Un clásico por sí solo cambia todo el ambiente, despierta sentimientos únicos y genera una presión y motivación extra. Sin embargo, cuando el choque entre Saprissa y Alajuelense femenino se da en una final y con el título de por medio, todo se potencia al máximo.

Quienes lo viven como aficionados saben bien que no es un partido más, pero las protagonistas en el bando morado explicaron a detalle el verdadero significado de esta serie ante su archirrival, que se inicia este viernes, a las 8 p. m. en la Cueva.
“Son semanas llenas de motivación y mucha emoción, pensando en lo que viene. Estamos enfocadas en lo que queremos, que es el campeonato, así que estamos trabajando muy duro. Tenemos años de llevar esta responsabilidad, sabemos lo que significa (enfrentar un clásico en una final) y hay que afrontarlo con toda la seriedad. Sabemos que es necesario para la institución y para nosotras ganar esta final”, destacó María Paula Elizondo.
Los gestos, la concentración y la manera de expresarse hacen que sea fácil de palpar lo que de inmediato describen las tibaseñas, cuando se les pregunta por las sensaciones al toparse a la Liga en el momento más importante del Torneo de Clausura 2021.
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Las manudas llegan como favoritas, al ser las actuales monarcas, estar invictas aún en el campeonato y firmar una segunda fase sólida. No obstante, las saprissistas mostraron un nivel ascendente y en la semifinal terminaron goleando 7 a 0 Dimas Escazú.
Así mismo, en el plantel hay un deseo inmenso de revancha y de urgencia por acabar con una sequía de títulos de tres años (último fue en el 2018).
“Son semanas diferentes, porque son partidos distintos y la connotación así lo exige, porque es una final nacional con clásico. No se deja nada por fuera, se trabajó la parte técnica, lo táctico, lo físico, lo mental y lo emocional... Es un partido poco predecible, porque este tipo de series de 180 minutos tienen esa condición de no arriesgar demasiado en el primer juego, porque hay otro más que define. Nos conocemos bien, hay un parámetro de la fase regular y todo fue muy parejo”, recaló José Rodríguez, timonel del Monstruo,
Un factor a tomar en cuenta para ambos equipos es el receso de poco más de dos semanas que tuvo el certamen para dar espacio a la Selección Nacional y los fogueos de la fecha FIFA de octubre (ante Jamaica).
Si bien, este espacio se aprovechó para afinar hasta el más mínimo detalle y para recuperarse de la mejor manera, se cortó el ritmo de competencia que traían los dos clubes.
“Esta última semana ha sido para enfocarnos en los detalles y también para ver mucho lo que nos presentará el rival... Sin duda que los pequeños detalles son los que van a marcar la diferencia”, agregó el estratega tibaseño.
El único ingrediente que le hará falta a este clásico será la presencia de público, ya que incluso en el banquillo rojinegro está el referente Wílmer López. Sin embargo, para esta final aún no se puede contar con aficionados y será hasta el 15 de noviembre que los fanáticos vuelvan a las grandas en Costa Rica, pero con un estricto protocolo.
