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"La gente que vive en Puerto Limón, que sabe lo qué pasó, tiene un criterio muy distante de lo que puedan pensar en el Valle Central", Celso Gambia. Fotografía: Juan Diego Villarreal
Celso Gamboa no lo pensó dos veces para hablar de fútbol y de política. De las personas que creyeron en su gestión al frente de Limón FC y aquellos, quienes a su criterio, le tendieron una trampa en la política.
El ex presidente de Limón FC y ex magistrado de la República, conversó con La Nación y otros medios de comunicación del nuevo proyecto futbolístico de la provincia, Limón Black Star, del cual asegura ser solo socio y no directivo.
Eso sí tampoco descarta en un futuro integrarse a la institución si así lo requiere y dice no tener problemas para aceptar las críticas, aunque aseguró que las personas que lo ofenden en redes sociales no lo conocen.
¿Por qué la decisión de trasladar al conjunto de Marineros de Puntarenas en la Liga de Ascenso y establecerlo en la provincia de Limón?
La estrategia que utilizamos es de negocio. Les explicamos a los directivos de la UCR que Puntarenas no es negocio y que Limón es negocio. Eso salta a la vista al ver las taquillas del Puntarenas FC y nos damos cuenta que Marineros no iba a tener el mismo arrastre. Pero aquí el estadio Juan Limón se va a llenar y será el terror de los demás equipos del fútbol, como en el pasado.
¿La fundación de Limón Black Star es una forma de lavarse la cara, tras la desaparición del equipo Limón FC y el hecho de que lo señalen como el principal causante?
La gente que vive en Puerto Limón, que sabe lo qué pasó, tiene un criterio muy distante de lo que puedan pensar en el Valle Central. Con Limón FC se dejó alma vida y corazón y puedo decir que perdí dinero. Traté de hacer lo mejor, pero los resultados deportivos no se dieron. Administrativamente el equipo siempre estuvo bien, pero deportivamente no hay epíteto para decir lo que pasó en el cierre del campeonato.
No puedo decir que es lavarse la cara con este proyecto. Si tengo responsabilidad, porque estuve con el equipo hasta el final, pero es compartida. ¿Lavarse la cara? No lo necesito. En Limón la gente sabe quién soy y cómo llevo los colores del equipo de fútbol. Con las personas que tenía que reivindicarme, ya lo hice hace tiempo. Es inexplicable sumar siete derrotas en forma consecutiva luego de estar en zona de clasificación y bajar al último lugar y descender. Los jugadores tenían los salarios al día y condiciones suficientes para jugar y que se diera esa catástrofe es inexplicable.
¿Cómo interpreta los comentarios de su gestión con Limón FC, al ser la mayoría negativos?
Son mis fans, son mis fans, saludos, volví (asegura en broma). Lo que pasa es que la gente solo quiere destruir, no construir. Si uno se queda solo con los comentarios negativos, no se va a hacer nada. Era hacer algo ya o que Limón se quedara sin equipo. Escuchar aficionados de Saprissa, la Liga y Herediano que digan que esto va para el carajo porque estoy yo, es porque definitivamente no conocen.
No saben quién soy yo, lo que yo puedo hacer y desconocen que el proyecto está en manos de profesionales del fútbol. Aunque este tipo de ruido también ayuda al club y eso ya lo entendí. Antes me enojaba, pero ahora sé que es parte de ese marketing que requieren todos los equipos de fútbol.
¿Le molestaban los insultos o los señalamientos?
En redes sociales leí que me decían narco, asesino, lavador.... de todo. Ahí tuve que confrontar a un par de personas que tuvieron que retractarse porque uno no puede dejarlas. Cuando dicen que soy bocón, que raja con el equipo, que presumía, ahí me pueden dar y lo acepto. Sin embargo hay cosas que no se pueden dejar pasar y hay temas hasta dónde tienen tolerancia a los insultos.
Todos los insultos que le repitieron a Figueres me los han dicho a mí y uno se los tiene que tolerar, pero aquellos que puedan sugerir la comisión de hechos delictivos, ahí es donde hemos tenido que parar a un par de personas en los Tribunales de Justicia y se han tenido que retractar. Por lo demás, todas las críticas que vengan son bienvenidas. Hay gente tan descompuesta por dentro que sin conocerlo a uno deciden escribir cualquier cosa que se les venga a la mente detrás de un teclado.
‘Se equivocó en sus primeras declaraciones como presidente de Limón FC cuando dijo que Limón iba a ser campeón y que Alajuelense iba a tener que esperar por el título 31?
Cuando vi aquellas “bestias” entrenando, como Esteban Alvarado, Roy Smith, Alexander Espinoza, Marvin Esquivel y Greivin Méndez, entre otros y vi esa conjunción de jugadores me dije que era imparable. Es el mejor equipo que hemos tenido y pensé que podíamos ser campeones.
En algún momento cuando yo dije que Fernando Ocampo iba a tener que esperar la 31, bueno y todavía siguen esperando, valga la redundancia, yo tenía confianza en los jugadores, pero los resultados deportivos no se dieron y esto es lo que le pone sabor y picante al fútbol.
¿Política o deporte?
¿Qué enseñanza le dejaron?
Entendí, conversando con los expertos en fútbol, que esas declaraciones le ponen más morbo a los partidos y se llena el estadio. La gente opina más y se hace más ruido en redes sociales por lo que uno dice. Yo realmente creía que íbamos a ser campeones, se lo juro, y al final fue un fracaso deportivo total.
Después de lo vivido en el fútbol y la política, ¿con qué faceta se queda?
Si tuviera que elegir, nunca habría salido de Puerto Limón cuando me llamaron del Gobierno de la República. Aquí me casé, aquí nacieron mis hijos y mi mamá vive aquí. Me hubiera quedado aquí, sí hubiese podido predecir los escollos y las trampas de la clase política que me hicieron en algún momento, cuando consideraron que yo era una amenaza para llegar a la Presidencia de la República y me involucraron en temas que no tenía nada que ver como el cemento chino. La acusación está hecha y ni el apellido mío aparece en la caratula del expediente.
Hay cosas que dije y cuatro o cinco años después uno se queda con esa sensación de que hubo manos meciendo la cuna para desestabilizar lo que pudo ser un proyecto político en el pasado. Ahora, pese a que han habido ofrecimientos para regresar a la vida pública, rechacé esa posibilidad y me he decantado por esto, por la empresa privada.
¿Se arrepiente entonces?
Aprendí muchísimo. No puedo decir que estoy arrepentido. Pero me arrepiento de no haber tenido la visión para detectar tanta gente tan falsa como Ottón Solís Fallas, como Patricia Mora Castellano. Gente que estuvo allí y yo pensé que eran personas en que uno podía tener un poco de confianza y al final eran personas que estaban procurando que nadie sacara la cabeza, porque quieren seguir en esas cúpulas de poder. La vida se ha dado la tarea de ponerlos en su justa dimensión y darles lo que corresponde.
¿Entonces descarta volver a la política o bien llegar a la presidencia del equipo Limón Black Star?
Quiero ser el aficionado número uno de Limón, apoyar, generar para que puedan tener las mejores condiciones. Mientras estén esas personas: Víctor García, Bertony Robinson y Cristian Williams, están en las mejores manos. Pero si en algún momento hay que dar un paso adelante, porque no hay gente, entonces lo haré. Lo mismo en la función pública, lo haré. Pero me parece que hay excelentes personas en el Gabinete del Presidente , en la junta directiva de Limón Black Star y yo sobro allí.