
Los Ángeles. Jason Collins, el exjugador de la NBA que se convirtió en el primer hombre abiertamente gay en participar en una de las principales ligas deportivas profesionales de Estados Unidos, afirmó este 11 de diciembre que enfrenta “una de las formas más letales de cáncer cerebral”.
Collins, quien había revelado en un breve comunicado en setiembre que estaba recibiendo tratamiento por un tumor cerebral, dijo en una entrevista con ESPN que padece un glioblastoma en etapa 4.
“Se manifestó increíblemente rápido”, señaló el exbasquetbolista de 47 años al describir los primeros síntomas, que incluían pérdida de memoria y dificultad para concentrarse, los cuales se agravaron en agosto.
“Había tenido síntomas extraños como estos durante una o dos semanas, pero, a menos que algo esté realmente mal, yo sigo adelante. Soy atleta”, comentó Collins.
Explicó, sin embargo, que una tomografía axial computarizada reveló la gravedad de su enfermedad, un glioblastoma multiforme que avanzaba tan rápido que, según los médicos, podría haberle costado la vida en cuestión de semanas.
Collins indicó que, con el apoyo de su esposo, Brunson Green, así como de amigos y familiares, comenzó un tratamiento que incluyó medicación, seguido de radioterapia y quimioterapia.
Agregó que su decisión de buscar terapias innovadoras -actualmente en una clínica en Singapur- le recordó al momento en que decidió hacer pública su orientación sexual.
“Siento que estoy de vuelta en aquella situación, donde quizá sea la primera persona en atravesar este muro”, afirmó. “No vamos a quedarnos de brazos cruzados y dejar que este cáncer me mate sin dar una batalla feroz”.
Collins recordó que, cuando a su abuela le diagnosticaron cáncer de estómago en etapa 4, a ella no le gustaba escuchar la palabra “cáncer”.
“A mí no me importa si la dices”, señaló. “Tengo cáncer, pero, al igual que mi abuela luchó, yo también voy a luchar”.
Collins jugó 13 temporadas en la NBA, a partir de la campaña 2001-2002, cuando debutó con los Nets de Nueva Jersey (actualmente Nets de Brooklyn).
Jugó en otros equipos, como Hawks de Atlanta y Celtics de Boston, antes de volver a los Nets para unos últimos partidos en el año 2014.
Con su imponente estatura de 2,13 metros, jugaba en la posición de centro y promedió 3,6 puntos y 3,7 rebotes por partido a lo largo de su aventura en la NBA.
Justo al final de su carrera, en el 2013, anunció que es gay en un artículo de portada en Sports Illustrated, firmado en primera persona junto al periodista Franz Lidz.
De immediato recibió una oleada de apoyo de parte de figuras del mundo del deporte, líderes políticos como el entonces presidente Barak Obama, e incluso la empresa Nike, que era su patrocinador.

