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El histórico estadio Eladio Rosabal Cordero vio caer sus primeras paredes y graderías este miércoles 22 de julio, en medio de las remodelaciones que se efectúan del reducto.
Los florenses realizan una inversión importante para contar con un escenario prácticamente nuevo, en el mismo lugar donde se encuentra la que es considerada su casa. Salvo la gramilla, el resto del inmueble será sometido a una serie de mejoras, para que el club cuente con condiciones de primera, según señalaron los dirigentes al anunciar el proyecto.
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“Con la demolición uno siente más real todo, pero al mismo tiempo hay más presión, porque esto es una obra muy grande y la responsabilidad es igual de grande. La demolición inició con la gradería este, luego la oeste y posteriormente la norte, porque hay que dar espacio que saquen una parte que es prefabricada. Por último se haría el sur, que es por donde entraba el equipo normalmente”, indicó Orlando Moreira, directivo de Fuerza Herediana.
Más allá de que desde hace semanas empezaron a remover piezas de gran valor emocional para los florenses, este miércoles ingresó la maquinaria pesada a quitar por completo parte de las estructuras del Rosabal. Esto marca un verdadero acontecimiento para los fanáticos de los rojiamarillos.
El Team dio un paso al frente para contar con reducto como pocos en el país y que los catapulta. En la institución no dieron a conocer el monto final del proyecto, pero este medio conoce que ronda los $11 millones (casi ¢6.400 millones) e incluiría un préstamo bancario y un fideicomiso.
Como parte de las mejoras, Jafet Soto y sus dirigidos tendrán que utilizar una sede alterna por los próximos dos campeonatos. El Cuty Monge en Desamparados es el lugar que eligieron.
“Ni en este Torrneo de Apertura 2020 y tampoco en el Clausura 2021 seremos locales en el Rosabal Cordero, según lo que hemos visto. Vamos a jugar en el Cuty Monge, incluso, las graderías que se van a sacar del sur y del norte del Rosabal irán al Cuty. Para esto se llegó a un acuerdo con la Muncipalidad de Desamparados”, agregó Moreira.
El directivo no escondió que hay mucha nostalgia de parte de todos los que integran el equipo y los propios jugadores empezaron a publicar mensajes despidiéndose del inmueble. Sin embargo, todos en la institución concuerdan que es un gran cambio que les permitirá crecer.
Así mismo, en Herediano recalcaron que van desfasados según el itinerario inicial. Esto se debe a la pandemia de la covid-19, ya que la mayoría de los materiales vienen de Guatemala.
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“La pandemia nos ha atrasado un poco, porque no es solo lo que pasa en Costa Rica, sino que dependemos de lo que sucede en Guatemala, porque ahí se está produciendo las partes del estadio. Allá tuvieron problemas también, pararon la fábrica, ahora trabajan solo de noche y ha sido complicado. Uno entiende que es una situación mundial y ellos no están exentos”, finalizó Moreira.
Luego de concluir con la demolición, se empezará con el trabajo de los cimientos. Los florenses esperan que entre setiembre y octubre se empiecen a colocar las nuevas graderías.
