Inés Sánchez de Revuelta es la referente de los Guinness World Records™ en nuestro país. Ella ostenta dos títulos: uno como la presentadora con mayor duración en un programa educativo al aire y el segundo porque Teleclub es el programa educativo más longevo del mundo. Marcas difíciles de romper, orgullo para doña Inés y que, también lo son para el país.
Pero el caso de Sánchez, que año a año bate su propio récord (este 2019 el espacio cumplió 56 años), no es el único en nuestro país ya que con el nombre de Costa Rica se han impuesto otras 10 marcas mundiales.
Hace algunas semanas dos empresas lograron poner su estampa en el registro del libro de Guinness World Records. El 7 de diciembre el programa Ecolones, ideado y liderado por la compañía Próxima Comunicación logró recolectar 30 toneladas de botellas de plástico en un lapso de ocho horas para así romper el récord que se había instaurado en India. La recolección del plástico se llevó a cabo en las instalaciones de Pedregal, en Belén.
“Nuestra filosofìa más importante es que el reciclaje no es solo un problema ambiental sino de economía que no lo hemos entendido. El plástico, el aluminio y el papel son materia prima, son materiales y recursos físicos tangibles que tienen valor. Como no hemos sabido usar bien esos recursos hemos causado un problema ambiental que es una consecuencia de la falta de manejo y estrategia empresarial”, explicó Karla Chaves Brenes, directora de Ecolones, sobre la motivación de su récord.
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La más reciente marca fue impuesta por la empresa de lácteos Lala, ellos lograron servir 5.926 vasos de leche en una hora durante una actividad que se llevó a cabo el 27 de enero en el Parque Metropolitano La Sabana.
Para lograr ambos reconocimientos, las dos empresas tuvieron que llevar a cabo todo un programa de logística previo a la consecución de los récords. En el caso de Ecolones, la organización recolectó la evidencia (pesos, formularios, fotografías, videos) y la envió a las autoridades de los Guinness World Records para que fuera validada. El lunes de la semana anterior recibieron la buena noticia de que habían ganado el récord.
Por su parte, Lala contó con la participación de una representante oficial de los Guinness World Records, quien hizo las revisiones respectivas para certificar la marca. Lala realizó la actividad para presentar su propuesta de productos lácteos en nuestro país.
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Imbatibles
Los récords están para batirse, pero parece que dos de los hitos establecidos en Costa Rica nunca podrán ser superados.
El caso más reciente es el de doña Inés y Teleclub, que, como mencionamos antes, cada año ella es quien se vence a sí misma. El primer programa de Teleclub se transmitió en 1963 y para el 2013 (cuando recibió su primer certificado) ya habían pasado cinco décadas, las mismas que tiene la cubana radicada en Costa Rica de ser la conductora del espacio. Ya suma 56.
“Tenía una alegría muy grande. Yo solo decía ‘¡ay Dios mío, gracias!’. Me sigue pareciendo increíble tener dos Guinness", había comentado Sánchez la noche en que le hicieron la entrega oficial de sus récords por primera vez hace seis años.
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Desde que comenzó con Teleclub y hasta el día de hoy a sus 86 años, Inés es la encargada de la producción de los episodios. Ella se encarga de los guiones, de las entrevistas, busca los temas, está al tanto del montaje televisivo, en fin, Teleclub e Inés son uno mismo.
Al cierre de edición no se había informado sobre la nueva marca, pero de seguro nadie la podrá alcanzar.
Un comunicador es el portador de otro Guinness World Records. Se trata del periodista Andrés Borrasé Sanou (ya fallecido) quien en el 2016 fue reconocido por la autoridad a la carrera más larga como editor del mismo periódico, según consta en los registros oficiales enviados por la compañía.
Borrasé estuvo a la cabeza de La Prensa Libre por casi 59 años. Heredó de su padre José Pepe Borrasé Rovira, la pasión por el periodismo y asumió la dirección del diario en 1949, cuando apenas tenía 21 años de edad.
