
A pesar de haber sido parte de una de las gestas deportivas más grandes de Costa Rica e integrar el grupo de 22 jugadores que asistió al Mundial de Italia 90, ser futbolista fue un aliciente para lograr sus metas personales.
Se define como un estudiante al que le fascinaba el fútbol, no como un futbolista al que le gustaba estudiar. Por eso, cuando tuvo la oportunidad de dejar el balompié para forjarse una carrera profesional, colgó los tacos sin pensarlo dos veces.
José Jaikel, conocido como El Tanque Jaikel cuando vestía los colores del Deportivo Saprissa, fue convocado sorpresivamente por el técnico Velibor Bora Milutinovic a la Selección Nacional que participó en la Copa del Mundo de Italia 90.
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Aunque no jugó en ninguno de los cuatro partidos, guarda grandes recuerdos de sus compañeros, con quienes compartió recientemente en el homenaje por los 35 años del debut de la Tricolor en tierras italianas.
El exdelantero del Saprissa y del Herediano admite que su deseo siempre fue superarse profesionalmente, y por eso aprovechó las oportunidades de estudio que le brindaron los equipos en los que jugó.
“Creo que era una persona distinta. Tenía claro que quería cumplir mis sueños como futbolista, pero la prioridad era el estudio. Muchos compañeros de la época, como Víctor Badilla, Vladimir Quesada, José Pablo Fonseca y Alejandro Sequeira, lograron estudiar con beca por la ‘jodedera’ que les pegaba para que estudiaran”, recordó Jaikel.
Con tres títulos nacionales con Saprissa (1988, 1989 y 1994) y la Copa de Campeones de la Concacaf (1993), siempre tuvo claro que el fútbol era pasajero y, además, en aquel momento no se pagaba bien, por lo que era necesario estudiar para forjarse un futuro.
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“Jugué hasta los 28 años. En ese entonces ya era profesional. Tomé la decisión de retirarme a esa edad porque empezó mi aventura en el Grupo Maseca, que aquí en Costa Rica es Demasa. Tengo 31 años con ellos. Me dieron una dirección en México, estuve 11 años en Monterrey y ahora llevo 12 años como director de Centro y Suramérica para el grupo”, relató Jaikel.
El exfutbolista aseguró que su verdadero sueño era triunfar como profesional. En el fútbol ya había sido campeón con Saprissa, tanto a nivel nacional como de Concacaf, y había asistido a una Copa del Mundo, por lo que sentía que sus metas como jugador estaban cumplidas.
“En aquel momento, cuando me retiré, ya había cumplido mis objetivos deportivos. Soñaba con ser un ejecutivo bien valorado, había estudiado y me esforcé mucho. Ahora estoy en Costa Rica y dirijo la región para la empresa, con 2.000 colaboradores a cargo”, confesó Jaikel.

José Jaikel volvió a ver a sus hermanitos
Sin embargo, el fútbol sigue siendo una de sus grandes pasiones, y siempre que puede, juega con sus amigos y excompañeros en el San José Indoor Club.
Reencontrarse con sus excompañeros de Italia 90 le trajo grandes recuerdos a José Jaikel, quien pudo compartir y revivir viejas anécdotas con un grupo al que considera su familia.
“Me siento muy honrado, muy orgulloso, muy feliz de ver a mis hermanitos; es mi familia. La verdad, me siento emocionadísimo. Lo más importante fue la hermandad que construimos entre los 22 jugadores y el cuerpo técnico. Podemos pasar mucho tiempo sin vernos, pero apenas pasan cinco minutos de estar juntos, nos sentimos como una verdadera familia”, expresó Jaikel.
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Aunque no vio acción en ninguno de los partidos contra Escocia (1-0), Brasil (0-1), Suecia (2-1) y Checoslovaquia (1-4), José enfatiza que la unión del plantel fue determinante para lograr los objetivos que se habían propuesto.
“Aquí se formó una familia tan linda. Teníamos objetivos muy bien estructurados y una visión muy clara de lo que queríamos como grupo. No importaba quién jugara. Eso no sucede siempre, pero en aquel grupo todos estábamos muy compenetrados y felices”, concluyó Jaikel.