En la escena costarricense de la comedia y el entretenimiento Katherinne González, la imitadora y humorista del programa radial Pelando el ojo, se ha destacado como una figura singular y carismática.
Sin embargo, más allá de los micrófonos y las risas, existe un rincón de su vida que pocos conocen: es una auténtica amante de los animales.

Katherinne, desde su infancia, ha estado enamorada de las criaturas que habitan nuestro planeta. Su fascinación por los animales se arraiga en los recuerdos más tempranos de su vida.
Desde que tenía memoria, el mundo de los ‘peluditos’ la cautivó. No es solo una pasión, eso sí, sino que es un legado transmitido por su padre, quien sembró en ella el amor por los seres de cuatro patas.
Cuando era una niña, Katherinne no tenía la oportunidad de tener mascotas en casa. Pero, lejos de desalentarse, canalizó su entusiasmo visitando refugios, donde jugaba con los animales y forjaba conexiones inquebrantables. Esas experiencias jugando con perros, gatos y otros amigos de cuatro patas, la inspiraron a soñar con tener su propio refugio y adoptar animales necesitados.
“Yo de grande soñaba con tener muchos animales y hoy me llena de satisfacción tener casi que un zoológico en casa”, dice entre risas.

Su encanto por los animales
Actualmente, los sueños de Katherinne se han hecho realidad, pues su hogar se ha convertido en un santuario para nueve adorables criaturas. Su ‘zoológico’ personal incluye cinco gatitos con nombres igualmente encantadores: Mia, Sofia, Atenea, Sky, Nala y Mogli. También comparte su vida con dos encantadoras perritas, Olivia y Baily, además de dos simpáticos erizos llamados Pepita y Kapuki.
“Me da curiosidad ver qué hacen los animales, cómo reaccionan. Son seres nobles, que siempre tienen amor para uno. Es algo que desde que era chiquita me llamaba la atención y me enternecía”, cuenta.

Lo que hace que la historia de Katherinne sea aún más asombrosa, es que todas sus mascotas, a pesar de ser de diferentes especies, coexisten en un equilibrio armonioso en su casa. Esta armonía es un testimonio del amor y la dedicación que les brinda a cada uno de sus compañeros peludos.
“Darles un espacio en la familia es vital; que tengan camitas, comida y condiciones idóneas. A mí me gusta decir que en mi casa somos una familia multiespecie, porque somos muchos”, dice riendo.
Katherinne no solo se preocupa por sus propias mascotas, sino que también se ha convertido en una apasionada defensora de los derechos de los animales.
Anhela que las leyes contra el maltrato animal sigan mejorando y aboga firmemente porque el abuso de cualquier forma sea castigado. Además, se involucra activamente en asociaciones de rescate animal, ofreciendo su tiempo y recursos para ayudar a los más necesitados.

Para Katherinne, sus mascotas son más que simples compañeros. Ella revela que cuando se siente ansiosa o triste, las criaturitas de su casa rápidamente se le acercan a darle amor y cariño.
“Las mascotas todo lo saben. Son una gran compañía y entienden cuando uno necesita su presencia y su calor. Yo soy feliz y sueño con que en mi casa tengamos más campo para hacer crecer esta familia multiespecie”, finalizó la humorista.