
Luego de que ocurrieron cinco femicidios en menos de un mes, la ministra de la Condición de la Mujer, Cindy Quesada, reconoció este lunes que los programas para la prevención de la violencia de género están teniendo poco impacto. En su criterio, deben revisarlos porque no están cumpliendo sus objetivos.
Quesada dio declaraciones, junto con la presidenta ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, Yerlin Zúñiga.
En sus comentarios sobre la situación, agravada por el hecho de que hubo tres femicidios en menos de 24 horas, la ministra argumentó que la violencia contra la mujer no es nueva y no surgió por generación espontánea, sino que hay víctimas y perpetradores, muchos de ellos de edades jóvenes, que debieron haber sido impactados por las políticas públicas impulsadas desde el Inamu.
“Se aprobó un proyecto para hacer autopsias sociales de las víctimas, trabajando con los victimarios para tener datos suficientes que permitan a los jueces tener criterios de referencia que permitan ejercer la acción penal”, dijo Quesada.
Una de las víctimas acudió al Inamu
De acuerdo con lo indicado por Yerlin Zúñiga, la presidenta del Inamu, de las cinco víctimas de femicidio de este enero, solamente una había acudido a solicitar los servicios del Instituto.
En el caso de la víctima de San Rafael de Heredia, Zúñiga mencionó que había 15 incidencias de diferentes tipos de violencia por parte de su agresor, pero “seguía libres por las calles y no se le habían notificado las medidas de protección”.
“El Ministerio Público debe hacer una instancia para que esos casos se eleven a nivel penal, que no puedan andar esos agresores libres por las calles”, dijo la presidenta del Inamu.
Solamente la mujer asesinada este lunes, en Cahuita, tenía desde agosto acompañamiento del Inamu y, por su caso, se había reconocido que estaba en alto riesgo de femicidio. El Instituto le ofreció una albergue, en una ubicación confidencial, con sus hijos, para situarla lejos de su agresor, pero la mujer no quiso recibir ese tipo de servicios.
En setiembre, la mujer recibió un dispositivo GPS, una especie de botón de pánico, que se tiene que activar si la mujer considera que su vida está en riesgo. Sin embargo, la presidenta del Inamu confirmó que en sus registros no encontraron activaciones del dispositivo.
Yerlin Zúñiga hizo un llamado al Poder Judicial, por una parte, y a la sociedad en general. En el primer caso, advirtió de que dejar las agresiones a mujeres como una instancia de violencia doméstica no es suficiente, por lo que aseguró que se debe analizar desde la parte judicial para tener más posibilidades de que los agresores se lo piensen dos veces por las penas para sus acciones.
Tanto la presidenta del Inamu como la ministra de la Mujer enfatizaron que el tratamiento por parte de los medios de comunicación al informar sobre los femicidios debe ser muy cuidadoso, para evitar el fenómeno de copycat, es decir, que potenciales agresores vean posibilidades de agredir e incluso asesinar a sus parejas, al modo en que lo han hecho otras personas antes.
Zúñiga también cuestionó comentarios vistos en redes sociales que respaldan las agresiones contras las mujeres diciendo que se lo merecían.
“Eso es fomentar la violencia, desde la sociedad, pero no hay justificación alguna para matar a una mujer. Las mujeres son libres de tomar la decisión de si continúan o no con su pareja. La responsabilidad enteramente por este crimen es del femicida, la vida de la mujer no le pertenece al hombre”, dijo la jerarca.
Por su parte, el director de la Fuerza Pública, Marlon Cubillo, hizo un llamado a que las personas den las alertas y enfatizó que los incidentes de violencia doméstica son prioritarios para la policía.
“Es importantísima la alerta temprana, porque en uno de estos casos había una persona durmiendo en la casa. Tiene que haber escuchado el ruido de la agresión. Escuchó y no reportó el caso a la Fuerza Pública, hasta que llegamos en la mañana por otra alerta”, dijo.
