En abril anterior, la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) decidió revocarle la licencia de club profesional a la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG), al dar por comprobadas supuestas inconsistencias administrativas y financieras. Desde entonces, los jugadores se fueron, al igual que el cuerpo técnico; ya no hay equipo. Sin embargo, los dirigentes continúan tieniendo control del Estadio Chorotega de Nicoya, que es propiedad de dos entidades públicas.
La Nación pudo constatar que dos organizaciones deportivas de la zona tuvieron que dirigirse a Arley Madrigal, quien figura como secretario de la ADG según la personería jurídica, para tratar de utilizar el estadio. Se trata de una escuela de fútbol que mostró interés en utilizar el reducto y un plantel de fútbol femenino.
Arley no es funcionario de la Municipalidad de Nicoya ni del Icoder, entidades que comparten la propiedad del inmueble. La Nación lo llamó dos veces antes de las 12 mediodía de este miércoles, pero no respondió las llamadas.
Este diario también corroboró que no existe ningún convenio que haya sido firmado entre la Municipalidad de Nicoya y la ADG. Lo único que existe es un borrador de acuerdo que se está negociando desde el 2020, sin que haya sido aprobado.
El Estadio Chorotega pertenece tanto a la Municipalidad de Nicoya como al Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder); por ello, para otorgarlo en administración, el ayuntamiento necesita el aval de dicho ente estatal.
Este diario consultó al Icoder sobre su participación en el estadio; el Instituto aclaró que, si bien tienen un derecho sobre el inmueble, la administración está a cargo del municipio.
“El Icoder no controla el terreno; esa administración la tiene la Municipalidad”, afirmó el Icoder.
Ante esto, La Nación intentó conversar con el alcalde de Nicoya, Carlos Martínez, pero no fue posible concretar una entrevista, pese a insistir por mensajes de texto y con su asistente de prensa, Raquel Barboza. A Martínez se le buscó desde el jueves 30 de octubre y, por último, se le enviaron las preguntas por correo electrónico este 5 de noviembre a las 11:50 a. m.
Stacy Briones, una de las regidoras del cantón guanacasteco que más seguimiento le ha dado al tema del Chorotega y a un posible vínculo con la ADG, explicó detalles sobre la situación:
“A lo que tenemos entendido, hay un acuerdo para que la ADG tenga el estadio, por un tema de que era el equipo que lo utilizaba en Primera División, y como se está en un proceso de formalización de un convenio, pues la administración (la Municipalidad) decidió hacerlo de esta forma”, explicó a La Nación.
Por su parte, Auxiliadora Pérez, regidora del periodo 2020-2024, dio a conocer que la preocupación sobre el manejo del estadio viene de años atrás.
“Este tema es complejo. Nunca ha existido un convenio como tal, y eso se lo puedo garantizar. Ahora el problema es que en el estadio, que es un inmueble público, se han hecho cosas y a nadie se le ha informado. Por ejemplo, se cambió la iluminación y no se informó a nadie. Se hicieron unos palcos y nunca se informó al Concejo”, declaró.
Pérez fue más allá y contó que, en la gestión pasada, hubo acuerdos verbales entre la ADG y la administración municipal.
“En el Concejo queríamos que la ADG llegara con toda la información para validar de dónde vienen los ingresos, y les pedimos un plan, pero nunca lo llevaron. Después empezaron las modificaciones: nos dijeron que Jafet (Soto) puso unas luces de Herediano para el estadio y que Ronny Cortés hizo una zona VIP, pero mi pregunta fue: ¿con permiso de quién? Ante esto, decidimos no firmar el contrato”, detalló.
Volviendo a la situación presente, Stacy Briones aclaró que es la Alcaldía Municipal la que debe determinar quién administra o toma posesión del estadio, por lo que aseguró desconocer bajo qué criterios o negociación la ADG mantiene actualmente la administración.
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En julio del 2024, el propio alcalde dio una entrevista al diario La Teja, a raíz de una queja del entonces gerente deportivo del club, Yosimar Arias, por el estado del terreno de juego. En esa conversación, el jerarca municipal detalló que la ADG no pagaba un solo colón por utilizar el escenario deportivo.
“Primero que nada, Guanacasteca no paga nada por usar el estadio. Hemos tratado de promover un convenio, porque la ADG no invierte un cinco; algunas inversiones que se comprometieron a realizar no las hicieron. Si las hubieran hecho, quizás habría un mejor drenaje para que eso no pase (cancha embarrialada)”, explicó Martínez al rotativo.

De esta forma, no queda claro cómo se le otorgó el control del Estadio Chorotega de Nicoya a Guanacasteca. La Nación buscó la posición de la ADG, pero Leonardo Cova, quien es uno de sus principales dirigentes, no respondió las llamadas.
Luego de la suspensión de la licencia, Guanacasteca se quedó sin jugadores ni estructura deportiva. Ya no pertenecen a ninguna liga profesional (tampoco están en Segunda División) ni están compitiendo en el fútbol aficionado. Sin embargo, aunque no tienen equipo, siguen manteniendo control del estadio.
Este caso nació a raíz de investigaciones divulgadas por La Nación en febrero pasado. Con base en los reportajes, el Comité de Licencias de la Federación Costarricense de Fútbol inició un proceso y determinó presuntas anomalías administrativas y financieras.
Por ejemplo, Licencias detectó una serie de depósitos por $675.000 a favor de la Asociación Deportiva Guanacasteca (ADG), presuntamente sin el debido respaldo, así como la participación de una “prestamista” que en realidad era la esposa de uno de los inversionistas mexicanos. Luego de cumplir el debido proceso y agotar las instancias, el Comité decidió revocarles la licencia, con lo cual perdieron el derecho de competir en Primera División, y posteriormente en Segunda.
La Asociación sigue afrontando secuelas; entre ellas, a finales de octubre el exentrenador Minor Díaz presentó una demanda laboral contra la ADG por salarios no recibidos.
