
Aferrada a su fe, Janeth Edwards, madre de Jermaine Cruickshank, quien fue asesinado el domingo 24 de agosto en un bar en Siglo XXI de Limón, espera que la justicia divina y el trabajo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) le traigan la respuesta que retumba una y otra vez en su cabeza: ¿por qué mataron a Jermaine?
La madre conversó con La Nación mientras preparaba las honras fúnebres de su hijo, un reconocido abogado del centro de la provincia, quien fue atacado por dos sicarios que llegaron hasta el bar en una motocicleta; el agresor vestía ropa deportiva y un casco.
Doña Janeth agradeció a las personas que se han solidarizado con su familia y, a la vez, envió un mensaje a las autoridades: “Tienen que buscar estrategias drásticas porque ya no es la Costa Rica de antes, estamos viviendo otros tiempos”.
Además, aprovechó para enviarles un mensaje a los candidatos presidenciales: “Ojalá que sus planes de gobierno sean casi solamente enfocados en la parte de seguridad, porque sin seguridad no podemos avanzar en este país”.
Celular decomisado
Edwards reveló que agentes judiciales decomisaron el celular de su hijo. Una fuente ligada al caso confirmó la diligencia y agregó que pretenden abrir el dispositivo cuanto antes, para buscar información que permita establecer el móvil e identificar a los posibles autores del crimen.
Conversaciones de WhatsApp, correos electrónicos y llamadas podrían constituir pistas para que la Policía Judicial resuelva el caso. “Se llevaron el teléfono y a nosotros nos gustaría que hagan una revisión perfecta para saber qué fue el asunto; sabemos que ellos están haciendo su trabajo como es normal”, dijo la mujer.
Desconocen amenazas
La mamá de Cruickshank dijo desconocer sobre alguna amenaza en contra de su hijo. De ahí el interés de que se analice el aparato telefónico, pues afirma que, por el comportamiento que tenía en la casa, el trabajo y la comunidad, no da pie para tener sospecha alguna. ”A nosotros nunca nos comentó que hubiera alguna amenaza, que tuviera problemas con alguien", agregó.
Edwards cuenta que su fe cristiana le permite estar de pie en estos tiempos de intenso dolor; a la pérdida de su hijo Jermaine, se suma la de su esposo, Eduardo Cruikshank, expresidente del Congreso, fallecido el 5 de marzo a los 67 años.
“No es que por ser cristianos no nos duela. Lloramos, estamos sufriendo, pero confiamos en Dios, en su justicia, en que a él no se le pasa nada, todo tiene un propósito en la vida”, recalcó.
Jermaine Cruickshank era casado y dejó dos hijos de 11 y 15 años.
