He escuchado comentarios sobre una supuesta declaración del presidente Rodrigo Chaves, en el sentido de enfrentar a los 1.000 oficiales del OIJ con los 17.000 de la Fuerza Pública.
Si bien estimo que se trata de comentarios bien intencionados, que buscan defender la fraternidad costarricense y la paz de nuestra casa, creo que es necesario aclarar lo que realmente dijo el presidente.
No estaba hablando de un enfrentamiento; estaba hablando de pensiones. Reconozco que el mandatario suele introducir frases ambiguas, pero debemos entender el contexto, sobre todo para llamar a la calma.
Todo sucedió en una conferencia efectuada el 14 de mayo en Casa Presidencial. Chaves estaba criticando a los diputados que aprobaron el proyecto de pensiones anticipadas del OIJ, al considerar injustificado que se les dé una ventaja por encima de otros trabajadores, y entonces dijo:
“¿Están comprando una policía política en el Congreso, eso es lo que están comprando?, 1.000 oficiales del OIJ, porque andan armas, diay, el Gobierno tiene 17.000 que andan armas..., no, no, no, no estoy amenazando, estoy diciendo que habría que darles la misma pensión a ellos, aunque los números son interesantes, 17 a 1 también; les vamos a dar una pensión anticipada a 18.000, ¿de dónde van a sacar la plata?“.
Posteriormente, ante una consulta sobre la intención de su comentario, agregó: “Y sobre los policías, sí, si quisiéramos tratarlos igualmente, en lugar de gastar pensiones juveniles en 1.000, tendríamos que gastar en 18.000, los 1.000 del OIJ más los 17.000 de la Fuerza Pública”.
Es cierto que, ese mismo día, Chaves hizo una alusión a la guerra civil de 1948, con un alto grado de ambigüedad: “Yo les advierto, en 1948 el pueblo se alzó; no estoy diciendo que lo vaya a hacer ahora, pero no le jalen el rabo a la ternera. ¿Se animarían? No sé“.
En todo caso, expertos han explicado que este tipo de gobiernos necesitan alimentarse del conflicto; requieren crear conflictos para sobrevivir. Semana tras semana, necesitan plantear un nuevo conflicto. Cuidado y las ambigüedades no son distracciones, carnadas.
El país tiene severos problemas en desigualdad, vivienda, pensiones, seguridad, educación, transporte e inversión pública, por mencionar algunas materias. No los saquemos del foco.

