
Es difícil que las mujeres podamos creer en una ministra de la Condición de la Mujer que fue nombrada por un presidente hallado responsable de acoso sexual contra dos funcionarias del Banco Mundial, tal y como lo estableció ese organismo en la causa que abrió contra Rodrigo Chaves Robles, quien, además no muestra arrepentimiento por tales acciones. Todo lo contrario; con su talla de agresor, cotidianamente hunde en la indignidad a las mujeres que lleva a las conferencias de prensa, tratándolas como si fueran cosas, no personas.
La ministra Quesada no es la excepción. Hemos visto cómo el mandatario la interrumpe y la calla frente a la ciudadanía. Con su docilidad, se perpetúa el rol de víctimas de la violencia machista que abona el señor Chaves cada miércoles desde Casa Presidencial. ¿Cuál es el compromiso que una ministra así puede tener con las mujeres?
Es la ministra que calló ante la supresión de las guías de educación sexual, dejando a nuestras niñas y adolescentes a merced de un sistema en el que las mujeres no somos nada más que objetos para satisfacer a los hombres. ¿Cuántos embarazos adolescentes se han evitado en todos estos años educando a niñas y niños en una sexualidad sana? Sabemos que fueron muchos, y lo sabemos por el descenso que ha tenido la cifra de embarazos adolescentes.
¿Qué aportó esta administración a la lucha contra las relaciones impropias y los embarazos de niñas y adolescentes? La eliminación del Programa de Educación para la Afectividad y la Sexualidad, que tanto bien hizo.
En entrevista con la Revista Dominical de este diario, el domingo 13 de julio, la señora Quesada afirma temerariamente que ninguna otra jerarca, en los 25 años de historia del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) aportó tanto para hacer avanzar los derechos de las mujeres.
Logros históricos
Sin competencias, con humildad pero con satisfacción, quisiera hacer y hacerle un poco de memoria sobre nuestro aporte a esa lucha inconclusa por la igualdad de las mujeres.
Con nuestro esfuerzo desde el Inamu, el de doña Lorena Clare y el de las mujeres y hombres de otros poderes de la República, nos afianzamos en una red que logró, desde la Asamblea Legislativa, desde el Poder Judicial, desde la Defensoría de los Habitantes, desde el Tribunal Supremo de Elecciones, desde instituciones autónomas como el ICE, la CCSS y el INA y desde la sociedad civil, avanzar en el fortalecimiento de políticas públicas de largo aliento como el Planovi y el Plan de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Hombres, fruto del trabajo de nuestras antecesoras.
Entre otros avances verificables, es posible mencionar la atención y prevención del embarazo adolescente como estrategia pública, la apertura de dos de los tres albergues para las mujeres y sus hijos, el convenio con el ICE para la atención de mujeres en el 911, la transformación de la Maternidad Carit en el Hospital de las Mujeres, las reformas legales sustantivas para que se cumpliera la cuota del 40% en puestos elegibles, que permitió alcanzar el 35% en el 2002. El avance legal de las acciones afirmativas para que muchas mujeres accedieran a puestos de importancia en sus organizaciones. Las mujeres irrumpimos en la vida política para no volver atrás y nuestras sucesoras lograron, por fin, la paridad.
Desde la oficina de doña Lorena Clare, donde se gestó la idea de una paternidad responsable, y con la ayuda de otras instituciones y profesionales, se aprobó esa ley. En este mismo marco, se desarrolló el programa de atención del cáncer de mama y de cérvix, que atravesó todo el país con sus unidades móviles para hacer los exámenes médicos, con lo que se logró salvar la vida de miles de mujeres.
Veinte años antes de doña Cindy, fortalecimos las campañas contra la violencia machista, las campañas por los derechos políticos de las mujeres y la igualdad entre mujeres y hombres, que dieron extraordinarios resultados porque toda la sociedad participó en estas, especialmente los medios de comunicación. Fruto de esta gran alianza, también vio la luz la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres.
Las siguientes ministras de la Condición de la Mujer, con una sola y dolorosa excepción, tuvieron siempre la actitud de aportar y avanzar en nuestros derechos. Sobre todo, de no retroceder… hasta que llegó este gobierno.
Nada, excepto lo que comento a continuación, es propio de esta administración.
El proyecto de los Puntos Violeta (PV) carece de fundamento técnico; muy costoso y tremendamente ineficiente. Nos remitimos al Informe de Auditoría Interno del Inamu y a las investigaciones que actualmente realizan la Comisión de la Mujer de la Asamblea Legislativa, la Defensoría de los Habitantes y la Fiscalía General de la República.
El costo por usuaria fue, en diciembre de 2024, según el citado Informe de Auditoría, de ¢406.545, solo por informarles adónde tenían que ir para que las atendieran, cuando desde hace más de 20 años existen mecanismos eficientes de información. Pero, además, no les informan sobre la violencia doméstica, que es la que más mata y aqueja a las mujeres; les informan sobre violencia callejera y acoso sexual, sin ningún fundamento técnico para ello. Por eso, justamente, los PV son un verdadero y oneroso fracaso.
El conocimiento técnico y político, así como la experiencia, indican que desde el Ministerio de la Condición de la Mujer ha de forjarse una gran unidad de todas las mujeres como único camino para avanzar y defender nuestras conquistas cotidianamente amenazadas.
Cindy Quesada se atribuye logros que nadie conoce, habla de avances que nadie ha palpado, de mediciones que nunca se dieron a conocer: el único resultado que conocemos –y que nos atraviesa el alma– es el de tantas mujeres asesinadas.
Lo que todavía existe en materia de políticas, programas y servicios para las mujeres es porque no lo han podido destruir, como destruyeron la oportunidad de que nuestras adolescentes no sean víctimas del machismo que las embaraza cuando ni siquiera han dejado de ser niñas. En el Inamu, las mujeres resisten.
Ante tanta adversidad, las mujeres no vamos a retroceder. Las mentiras y el machismo no lograrán vencernos.
Gloria Valerín Rodríguez es abogada, exdiputada (2002-2006) y exministra de la Condición de la Mujer (1998-2001).