La imagen de Douglas Soto apareció en un anuncio publicitario el 21 de abril, durante la transmisión del clásico del fútbol nacional entre La Liga Deportiva Alajuelense y Saprissa, en el que asegura que es antipolíticos, pero que quiere “poner las cosas en orden” en Costa Rica.
Tres meses después, la precandidata presidencial de Pueblo Soberano, la exministra Laura Fernández, presentó a Soto como su aspirante a la segunda vicepresidencia de la República.
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Douglas Soto, abogado y empresario, repite vehementemente que no es político pero militó durante más de cuatro años en el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y fue asesor de campaña de Lineth Saborío, como candidata presidencial de 2022 de ese partido, del que fue nombrado enlace empresarial. “Salí, porque es un partido agotado, un partido tradicional que en las últimas dos décadas dejó de escuchar al electorado y a los ciudadanos”, dijo Soto, en esta entrevista con La Nación, en la que aseguró que dejar las filas del PUSC era una decisión que “venía sopesando” desde hace dos años.
Soto, de 49 años, creció en San Pedro de Montes de Oca; estudió en el Colegio Metodista y luego la carrera de Derecho en la Universidad de Costa Rica. Acumula estudios de Fusiones y Adquisiciones en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, y actualmente trabaja en el despacho de abogados Zurcher, Odio & Raven.
En esta entrevista responde de dónde consigue los fondos para pagar los spots publicitarios en televisión, quiénes lo apoyan, su ideología política, y si existe relación con el actual Gobierno de Rodrigo Chaves.
– Se mencionaba su nombre cómo posible candidato del PUSC, ¿Qué pasó?
– Había una porción de gente muy importante que no creía en el liderazgo de Juan Carlos Hidalgo. Y había una porción de gente que no consideraba a Leslye Bojorges como una opción. Y pues alguna gente me estuvo convenciendo y el apoyo y el cariño de la gente del partido creció significativamente, y ahí es donde empezó el rumor de que podía ser precandidato, pero la realidad es que no quería tomar una decisión de esa naturaleza dentro del partido, y esa fue la razón por la que salí.
– ¿Por qué dice que no es político si perteneció al PUSC?
– No soy político porque siempre he trabajado en el sector privado. Nunca he ocupado un puesto de elección popular. Para ser político uno tiene que ocupar un puesto de elección popular, y lo más importante: no pretendo vivir de la política. Yo estoy dando un paso adelante, para formar un proyecto serio, y lo estoy dando, sacrificando lo que me representa a mí estar en el sector privado.
– ¿Cuáles son sus intenciones?
– No quiero ningún puesto de Gobierno, como una diputación o ministerio. Lo que queremos es construir un movimiento y eventualmente sacar una candidatura, liderada por mí o de cualquier otra persona, que tenga las capacidades para poder postular su nombre para la presidencia de Costa Rica.
– ¿Con qué apoyo contaría?
– Nos estamos reuniendo con jóvenes, con gente internacional, para entender la criminalidad, por ejemplo, el tema de educación y salud. Queremos generar propuestas disruptivas, que nunca se han escuchado. No queremos vender humo, ni decir mensajes vacíos. Queremos una transformación del aparato estatal. Estamos construyendo ese apoyo, estamos dándonos a conocer trabajando propuestas. En temas de seguridad, por ejemplo, estamos con gente de El Salvador y de México.
– ¿Y a nivel interno?
– Afortunadamente mi trabajo me ha generado una buen red de contactos y de networking, y tengo ese acercamiento con mucha gente valiosa en nuestro movimiento, que nos ha permitido poder acercarnos con gente que nos pueda asesorar en diferentes temas de seguridad, salud, educación, y la transformación del Estado. Porque eso queremos: articular políticas públicas.
– ¿Cómo se lograría esa articulación?
– Haciendo ingeniería estatal, como se hace en cualquier empresa privada de ingeniería. Un reacomodo de las instituciones públicas para que puedan fusionar objetivos y eliminar duplicidades. Por ejemplo, tenemos siete o nueve instituciones que atienden el tema de bienestar social. ¿Por qué no poder generar una entidad o dos que atiendan el problema de una forma sistemática y articulada? Eso se tiene que hacer.

