Dos muchachos de 23 años fueron detenidos este martes en Purral de Goicoechea, San José, y Corralillo de Cartago, como sospechosos de un triple homicidio ocurrido la madrugada del 30 de enero de 2022 en Guápiles, Pococí, Limón, durante una fiesta clandestina.
De acuerdo con el informe preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el festejo se desarrolló en unas bodegas cercanas a la ruta 32 y era clandestino porque durante la emergencia por covid-19, el Ministerio de Salud vetó los encuentros multitudinarios para contrarrestar los contagios.
En determinado momento se suscitó una riña que culminó con una balacera donde resultaron varias personas heridas y otras tres fallecidas, identificadas como Ariel Alexánder Cubillo Solano, de 30 años; Bernol Enrique Flores Villalobos, de 25, y Antony Guillermo González Cruz, de 26.
Tras una serie de investigaciones, vigilancias y seguimientos, se logró la captura de dos de los sospechosos de apellidos Avendaño Badilla y Monge Segura.
Aún queda pendiente la detención de un tercer implicado de 29 años, al cual los agentes pretendían ubicar en Guápiles. Sin embargo, no lo encontraron. Según Telenoticias, responde a los apellidos Guzmán Lara.
Además del operativo de captura, se logró el decomiso de un arma de fuego, droga, dinero en efectivo y algunas prendas que vinculan a los sospechosos con los hechos.

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Mortal fiesta
Según trascendió al momento de los hechos, la fiesta clandestina fue promovida por redes sociales, pero no se detallaba la ubicación exacta del lugar donde se iba a efectuar. También pedían a los asistentes que llegaran en taxi.
La bodega que se utilizó para la actividad tenía unos 15 metros de largo por 10 metros de ancho y se estimaba que allí podrían estar presentes unas 100 personas cuando se produjo la balacera.
Antony, uno de los fallecidos en el hospital de Guápiles, era oriundo de Pococí, vivía en Horquetas de Sarapiquí, Heredia, y era tesorero en una sociedad anónima que no tenía bienes. También, era padre de tres hijos.
Por otro lado, Ariel Alexánder era entrenador personal y propietario del gimnasio Iron Training, situado en el centro de Guápiles. Asimismo, trabajaba como mezclador de música (DJ). Anteriormente había formado parte de la Banda Comunal de Pococí. También murió en el hospital. Estaba soltero y no tenía hijos.
Entretanto, Bernol Enrique era soltero, sin hijos y también vecino de Guápiles. Cuando murió estaba desempleado, pero antes había trabajado como bodeguero y como taxista pirata. Este hombre quedó tendido a unos 40 metros de distancia de la entrada de la bodega. Tenía impactos de bala en la parte posterior de la cabeza y en el tórax.

Colaboró Reiner Montero
