El presidente de la República, Rodrigo Chaves, tuvo que desistir de su jugada legislativa para enterrar el proyecto de ley de vuelos baratos a Centroamérica, luego de que la ausencia de 21 legisladores, el miércoles pasado, generó un obstáculo para su estrategia.
El miércoles, poco antes de la sesión del plenario, la Presidencia de la República envió un decreto para sacar de la agenda del Congreso los 90 expedientes legislativos que había convocado para las sesiones extraordinarias.
En estas sesiones, entre mayo y julio, es el Poder Ejecutivo el que define cuáles proyectos de ley pueden tramitar los diferentes órganos parlamentarios, desde el plenario hasta las comisiones dictaminadoras.
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A la vez que sacó de agenda los 90 proyectos, solamente dejó uno en la lista: el proyecto 24.207, del Partido Liberal Progresista (PLP), cuyo objeto es asegurar los vuelos de bajo costo entre Costa Rica y cualquier país de Centroamérica o República Dominicana.
La iniciativa fue vetada por Chaves en febrero, pero la oposición tiene la esperanza de rechazar ese veto y resellar la ley, es decir, volver a aprobarla, para enviarla a su publicación en el diario oficial, La Gaceta, y que entre en vigencia, tal como lo permite la Constitución Política.
La vocera del chavismo, Pilar Cisneros, asegura que la pretensión era dejar de patear la pelota y tomar una decisión definitiva, sea que se acoja el veto o que gane la oposición, y se reselle.
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El problema que se le presentó al gobierno fue que, precisamente el miércoles, no hubo cuórum en el plenario para concluir el análisis del informe de labores de Chaves, por lo que esa sesión de análisis se tuvo que trasladar al jueves.
Eso impidió que el jueves se pudiera poner en agenda la discusión de cualquier proyecto de ley y, finalmente, la Presidencia de la República tuvo que echar atrás con la idea de matar el plan de vuelos baratos, desconvocarlo de la agenda y poner en lista otros cinco proyectos de su interés, para que se discutan este lunes.
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La apuesta del oficialismo era que, generalmente, los jueves llegan menos diputados a la sesión del plenario y habrían tenido un ambiente propicio para acoger el veto y sepultar la posibilidad del resello.
Este domingo, Pilar Cisneros dijo que, por ahora, no saben cuándo intentarían nuevamente poner en agenda el plan de vuelos baratos.
“No sabemos cuándo. Queremos avanzar. Ya perdimos una semana entera con cero avance. Dependerá de cuánto progreso hagamos. No nos desvela. Difícilmente tendrán los 38 votos para resellar”, comentó.
La vocera oficialista negó que la idea fuera aprovechar la coyuntura de los jueves, cuando hay menos congresistas, pues argumentó que el problema es que la iniciativa lleva tres años empantanada, sin ninguna justificación, “salvo un capricho del PLP, alcahueteado por Rodrigo Arias”.
Cisneros aseguró que, gane o pierda el oficialismo, su intención es avanzar con la agenda.
El objetivo del proyecto es ofrecer pasajes aéreos de máximo $100 ida y vuelta entre Costa Rica y cualquier país del istmo, o $50 solo ida. En el caso de los tiquetes a Dominicana, serían de $120 ida y vuelta, $60 solo en un sentido.
Aunque llegó a tener el apoyo de 34 congresistas para su aprobación en segundo debate, a inicios de febrero, con la negativa expresa de los ocho legisladores oficialistas y un socialcristiano, luego del veto se fueron sumando más voces negativas en contra de la propuesta.
Aparte de los oficialistas, también se oponen al resello Melina Ajoy y Carlos Andrés Robles, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC); José Joaquín Hernández, del Partido Liberación Nacional (PLN); así como los seis integrantes del Partido Nueva República (PNR).
Su argumento es que dichos vuelos baratos a otros países de Centroamérica y República Dominicana podrían significar un golpe al turismo local, que de por sí ya ha tenido una reducción considerable en el último año.
