El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró reconstruir con precisión la ruta de escape del sospechoso que asesinó al agente judicial Geiner Zamora Hidalgo, ataque ocurrido el 31 de enero en Pococí, Guápiles.
Los detalles fueron divulgados este lunes, durante la detención de siete personas vinculadas con la estructura criminal que habría planificado y ejecutado el crimen.
Zamora, de 38 años, llegó aquella noche, pasadas las 9 p. m., a un bar–restaurante en Guápiles y se sentó en la barra.
Minutos después, ingresó un hombre que había salido desde Toro Amarillo a bordo de una bicimoto.
Según la investigación, el gatillero se acercó hasta donde estaba el agente y le disparó a quemarropa, provocándole heridas en la cabeza, tórax y abdomen. Zamora permaneció cuatro días en cuidados intensivos hasta que murió en un hospital de San José.
Fuga calculada en minutos
El agresor huyó hacia la zona de Los Lagos, donde se internó en un sector boscoso. Ahí abandonó la bicimoto y parte de la ropa que llevaba puesta para evitar ser reconocido.
Luego continuó su escape a pie por las cercanías del estadio Ebal Rodríguez, pero vistiendo otras prendas: un pantalón corto, camiseta y zapatos negros.
Varias cámaras de seguridad captaron este trayecto, lo que permitió a los investigadores reconstruir cada movimiento.

El director interino del OIJ, Michael Soto, detalló que el caso no se limita a la identificación del gatillero. La investigación revela la participación de una estructura criminal dedicada al narcotráfico local en Pococí.
“Estamos deteniendo al gatillero, la persona que le da muerte al compañero, así como a dos masculinos más que ayudan en los actos preparatorios: buscar una bicimoto, armas, teléfono, vestimenta y demás”, explicó Soto.
El análisis incluyó la revisión de cerca de 300 videos de la zona, los cuales muestran la secuencia completa: desde el momento en que Zamora ingresa al bar, cómo es detectado por varios sujetos y la forma en que estos alertan al grupo ejecutor para iniciar los preparativos del ataque.
Para el OIJ, el crimen guarda relación directa con el trabajo del agente.
“De acuerdo con la hipótesis policial, esta muerte tiene que ver con su labor. Es la primera vez que un funcionario del OIJ muere como consecuencia de sus investigaciones, es decir, que una estructura criminal le quita la vida como represalia”, afirmó Soto.
El agente Zamora había participado en pesquisas contra Alejandro Arias Monge, alias el Diablo, investigado por narcotráfico y robo de ganado en la zona.
Esas indagaciones, según el OIJ, habrían generado incomodidad dentro del grupo delictivo, lo cual derivó en la planificación del ataque.
