Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron dos allanamientos, la mañana de este viernes, para intervenir la Asociación Hogar Betel, un centro de rehabilitación para personas adictas a sustancias psicoactivas, ubicado en Maderos de Guápiles, debido al presunto accionamiento de armas de fuego dentro de la propiedad.
En el sitio, que también parece ser un centro de reciclaje de plásticos, metales y otros materiales, llegan personas con aparente historial delictivo y, supuestamente, se vendían drogas. Así lo confirmó una fuente judicial a este medio.

Las diligencias policiales de este viernes se iniciaron a las 6 a. m., luego de pesquisas realizadas a partir de una denuncia anónima que la Policía Judicial recibió el 29 de abril.
Según la queja, se escuchaban detonaciones de arma de fuego provenientes del interior de la propiedad.
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Tras las investigaciones, los agentes del OIJ de Pococí-Guápiles confirmaron la información.
La Policía Judicial informó de que, además del centro, allanaron la casa del administrador del lugar, ubicada en Cascadas 1, donde se hallaron tres armas de fuego. Al parecer, el hombre, identificado como Porras, de 34 años, no contaba con los permisos correspondientes para su portación.
Tanto Porras como otro hombre, identificado como Coto, de 33 años, quien aparentemente residía en el centro, fueron detenidos y puestos a las órdenes del Ministerio Público.

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Centro opera sin permisos del IAFA
La Asociación Hogar Betel, intervenida por las autoridades judiciales, no figura en la lista más reciente de programas de prevención, tratamiento, rehabilitación y recursos comunitarios para problemas asociados al consumo de sustancias, avalados por el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
Además de ofrecer servicios para personas con adicciones, el IAFA es la institución encargada de avalar programas públicos y privados enfocados en la prevención y tratamiento del consumo de sustancias psicoactivas, incluidos centros de rehabilitación tanto gratuitos como de pago.
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De esta forma, el Instituto se asegura de que dichos centros cuenten con condiciones óptimas para recibir pacientes; que los tratamientos para cesar el consumo estén acreditados por profesionales; que las instalaciones cuenten con permisos del Ministerio de Salud; y que dispongan del personal profesional necesario —médicos, psicólogos, trabajadores sociales, entre otros— capacitado para atender a personas con adicciones a sustancias, e incluso con diagnósticos psicológicos asociados al consumo.
Según explicó en agosto de 2024 el IAFA a La Nación, para obtener el permiso, además contar con un equipo interdisciplinario, cada lugar debe demostrar que su programa está basado en evidencia científica y definir una duración del tratamiento.
