
Francisco Dall’Anese, el abogado de la exfiscala subrogante, Berenice Smith, afirmó este miércoles que la absolutoria en favor de su clienta, en el juicio por presunto tráfico de influencias, es un reflejo de “una actitud diferente de los fiscales”.
Smith fue absuelta junto al exmagistrado Celso Gamboa y el exalcalde de San José, Johnny Araya. La acusación señalaba que Smith y Gamboa, este último como subjefe del Ministerio Público, realizaron presiones indebidas para sacar el nombre de Araya de un expediente por presunto enriquecimiento ilícito; sin embargo, en el juicio no se comprobó tal tesis.
“Creo que ya se ve la mano de don Carlo Díaz (fiscal general) en esta administración del Ministerio Público, hay una vuelta a la imparcialidad y la objetividad”, dijo Dall’Anese a La Nación.
El exfiscal general recordó que el fallo ya no se puede apelar, al haber una segunda sentencia absolutoria, lo que pone punto final al proceso iniciado en el 2016.
“Se cierra definitivamente el caso, aquí terminó este calvario en que los imputados y sus familias han sufrido por muchísimos años por una acusación que nunca tuvo pies ni cabeza”, dijo Dall’Anese.
El abogado indicó que el hecho de que el Tribunal ordenara abrir un testimonio de piezas contra la fiscala Natalia Rojas, y la jefa de prensa del Ministerio Público, Tatiana Vargas, muestra que los señalamientos no tenían fundamento.
Rojas fue la testigo principal del caso, pues ella afirmó haber sido presionada por Gamboa y Smith para quitar el nombre de Araya; no obstante, el Tribunal concluyó que la declaración tuvo contradicciones. Por su parte, Vargas fue quien realizó la denuncia de que podría haber una acción irregular en el pedido del exalcalde de San José.
Federico Campos, defensor de Smith en la parte penal, también celebró lo resuelto por los jueces, pues calificó el proceso como una injusticia contra la exfiscala.
“Muy complacidos con la decisión del tribunal y con la absolutoria de Berenice, a quien se le ha hecho una injusticia desde que se inició e incluyó en este proceso penal sin pruebas de ningún delito, sometiéndola a dos juicios de los cuales fue absuelta.
"Además, fue objeto de un inmerecido despido que la dejó sin posibilidad de recibir sus derechos laborales que le ha causado graves afectaciones personales y profesionales, así como un afectación a su entorno familiar. Los molinos de Dios mueren lento, pero muelen fino”, declaró.

