en el que ocurrió el robo, no aparece ninguna transacción registrada, a pesar de que era la cuenta donde le depositaban el salario.
“Que le roben a un rico, se repone. Pero yo no soy rica, yo vivo bien, pero vivo ajustada. Si yo tengo que hacer una operación mayor para eso tenía esos $6.000″, afirmó.
“Yo tengo dos hijas. Ellas tienen las cuentas en el Banco Nacional y eso sí le tengo que reconocer al Nacional, a ellas las llaman y les dicen ‘aquí hay un movimiento muy grande en su cuenta, ¿son ustedes?’ Si no es de ellas, lo frenan inmediatamente. Pero el Banco de Costa Rica permitió que lo hicieran sin llamarme”, reclamó.
Tras darse cuenta de que había perdido el dinero, se dirigió a la sucursal del BCR, donde le dijeron que ellos no podían hacer nada, y la remitieron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Allí, Rossi presentó la denuncia en la Sección de Fraudes por el delito de fraude informático. La causa se sigue contra ignorado bajo el expediente 23-020658-0042-PE.
Rossi cree que los sujetos que la llamaron sabían sobre su apartamento en Santa Ana porque revisaron sus propiedades en el Registro Nacional, pero no se explica cómo entraron a su cuenta bancaria, si ella ni siquiera tenía la aplicación del BCR en su celular. Salvo la llamada sospechosa, la escritora no recuerda ninguna comunicación por correo electrónico o telefónica que hubiese aprovechado algún inescrupuloso para sustraerle dinero.
Otra de sus quejas es que el BCR no le avisó que había un seguro disponible para cubrir casos como este, a pesar de que ella por mucho tiempo pidió a la entidad que le notificaran cuando tal seguro existiera.
Ante consulta de La Nación, el BCR respondió que están “a la espera de que la cliente aporte la información requerida para continuar con el proceso correspondiente. A la cliente se le notificó de los datos faltantes al correo oficial que tiene registrado en nuestra entidad”.
Demandas individualizadas
Anacristina Rossi contó que recibió asesoramiento del grupo Gente Estafada en Bancos de Costa Rica, coordinado por Carmen Rojas Guzmán, exfuncionaria del Banco Popular que en el 2022 perdió ¢9,7 millones por medio de una llamada telefónica.
Dicha organización presentó demandas contra el Banco Nacional, Banco Popular, BAC, BCR y Coope Ande por un presunto incumplimiento del deber de custodia de los recursos depositados. Rojas indicó que luego de admitir las demandas colectivas, el Tribunal Contencioso Administrativo ordenó que estas se individualizaran.
“En este momento hay presentadas unas 35 demandas, ya están en fase de audiencias; otras están esperando que se definan las audiencias”, indicó Rojas, quien agregó que en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa avanza un proyecto de ley que obligaría a los bancos a indemnizar a sus clientes en caso de que sean víctimas de estafas.
En los últimos años, el Ministerio Público ha alertado sobre el riesgo de estafa por llamadas de falsos funcionarios municipales. Bajo esta modalidad, el estafador insta a su víctima a ingresar a vínculos sospechosos y a brindar datos personales.
También se han registrado estafas en las que los delincuentes aseguran a las personas, por diferentes medios digitales, que pueden recibir un descuento de hasta un 50% en el pago de impuestos municipales.
La Fiscalía recomienda a las personas cortar cualquier llamada sospechosa, y avisar a su respectiva municipalidad para confirmar si se trató de un intento de estafa. También se recuerda que no se debe ingresar a enlaces de Internet desconocidos, ni brindar información como claves de acceso, tokens o PIN de seguridad en sitios de dudoso origen.
Asimismo, en marzo pasado, el Banco Nacional advirtió sobre una nueva forma de estafa con el uso de inteligencia artificial. Según explicó la entidad, los estafadores hacen miles de llamadas de WhatsApp de forma simultánea, las cuales se cortan con el fin de que la persona devuelva la llamada y entable una conversación.
En ocasiones, los estafadores contactan a través de videollamadas para obtener información de la voz y rasgos faciales de las personas. Luego, crean un video para usarlo como método de extorsión; amenazan a la víctima indicando que harán público el video o que lo enviarán a familiares y solicitarán dinero o acceso a cuentas bancarias a cambio de no hacerlo.