La propuesta para que Borrasé fuera reconocido mundialmente por su trabajo (ya que en Costa Rica había marcado una historia de lealtad a la libertad de comunicación) fue de sus hijos Carlos y Andrea, la investigación para solicitar el certificado duró dos años.
“Preliminarmente nos dimos cuenta de un señor en Europa que tenía un récord de 40 años más o menos, pero el de mi padre era más largo. Comenzamos a hacer un plan para investigar, fuimos a la Biblioteca Nacional a revisar los empastados de La Prensa Libre desde 1949 cuando mi papá asumió, su nombre aparecía en los cuadritos de los créditos, pero también buscamos fotografías familiares, de mi padre con presidentes, con ministros, con artistas, de los viajes que realizó a Estados Unidos y Europa”, recordó Carlos Borrasé, hijo de don Andrés.
En el camino para lograr el récord hubo entrevistas a empresarios, diplomáticos, diputados, expresidentes de la República y con ello, más la prueba documental, hicieron la solicitud a los Guinness World Records. “Se envió todo ordenado y digital, se hizo un resumen de lo físico que se agrupó y se envió a Nueva York y Londres para la revisión respectiva. Ellos (Guinness) duraron analizando la prueba casi cuatro meses hasta que nos dieron la fenomenal noticia de que nadie en el mundo duró esa cantidad de años frente a un periódico”, narró Borrasé.
La buena noticia fue que don Andrés recibió el reconocimiento en vida, aunque aseguraba que para él no era tan importante como haber servido al país desde la trinchera de la comunicación. "
Ya estaba muy mayorcito, tenía más de 80 años y estaba un poco delicado de salud. Él dijo que no le interesaba un reconocimiento, que no lo buscaba, que su trabajo lo hizo por amor a Costa Rica, a sus compatriotas y al periódico; que lo hizo con todo el gusto para defender la democracia y la libertad de expresión", recordó Carlos.
Don Andrés Borrasé falleció en abril del 2017 a los 89 años.
Los récords de doña Inés y don Andrés, siguen vigentes, según Guinness World Records. Pero todavía faltan más por recordar.
Ingenio criollo
Tal vez sea poco conocido que el arquitecto costarricense José Manuel Pizarro y su empresa Línea Vertical son los responsables por los récords de las tirolesas (conocidas popularmente como canopy) más grandes del mundo.
Pizarro diseñó y construyó con su equipo El Monstruo, como se le llama al cable de canopy ubicado en el parque Toro Verde, en la localidad de Orocovis, Puerto Rico.
La longitud del cable es de dos kilómetros con 205 metros y alcanza una altura máxima de 200 metros sobre el suelo; las impactantes medidas fueron reconocidas por los Guinness World Records en el 2016, el título es para la tirolesa y se encuentra en el parque que la alberga.
Pero él mismo quiso vencerse y lo logró. Luego de construir El Monstruo, aceptó otro reto todavía más grande que lo llevaría a los Emiratos Árabes Unidos. Gracias al reconocimiento mundial, el ministro de turismo del emirato de Ras al-Khaimah buscó al costarricense para hacerle una propuesta.
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“Me explicaron que querían construir la tirolesa más grande del mundo, me contaron del proyecto. Duramos un año platicando y negociando hasta con el jeque”, recordó el costarricense. Así comenzó el nuevo sueño, que se vio concretado con un cable de dos kilómetros y 832 metros de largo. El título World Record Guinness les fue entregado la primera semana de febrero de este año y fue el propio jeque Ahmad bin Saud bin Saqr Al Qasimi, quien estrenó la tirolesa.
Ahora, Pizarro quiere hacerse con el título de la tirolesa más larga del mundo sobre el mar. Esta construcción está ubicada en Acapulco, México y está en el proceso de investigación para confirmar si se merece el reconocimiento.
“Hacer un récord es pisar terreno desconocido, es abrir brecha, escribir en la historia; pero lo más bonito es saber que cualquier persona es capaz de realizar un sueño si se lo propone”, dijo el arquitecto sobre los Guinness World Records que tiene en su hoja de vida.
