Entre las escasas cosas buenas de la pandemia, está el impulso al teletrabajo. Según distintas fuentes científicas, provee amplios beneficios al ambiente, la salud, la familia y la economía global e institucional gracias a la reducción de alquileres, entre otros.
El trabajo en remoto también representa un desafío para jefes y directores atrapados en el concepto del micromanagement o, peor aún, para jefaturas coercitivas y autoritarias, y cuidado si no hasta machistas, cuya gestión se fundamenta en “el fin justifica los medios”, y no prestan atención al bienestar y la motivación de los empleados.
El micromanagement lleva a supervisar excesivamente el trabajo de los equipos, lo cual provoca ansiedad y frustración a los trabajadores. Si bien las instituciones públicas y privadas no fomentan esta práctica, estudios revelan que estos rasgos de la personalidad del director o la jefatura es posible que se deban a factores como la inadecuada preparación en alta gerencia, inexperiencia o incluso escasa inteligencia emocional.
No es infrecuente ver jefaturas que se exceden en la supervisión y consideran que un empleado frente al computador es productivo. Tal actitud causa un efecto diametralmente opuesto, y ocasiona que el rendimiento del trabajador decaiga.
Los directores y jefes que se oponen al teletrabajo creen erróneamente que perderán poder y control, dado que los empleados no dedicaran tiempo al cumplimiento de metas. Al jefe coercitivo y al que emplea el micromanagement no les gusta escuchar las motivaciones de su equipo sobre el teletrabajo, ya que este representa una amenaza para mantener su “poder”.
Si bien el trabajo a distancia posee sus desventajas, estas pueden ser mitigadas con una adecuada gestión y liderazgo, con confianza y transparencia de jefaturas, directores y gerentes. Sin embargo, requiere una adecuada preparación académica en alta gerencia, inteligencia emocional y experiencia
Por ello, resulta fundamental que, sobre todo las instituciones públicas, formen alianzas estratégicas con las escuelas de administración y negocios para fortalecer las competencias de las jefaturas en un mundo que nos exige cada día más teletrabajo y horarios flexibles para que los empleados públicos y privados preserven su bienestar y la productividad, lo cual se traducirá en crecimiento social.
El autor es médico.