Los tiempos actuales se caracterizan por su alta volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. El acrónimo VICA, originalmente acuñado por militares de Estados Unidos, es utilizado ahora para describir rasgos distintivos de este momento de la historia.
La volatilidad, al contrario de la estabilidad, se refiere a la existencia de un entorno dinámico y vertiginoso. Los cambios son drásticos, frecuentes e impactantes. El suceso de ayer es reemplazado por el de hoy. El show nunca se detiene.
El poder, la fama, la moda e incluso los aparatos tecnológicos son cada vez más efímeros. El conocimiento avanza a una velocidad sin precedentes. Es prácticamente imposible ajustarse al ritmo de los cambios.
La incertidumbre es la amarga sensación de no saber qué va a pasar, de estar inmersos en un mundo caótico, de que no hay nada completamente predecible y confiable.
Persisten dudas sobre el futuro del país, la economía o la situación laboral. Falta información veraz y oportuna. La incertidumbre causa estrés, inseguridad, temor y ansiedad. El malestar social es creciente.
LEA MÁS: Nubes en el 2022
Complejidad
La complejidad complica entender el porqué de las cosas, ya que los hechos son causados por múltiples factores. Factores que tienen relaciones intrincadas que dificultan visualizarlas, desenredarlas o controlarlas.
Los problemas son cada día más complejos y la resolución, también. Sin embargo, abundan los demagogos que prometen soluciones mágicas a cuanto problema existe.
La ambigüedad se refiere a la falta de claridad. Las expresiones y hechos tienen múltiples significados e interpretaciones. Se altera el sentido de la comunicación para evitar conflictos, quedar mal o tomar posición.
La indefinición se convirtió en herramienta para confundir. Hay inconsistencias entre lo que se dice y lo que se hace. Se ha devaluado el valor de la palabra dada.
Por tanto, asumir el liderazgo en tiempos de VICA implica tener muchas probabilidades de fracaso, aunque no todo sea necesariamente culpa del líder. La mayoría de las personas idóneas evitan ocupar esa silla. Les es más fácil quedarse en la zona de confort. Hay cierta felicidad en el anonimato. Los buenos líderes son una especie en peligro de extinción.
El líder en tiempos de VICA deberá poseer también otras cualidades VICA: ser valiente, inspirador, confiable y adaptable.
LEA MÁS: Elecciones 2022: entre continuidad y ruptura
Capacidad para tomar decisiones
La valentía, más que asumir una posición a pesar del costo personal, significa ser capaz de tomar decisiones necesarias, aunque sean políticamente difíciles.
La inspiración se refiere a la lucidez con la que se estimula a un colectivo con el fin de alcanzar metas comunes. Está afianzada por la introspección personal, la pausa durante la tormenta, la toma de perspectiva, la veracidad y la comunicación asertiva.
La confianza se gana con el ejemplo, teniendo apertura, sabiendo manejar la incertidumbre y resolviendo los problemas complejos por partes.
La adaptabilidad implica tener visión para anticiparse a los acontecimientos. Tener capacidad de asimilar grandes cantidades de información. Conlleva tomar decisiones oportunas, ser flexible y gestionar adecuadamente el cambio en un entorno cambiante.
Los tiempos de VICA exigen nuevos y mejores estilos de liderazgo. De eso depende nuestro éxito o fracaso.
El autor es profesor universitario.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/54MXJ4KSBRGYVF774USGLQVSPE.jpg)
La confianza se gana con el ejemplo, teniendo apertura, sabiendo manejar la incertidumbre y resolviendo los problemas complejos por partes. (Shutterstock)