
En las últimas cuatro elecciones nacionales hay una figura que cada vez tiene más preponderancia: los auxiliares electorales.
Estos auxiliares son personas reclutadas por el TSE con el fin de garantizar que nadie se quede sin votar, en caso de que un partido no logre nombrar representantes en una junta receptora de votos (popularmente conocidas como “mesas”). Los auxiliares no tienen color político.
Nombrar miembros de mesa es una tarea de los partidos políticos, pero como estos no siempre alcanzan a nombrar los necesarios, recurrir a auxiliares electorales es cada vez más común.
Gerardo Abarca Guzmán, director general en ejercicio del Registro Electoral, manifestó que para estas elecciones los partidos políticos inscribieron a 12.682 personas integrantes de juntas receptoras de votos correspondientes a seis de los 20 partidos políticos participantes.
- Partido Pueblo Soberano (PPSO) inscribió 9.480 integrantes, entre propietarios y suplentes.
- Partido Liberación Nacional (PLN), 1.737 personas.
- Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), 921.
- Justicia Social Costarricense, 517.
- Partido Liberal Progresista, 25.
- Unidos Podemos, 2.
Esas propuestas llevan a esta proporción preliminar:
- 313 juntas (de 7.063) tendrán tres o más partidos representados
- 1.157 con representación de dos partidos
- 4.541 con representación de un partido
- 1.052 sin representación partidaria
El panorama, reconoció Abarca, puede empeorar, porque esta es una propuesta inicial, pero resta el proceso de capacitación y juramentación. En periodos electorales se ha visto que el número disminuye.
La cantidad de miembros de partidos comenzó a dar problemas ya para las elecciones de 1998, cuando las agrupaciones partidarias no pudieron alcanzar el número necesario de integrantes para las juntas receptoras de votos; esto choca con el principio de derecho al sufragio.
“No es una tendencia nueva, es sostenida. Hay dificultades para integrar de manera adecuada las juntas receptoras de votos. Solo 313 quedaron integradas como el Código Electoral lo establece, con al menos tres partidos distintos. El auxiliar electoral es un aseguramiento de que la jornada electoral va a comenzar y se va a extender sin problemas”, expresó Abarca.
En este momento hay unos 22.000 auxiliares electorales inscritos, que reciben un reconocimiento de ¢48.000 por concepto de transporte y alimentación de todas las actividades a las que deben asistir.
Razón de ser de los auxiliares electorales
Eugenia Zamora Chaverri, presidenta del TSE, explicó la necesidad de estos auxiliares. Ella expresó que, según la Constitución Política, las juntas cantonales y las juntas receptoras de votos están integradas por partidos políticos.
“Las juntas, a pesar de que su origen es partidario, deben actuar de manera imparcial, de lo contrario, es cometer delito. Un dato curioso es que estas personas tienen inmunidad ese día”, dijo la jerarca.
Pero si los partidos no pueden poner los miembros y se cae en inopia, es ahí donde actúa el TSE.
“Yo no puedo dejar de votar porque la administración electoral no me instaló una junta que no se abrió porque el partido político x no nombró miembros de juntas receptoras de votos. Eso significó que el Tribunal creara por reglamento la figura del auxiliar electoral en 2002, para así garantizar que todas las juntas se abran”, subrayó Zamora.
La jerarca indicó que desde entonces cada vez es mayor la necesidad de nombrar auxiliares electorales.
“Los partidos han optado ya desde hace varias elecciones por aumentar el número de fiscales, pero el fiscal no integra la junta receptora de votos, su labor es otra”, aseveró Zamora.
La recepción de auxiliares ya cerró, pero el Tribunal continúa recibiendo solicitudes para voluntarios, para ello las personas deben acudir a la sede más cercana del TSE para informarse de las necesidades de su centro de votación.