Para los toyoteros
Fue para la celebración de los 60 años de Purdy Motor Costa Rica que una idea algo loca mutó en una de las actividades más importantes para la empresa.
En octubre del 2017 lograron convocar a 1600 carros para formar con cada uno de ellos el logo de la marca Toyota, que se convirtió en el más grande del mundo y le arrebató así el reconocimiento a Rusia, donde armaron el elipse con 1416 vehículos en el 2016.
“Queríamos realizar una actividad donde participaran los toyoteros, esos que han sido tan leales con la marca por tantos años. Fue una locura, tuvimos que esperar a que en Pedregal botaran la gradería para hacer el logo en ese lugar porque no encontrábamos un espacio adecuado y con la infraestructura correcta para hacerlo”, recordó María Elena Molina, gerente de mercadeo de Purdy Motor.
De acuerdo con la funcionaria, para el evento recibieron desde automóviles antiguos hasta los modelos más nuevos de la marca; el carro más viejito fue uno de 1957. Además recordó que la actividad se convirtió en un evento familiar que trascendió la pasión por los carros y que para ellos, como empresa, significó una mayor cercanía con sus clientes.
Este es otro de los Guinness World Records en vigencia.
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Curiosos
El músico costarricense Geovanny Escalante narra orgulloso que derribó una marca que había impuesto el saxofonista estadounidense Kenny G. Aunque no es una marca oficial de Guinness World Records porque no existe una categoría que la registre, la de Geovanny fue una nota que resonó fuera de nuestras fronteras.
El artista nacional en 1998 sopló una nota de manera ininterrumpida en su saxofón durante una hora, 45 minutos y 30 segundos; superó así la marca que había dejado Kenny G, que fue apenas de 45 minutos.
“La preparación fue a ciegas, yo sabía la técnica de respiración continua, pero no sabía cómo durar tanto; de hecho pensaba que durar 45 minutos era inhumano”, recordó el saxofonista que, en su récord, interpretó la nota La.
Con mucha práctica y concentración fue que logró mantener el mismo tono, el mismo ritmo, la respiración, contener la saliva y ejecutar una técnica que lo haría dejar una huella en la música internacional y que lo llevó incluso a repetir la hazaña fuera del país como lo hizo en el programa Despierta América, de la cadena Univisión.
Si de curiosidades de los Guinness hablamos, en nuestro país se logró cocinar el arroz frito más grande del mundo, en el 2013. Fue hecho para celebrar la llegada del año nuevo chino, el plato se pesó y alcanzó un total de 1.345 kilogramos (la marca anterior a esta era de 500 kilos).
Esa vez, el récord fue confirmado por un representante de la organización internacional quien llegó a al barrio chino, en San José para dar fe de la plusmarca que se impuso gracias a la colaboración de la Municipalidad de San José y Asociación Colonia China en Costa Rica que contaron con el apoyo de 50 cocineros que mezclaron los ingredientes en una olla de 2.5 metros de la que salieron 7.000 platillos. El título del arroz frito más grande del mundo le fue arrebatado a Costa Rica por Turquía en el 2014, allí se preparó uno que pesó 3.150 kilos.
“Las bolas de piedra antiguas más grandes”, ese es el título registrado en los Guinness para las bolas de piedra de Diquís.
“Hay más que globos globulares perfectamente esféricos dispersos por todo el Diquís Delta de Costa Rica, conocidos localmente como las bolas grandes que fueron talladas en masas de granito esféricas por una raza –todavía no identificada– de personas precolombinas. Las más grandes alcanzan los 2.5 metros de diámetro y pesan más de 16 toneladas”, así explican en la organización la belleza y majestuosidad de estas esferas.
Por último, pero no menos importante, en Costa Rica existe el gusano más tolerante al calor del mundo y que también es reconocido por los Guinness World Records. Se trata del gusano de Pompeya (Alvinella pompejana) que habita en las profundidades del Océano Pacífico y que puede soportar temperaturas tan altas como los 80. ° centígrados. ¿Impresionante, verdad?
Pues así es como Costa Rica es oficialmente increíble, gracias a sus marcas históricas y curiosas en los Guinness World Records.