Kenay Myrie, jugador del Deportivo Saprissa, nació en cuna liguista. Hijo de seguidores manudos, Kenay empezó a dar sus primeros pasos en el fútbol cuando era un niño, y lo hizo con los colores rojinegros.
Roy Myrie, su padre y destacado exjugador de Alajuelense, recordó que lo llevaba a algunos partidos. Incluso, el abuelo de Kenay es Víctor Reyes, el popular Mingo, quien trabaja como secretario técnico del club erizo.
La vida, y sobre todo el fútbol, le tenían preparada una sorpresa a Kenay y a sus padres manudos: las puertas de Saprissa se le abrieron de par en par a Kenay, quien no solo alcanzó el sueño de jugar en Primera, sino que, según contó Roy, su hijo es un “moradazo”.
Como dice el refrán, “para quien no quiere caldo, dos tazas”; esto le pasó a Roy y a su esposa Pamela Reyes, hija de Mingo, porque Kenay es gemelo y su hermano Kenan también juega con Saprissa.
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Roy Myrie contó cómo ha sido para Kenay y Kenan convivir con una familia de liguistas y expresó que él y su esposa debieron cambiar los colores; ahora son morados, y Roy hasta luce la camisa de Saprissa para ir al estadio a apoyar a su hijo.
“Es un sentimiento donde uno termina olvidando cosas. Kenay siempre fue criado dentro del liguismo, pero desde que comenzó en la categoría U-15 de Saprissa, eso cambió. Kenay y Kenan son unos ‘enfermazos’ y cada vez que pueden me vacilan, porque son los más morados del mundo”, dijo Roy Myrie.
Roy añadió que Kenay y Kenan están muy agradecidos con lo que Saprissa ha hecho por ellos. Dijo que son totalmente saprissistas y el Popo, como se le conoce a Roy, es un morado más cuando se trata de apoyar a Kenay.
“Para mí es bastante extraño apoyar a mi hijo contra la Liga, pero el sentimiento de padre me gana más. Ahora me inclino a que Saprissa pueda quedar campeón, porque esa sería la felicidad para mi hijo. Ya quiero la ‘saprihora’ y todo lo que me molestaba como liguista, ahora lo quiero”, manifestó Myrie.
Roy tiene otro hijo que sigue sus pasos y los de los gemelos Kenay y Kenan como jugador: Kian, de 13 años, quien juega en la categoría élite de esa edad en la Liga.
“Ese no negocia los colores. En la casa, mi esposa es una morada más; es liguista, pero primero es mamá y morada. Yo apoyo a Saprissa porque quiero que mi hijo esté feliz, que le vaya bien, pero el pequeñito le dice a Kenay: ‘yo lo apoyo en un partido, pero no tengo nada que ver con esos colores’. Cuando hemos ido al estadio a ver a Kenay, todos vamos con camisa de Saprissa y Kian dice: ‘yo voy con mis tenis rojinegras’”, contó Roy Myrie entre risas.
Del último clásico, en el que Saprissa ganó 3-0, Roy no vio nada porque aseguró que andaba en Nicaragua.
“Gracias a Dios, Kenay y Kenan no me hicieron ese bullying. A veces en la casa ponen la canción de Saprissa con volumen alto para que yo la escuche, o los escucho cuando vienen llegando y me hago el dormido porque sé que me van a vacilar. Empiezan a decir: ‘no se haga, está despierto’, y comienzan a joder, pero siempre de una manera muy agradable”, expresó Roy.

A quien no molestan es a Mingo, el abuelo; respetan su labor en Alajuelense y por eso no se meten con él. Víctor Reyes comentó a La Nación que se siente muy feliz al ver a Kenay jugando con Saprissa.
“Pese a estar toda la vida con Alajuelense, me siento muy orgulloso de Kenay y Kenan, que forman parte de la cantera de Saprissa. Me hace feliz que le den oportunidad a Kenay, siempre lo apoyo y hablo con él”, señaló Víctor Reyes.
Víctor recordó que crió a sus hijos cerca del estadio de la Liga, son seguidores manudos, pero no ve rivalidad y tampoco le molesta que Pamela, su hija y madre de Kenay, vista la camiseta morada para apoyar a su nieto.
“En la familia no hay división; no es un tema de que yo trabajo en la Liga y mis nietos juegan con Saprissa. Si otro equipo les hubiera dado la oportunidad, estaríamos igual de felices como estamos ahora”, afirmó Mingo.

Víctor desea ver a Kenay o Kenan en un clásico, pero dejó claro que hay algo que no haría por ellos.
“No creo que yo me ponga una camisa de Saprissa para apoyar a Kenay. Él me tiene muy feliz, pero eso no lo haría, porque tengo mucho arraigo en Alajuelense. Lo amo y me siento orgulloso de Kenay, pero tengo mis principios y valores, y vivo muy agradecido con la Liga. Llegué al club con 13 años como juntabolas, a limpiarle los tacos a los futbolistas, y hoy tengo un puesto importante en la organización”, resaltó Víctor Reyes.
Reyes está rodeado de nietos futbolistas; aparte de Kenay y Kenan en Saprissa, está Kian en la U-13 de Alajuelense, además de Gabriel Quesada en la U-12 y Carlos Daniel Quesada en Linafa.
Víctor apoya a todos, especialmente a Kenay, quien ya está en Primera y a quien le ve enormes condiciones como futbolista.
“Es un jugador con buen biotipo, tiene buen pie y buena carrera. Le hace falta, pero para eso están los de mayor madurez en Saprissa, para que lo aconsejen y lo pulan. Dios quiera que tenga una carrera exitosa y sea una gran persona”, opinó Víctor Reyes.
