La sesión del plenario legislativo de este miércoles se salió de control cuando las fracciones de Liberación Nacional (PLN) y el gobernante Progreso Social Democrático (PPSD) se lanzaron acusaciones mutuas de operar como un “cartel”. La presidenta en ejercicio, Rosalía Brown, de Nueva República (PNR), intentó calmar la situación, pero predominaban los gritos desde ambos lados del salón; finalmente, levantó la sesión a las 5 p. m.
El clímax se produjo después de que la limonense Katherine Moreira, del PLN, calificó a Pilar Cisneros como la vocera del “cartel Chaves Robles”; aseguró que la jefa de la bancada del PPSD es la encargada de hacer las “listas negras” de congresistas no gratos para el presidente Rodrigo Chaves.
Moreira agregó que la Casa Presidencial coacciona a las municipalidades para excluir a los diputados de oposición de las actividades locales. Dijo que los congresistas limonenses sufrieron los primeros ataques, pero luego estos se extendieron a los guanacastecos, los puntarenenses y, más recientemente, a los de Cartago.
A raíz de lo dicho por la verdiblanca, el subjefe oficialista, Daniel Vargas, aseveró que le dio pena escucharla hablar de carteles. “Si algo se parece a un cartel, no somos precisamente nosotros; se parece mucho más a su partido político”, declaró.
Mientras Vargas decía esto, detrás de él las oficialistas Ada Acuña y Paola Nájera asentían con las acusaciones hacia los liberacionistas.
Lo dicho molestó al jefe del PLN, Óscar Izquierdo. Cuando el verdiblanco tomó la palabra, le gritó a Daniel Vargas que si se atrevía a asegurar que Liberación es un cartel, debía comprobarlo.
“No le permito que usted diga que es un cartel; si tiene pruebas, demuéstrelo. Si no, guarde silencio”, exclamó Izquierdo, sumamente molesto.
Cuando todavía Izquierdo estaba reclamándole, Daniel Vargas se levantó de su curul, al otro lado del plenario, y empezó a gritar fuera de micrófono y a golpear fuertemente la mesa, además de señalar a Katherine Moreira.
Reclamos por ataques de Chaves en Cartago
Previamente, los liberacionistas habían explicado por qué se ausentaron de los actos de Independencia el 14 de setiembre en Cartago, en vista de que el mandatario Rodrigo Chaves los atacó por ello.
Precisamente, Izquierdo dijo que se ausentaron en protesta por los discursos de bullying y burla que lanzó el mandatario en una visita a una escuela cartaginesa, frente a niños de ese centro educativo, donde los puso a hacer sonidos de animales.
Pilar Cisneros respondió que se habían perdido una gran fiesta en la gira del gobernante y afirmó que Chaves recibió mucho amor, además de que hubo “mucha alegría de los cartagineses, porque no se fue a hablar paja”.
“Lo que hicieron esos diputados de Cartago no fue darle una cachetada al presidente de la República ni al gobierno, sino a la patria”, dijo Cisneros.
Pese a la cercanía que en muchos asuntos ha tenido la Unidad Social Cristiana (PUSC) con el gobierno, la jefa socialcristiana, María Marta Carballo, subrayó que los diputados de oposición tienen que darles la cara a los costarricenses trabajando en el plenario y no solo yendo a giras con Rodrigo Chaves.

Confrontación del FA a Pilar Cisneros
El tercer enfrentamiento en la sesión del plenario de este miércoles se dio entre el Frente Amplio y Cisneros, nuevamente, porque, desde el martes, le exigieron a la vocera oficialista explicaciones por una supuesta llamada que recibió la diputada durante una sesión de la Comisión de Hacendarios.
Según los frenteamplistas, la jefa del PPSD no se percató de que la llamada estaba en altavoz y se escuchó a alguien decir: “Ya estamos listos para darle con todo a Ariel Robles”.
Robles aseguró que las afirmaciones las oyeron varios asesores en esa comisión. Jonathan Acuña, representante del FA en Hacendarios, aseguró que él escuchó la afirmación, pero nada quedó grabado.
Tanto Acuña como Antonio Ortega, jefe frenteamplista, exigieron explicaciones de la oficialista, quien, luego de varios minutos, dijo que todo era una mentira.
“No es cierto. Esa llamada es privada, por cierto, muchas gracias. En ningún momento se dijo ‘vamos a darle con todo al diputado Ariel Robles’. A ver, el diputado Robles no existe en mi vida hace mucho tiempo. Por cierto, me incomodó que ayer me dirigiera la palabra, porque hace más de un año no nos la dirigimos. No existe; para mí, no hay deseo ni necesidad de atacarlo; lo que él quiere son sus cinco minutos de fama. No tengo que dar ninguna explicación, porque simplemente no existió”, dijo Cisneros.
Jonathan Acuña aseguró que la oficialista es capaz de decir que las paredes del plenario no son cafés, aunque todos los diputados las estén viendo, y reiteró que él estaba ahí cuando entró la llamada.
Ada Acuña buscó defender a su compañera de bancada. Aseguró que ella estaba al lado de Cisneros, escuchó la conversación y avisó que estaba en altavoz.
Por su parte, Ariel Robles hizo un llamado a no caer en el juego de quien hace provocaciones en el plenario e hizo responsable a Cisneros por cualquier daño que eventualmente pueda recibir él.