– Miramos algunas de estas propuestas en los anuncios en la televisión, y nos preguntamos, ¿de dónde están saliendo esos recursos?
– Los recursos son de nuestro movimiento, no son donaciones, son propios, nuestros. Nos dicen que pagamos una millonada, pero esto se trata de negociación, estrategia y convencimiento para que las cosas se den. Y cuando la gente puede pensar que algo te cuesta 10 colones, la realidad es que si lo hacés con negociación y estrategia, te sale en dos colones. ¿Me entendés? Nuestros recursos son limitados, pero los estamos usando de la manera más eficiente posible.
– Usted ha comentado que hay que darle continuidad a las gestiones que se hacen bien, a propósito de eso, ¿Qué le parece la gestión de Rodrigo Chaves?
– Como todo, uno puede aplaudir algunos temas y en otros, pues, no coincidir del todo, aplaudo al presidente porque ha tenido el valor y la firmeza de señalar dónde están los problemas. Creo que eso es un aspecto que nadie ha logrado hacer. Creo que hay que generar la rendición de cuentas de la gestión pública y él lo ha logrado señalar.
– ¿En qué no está de acuerdo?
– No estoy de acuerdo en los ataques personales. Creo que si uno quiere cambiar algo tiene que cambiarlo con estrategia, negociación y buena comunicación. De nada sirve atacar a una persona en específico. Creo que a la oposición hay que verla con respeto. Pero nunca como enemiga.
– ¿Es cierto que usted puede ser el candidato que apoyará Rodrigo Chaves?
– Yo no conozco ni siquiera al presidente.. Nunca he hablado con él. Nunca he hablado con él, nunca he hablado con doña Pilar (Cisneros). Nunca he hablado, con básicamente ningún miembro del gabinete, ni del Gobierno. Ni nadie de nuestro movimiento. Entonces, la respuesta es un rotundo no.
– ¿De qué ideología es usted?
En la parte económica soy de centro derecha, y en la parte social, definitivamente soy conservador. Creo en la familia, en la vida y en las libertades, en la protección de las libertades, en un Estado eficiente. El Estado tiene que ser creado, y de alguna forma operativo, para los ciudadanos, no a la inversa. En eso creemos.
– En ese sentido, ¿Cree que esto sería un cambio de lo que existe actualmente en Costa Rica?
– Pensaría que sí, porque yo no veo desde hace más de tres décadas un movimiento que esté tratando de defender conservadoramente la familia, y a la vez, que tenga propuestas de centro derecha en la parte económica. Todo es izquierda.
– ¿Qué cambios?
– Cambios país, que no busquen un caudal electoral, sino que busquen beneficiar al país. La modernización del sistema energético, que está planteado. La seguridad definitivamente merece un cambio absoluto. Y la rendición de cuentas. Por ejemplo, yo no veo a la gente exigiendo rendición de cuentas a los gobiernos locales, a las municipalidades.

– En el contexto internacional, ¿cómo percibe la actual relación que existe entre el Gobierno de Costa Rica y Donald Trump?
– Somos un país aliado de los Estados Unidos. No todos pueden decir eso. Tenemos que aprovechar esa alianza en favor nuestro. Somos de los pocos países donde hay más americanos viviendo en Costa Rica que costarricenses viviendo en Estados Unidos. Pero, por ejemplo, con el tema de los aranceles, definitivamente yo no veo a este Gobierno haciendo absolutamente nada. Yo ya me hubiera ido a reunir a Washington y negociar lo que se tenga que negociar. El ministro de Comercio Exterior creo que tiene que ser mucho más propositivo en la administración del Gobierno, en torno al tema geopolítico que se está transformando a nivel mundial.
– ¿Qué le pareció la aceptación de dos vuelos con 200 deportados internacionales de Estados Unidos?
– Habría que entender el contexto de la negociación que se llevó a cabo para recibir esa gente, y es algo que honestamente este gobierno no ha transmitido. Entonces, prefiero no opinar al respecto porque no tengo el contexto claro. Evidentemente prefiero que no haya aportaciones hacia Costa Rica, pero hay que entender el contexto, porque tiene que darse una negociación para poder aprovechar la alianza comercial que hay con Estados Unidos.
