Cartas

Indignación por dietas de directivos bancarios

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Cualquier ciudadano común y corriente que lucha día tras día, para salir adelante, solo puede sentir repudio e indignación al leer la nota de La Nación sobre las dietas que pagan los bancos estatales a sus directivos. Algo no está bien. Como dijo Cicerón: “Servirse de un cargo público para enriquecimiento personal resulta no ya inmoral, sino criminal y abominable”








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