Melinda Hildebrand, embajadora designada por Donald Trump para Costa Rica, evitó detallar las razones por las que el país destaca en la región, durante su audiencia de confirmación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.
El senador James Risch, presidente del comité, consultó a Hildebrand sobre los aspectos que diferencian a Costa Rica de sus vecinos y que la hacen sobresalir.

Sin embargo, la representante designada por Trump se limitó a responder: “En cuanto a su pregunta sobre por qué Costa Rica sobresale, espero con interés trabajar con usted y este comité para explorar esas razones”.
Agregó que Costa Rica sirve como ejemplo para Centroamérica y que espera que otros países le sigan.
Trump anunció desde febrero la nominación de Hildebrand para servir como embajadora en Costa Rica. En Estados Unidos, es conocida por su historial como donante de campañas del oficialista Partido Republicano.
La audiencia de confirmación estuvo marcada por señalamientos contra China y su influencia en la región, así como por comentarios sobre la importancia de la relación entre Costa Rica y Estados Unidos y la reputación del país como un socio confiable.
Así lo destacó James Risch al inicio de la sesión, cuando recordó la visita que realizó a inicios de año el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, a Costa Rica.
“La visita de Rubio en febrero fue una señal de esta relación y de la necesidad de trabajar de forma conjunta para enfrentar la maligna influencia de China en el país y en Centroamérica”, expresó.
Ted Cruz respaldó nominación

La nominación de Hildebrand fue respaldada por los senadores Ted Cruz y John Cornyn, ambos de Texas, quienes destacaron su experiencia como empresaria y filántropa.
Cruz, quien aspiró sin éxito a la candidatura presidencial por el partido republicano en las elecciones estadounidenses de 2016, describió a Hildebrand como una “querida amiga” y paisana de Houston.
LEA MÁS: Senador de Estados Unidos: La reputación de Costa Rica está en peligro
La empresaria aseguró que, de ser ratificada, pondrá al servicio del cargo su experiencia y cualidades para fortalecer la relación bilateral y “generar resultados en línea con la política America First en beneficio del pueblo estadounidense”.
Subrayó que su prioridad será la protección de los ciudadanos estadounidenses que residen o visitan Costa Rica.
“Me comprometo a proteger a los aproximadamente 160.000 estadounidenses que llaman hogar a Costa Rica, incluidos muchos jubilados, así como a más de millón y medio de ciudadanos estadounidenses que visitan el país cada año. Su seguridad y bienestar serán mi máxima prioridad”, aseguró.
Cruz le preguntó cómo su trayectoria la convierte en una persona idónea para el cargo.
Hildebrand mencionó su experiencia en juntas directivas, su labor como propietaria de pequeñas empresas y su papel como socia en el desarrollo de negocios de gran escala, aunque no profundizó en cómo esas credenciales se relacionan con el trabajo diplomático.
Énfasis en la fe
Hildebrand inició su presentación resaltando la importancia que la fe tiene para ella y su familia. Relató que su padre fue diácono ordenado en la Iglesia católica y una gran inspiración.
“Si soy confirmada, seré una embajadora que ora, orando específicamente por el presidente Trump, por los estadounidenses que viven, trabajan o visitan Costa Rica, por los habitantes de Costa Rica y por la gracia y guía de Dios como embajadora”, declaró.
Hildebrand mencionó haber visitado Costa Rica, anteriormente, para participar en la construcción de viviendas, aunque no ofreció mayores detalles sobre esa experiencia.
Arresto de manifestantes
La intervención de Hildebrand se vio interrumpida en dos ocasiones por las protestas de al menos tres personas, quienes comenzaron a gritar consignas en contra de la política exterior de Estados Unidos.
Al iniciar su presentación, dos de los manifestantes fueron retirados de la sala tras acusar al gobierno estadounidense de “genocida” y de actuar con “complicidad”.
Después de un segundo exabrupto, el presidente del comité decretó un receso de varios minutos, hasta que se restaurara el orden.
Al inicio de la sesión, el senador Risch advirtió que no toleraría ninguna conducta que alterara el desarrollo normal de la audiencia.
“Aquí somos muy estrictos; tenemos tolerancia cero con las protestas o con cualquiera que intente comunicarse con el comité o con cualquiera de los testigos. Si interrumpes, serás arrestado inmediatamente”, advirtió.
